T r e i n t a

5.1K 738 259
                                    

No fue la voz de Leonardo el que se oyó con toda potencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No fue la voz de Leonardo el que se oyó con toda potencia. Fue Iván quien pasó por debajo de la cinta de seguridad y corrió con toda la fuerza que sus piernas temblorosas se lo permitieron. Leonardo y Marlene lo imitaron, pero ninguno fue tan rápido como el castaño, a quien ningún oficial pudo parar hasta envolver a Lucas entre sus brazos, dejando al paramédico de lado. Cuando sus ojos se conectaron, las lágrimas surcaron el rostro de Iván por el alivio de ver a la persona que amaba de nuevo. Lucas no podía hablar mucho, pero Iván entendió que estaba tan feliz como él de poder estar a salvo de nuevo. Dejándose llevar por el instinto, agarró el rostro de Lucas y sin importarle aquella multitud que contemplaba la escena, lo besó depositando en aquel gesto todos los sentimientos que llevaba encima.

La angustia, el miedo, la desesperación, fue dejado atrás por la alegría de verlo de nuevo, el alivio de poder probar de nuevo aquellos labios que lo enloquecían y amor que desbordaba por él. Por Lucas.

Se sintió completo de nuevo. No era experto al expresar sus sentimientos, pero supuso que con el beso había demostrado una mínima parte. Sin embargo, un carraspeo los interrumpió. Leonardo esperaba impaciente poder abrazar a su hijo.

Con lentitud, soltó a Lucas y le sonrió, diciéndole todo lo que pasaba en su interior sin palabras. A pesar del aspecto nada saludable del chico, este le devolvió el gesto. Sin embargo, poco duró de pie ya que cayó sobre él cuando ya no pudo sostenerse.

—¡Lucas, hijo! —exclamó preocupado Leonardo mientras Iván alzó al chico en brazos.

—Llévenlo a la ambulancia, ahí lo atenderá mi compañero, aún tengo que sacar a alguien más de ahí.

Estaba aterrado por Lucas, ¿qué tan grave se encontraba? Iván hizo lo que el hombre dijo y apuró sus pasos rumbo a la ambulancia en donde había otra víctima que estaba en una camilla. ¿Quién era esa otra persona? ¿Acaso se trataba de...?

El hombre a cargo de la ambulancia lo vio y con mucha rapidez atendió a Lucas revisándolo por todos lados para después meterlo dentro del vehículo donde estaba la otra persona.

Leonardo no pudo ir junto a Lucas como deseaba porque el oficial de antes lo atajó para interrogarlo. Al parecer ahora sí creía que aquello fue un secuestro. Marlene y él se mantuvieron cerca del rubio.

—¿Cómo está mi hermano? —le preguntó al paramédico.

—Otros compañeros lo están revisando adentro —agregó. El espacio era un tanto pequeño por lo que no pudieron entrar. Pero al percatarse de la presencia de ellos dos, uno de los que estuvo atendiendo a Lucas vino hasta ellos.

—No podemos esperar más, llevaremos a los dos heridos hasta el hospital más cercano. Vendremos por el que falta en un momento, ya que no entran más personas aquí.

—¿Puedo ver quién es el de la camilla? —preguntó Iván con el corazón latiéndole descontroladamente por el miedo.

El paramédico asiento con la cabeza, pero apresurándolo. Iván fue y observó al herido. Lo reconocía. Era el guardaespaldas del dueño del club. Si mal no recordaba, Matías mencionó que se llamaba Henry.

Camino a tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora