C a t o r c e

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Aún perezoso, poco a poco se dio cuenta de lo cómodo que en verdad se sentía estando acostado de lado

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Aún perezoso, poco a poco se dio cuenta de lo cómodo que en verdad se sentía estando acostado de lado. Le pareció raro amanecer tan plácidamente en aquel sofá desgastado que siempre le hacía doler los huesos, pero unas manos rodeándole la cintura le hizo darse cuenta de que no estaba en donde pensó, y como un torbellino, recuerdos de la madrugada asaltaron su mente cayendo en la cuenta de que se encontraba en la cama del moreno y que las manos que sentía eran las de él, y no solo eso, también podía escuchar su respiración pausada en la nuca y otras cosas que no quiso mencionar.

Al voltearse hacia Roy lentamente para no despertarlo, se topó con su rostro iluminado tenuemente por la luz de afuera. El chico se encontraba totalmente pegado a él, casi como si lo hubiera usado como almohada, inclusive una de sus piernas estaba en medio de las suyas.

Cam no quiso ni pensar en las sensaciones que eso despertaba en su cuerpo, verlo de esa forma aferrado a él, le producía escalofríos, pero no del miedo, sino de algo completamente distinto. Un hormigueo que bajaba desde el pecho hasta por debajo de la cintura, haciéndola darse cuenta que cargaba una semi erección en los pantalones.

Queriendo desviar sus pensamientos hacia algo más sereno, intentó soltarse de los brazos que lo sujetaban, pero al tocarlos para dejarlos de lado, Roy se movió aferrándolo más a él.

—No te vayas...—murmuró dormido.

«Ay, Dios, ¿por qué eres así conmigo?», pensó Cam mientras era atraído de nuevo hacia Roy. Incapaz de resistirse a él, el pelirrojo permaneció quieto en ese lugar mientras sentía el cuerpo de Roy pegándose al suyo y disfrutando de la sensación. Se llevó las manos al rostro por la vergüenza que sentía al hacer eso, pero su cercanía se sentía tan bien. No quería levantarse nunca. Pero cuando cierta parte del cuerpo ya empezó a revelarse con más autoridad, fue cuando se decidió a levantarse antes de que haga algo estúpido como aprovecharse del durmiente.

Se dio una ducha fría para calmar su cuerpo y se puso una de las ropas que Roy le había dado.

Planeó ir a de compras al día siguiente mientras se volvía a poner algo holgado, hoy tenía el día entero para pasarla con Roy y él no parecía de los que disfrutaba saliendo a comprar.

Luego de pasar toda la mañana viendo la televisión, se arrepintió de no haber ido a buscar lo que quería ya que Roy no daba señales de levantarse, aunque era entendible para alguien que trabajaba por las noches.

Ya casi cerca del mediodía, luego de casi morir del aburrimiento y ante el intento fallido de una comida decente por parte de Cameron, oyó que alguien entró al baño. Entusiasmado, Cam preparó su comida lo mejor que pudo para que Roy pudiera ver su esfuerzo.

Como un dejavú, volvió a revivir la escena del viernes a la noche cuando sintió como Roy se acercó por atrás mientras él revisaba su comida.

—¿Cocinaste algo? —preguntó cerca de su oído. Estaba sospechosamente muy cerca.

Camino a tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora