D i e c i n u e v e

7.7K 912 989
                                    

Iván estaba ansioso por el día de hoy y la razón era que había invitado a Lucas a salir, la preocupación sobre su amigo Matías seguía estando en vigencia, pero el rubio tenía la capacidad de dejar todas sus inquietudes de lado y hacer que su atenc...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iván estaba ansioso por el día de hoy y la razón era que había invitado a Lucas a salir, la preocupación sobre su amigo Matías seguía estando en vigencia, pero el rubio tenía la capacidad de dejar todas sus inquietudes de lado y hacer que su atención se centre solo en él y eso es lo que estuvo haciendo. No habría ningún inconveniente de no ser por la duda que rondaba en su mente desde hace días. Todo había empezado con una simple oración dicha por la hermana del chico, pero a medida que avanzaba el tiempo ya se estaba convirtiendo en una preocupación constante.

«¿Realmente le gustaba a Lucas?»

Descartaría esa idea si se tratara de otra persona, pero fue su mismo amigo quien había señalado su gusto por los chicos. Además, Lucas siempre demostró una actitud diferente con él, solía ser algo sarcástico tanto con su hermana como con su padre y aunque también lo fue con él algunas veces, siempre estaba recibiéndolo con una sonrisa y cierta timidez. Solo con él era así. Y eso podía comprobarlo en este mismo momento cuando abrió la puerta de la entrada recibiéndolo con amabilidad.

—Hola, pasa. Te estaba esperando.

Iván saludó y se adentró a la casa en donde Zeus meneaba la cola feliz por recibirlo, Marlene rodó los ojos al verlo y Lucas lo miraba emocionado.

—¿Quieres comer algo antes? —ofreció el chico ya que era poco más del mediodía.

—No, gracias, ya comí algo antes de venir.

Eso era cierto pues había ido rápidamente a comprar cosas para la casa al saber que sus padres vendrían pronto —aunque aún no se habían aparecido—, y no quería recibir regaños de parte de su madre por la poca importancia que le daba a su salud o algo similar.

Como ya no había mucho que hacer en el lugar, ambos salieron de ahí despidiéndose de Marlene.

—Por cierto, todavía no me dijiste donde vamos a ir —dijo Lucas caminando a su lado en la calle y con las manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones.

Iván sabía exactamente dónde estaban yendo, pero a pesar de la insistencia del chico por saberlo, él no quería decírselo para que pudiera sorprenderse.

A veces ni él mismo entendía su comportamiento. En primer lugar, le preocupaba que los sentimientos de Lucas hacia él fueran más que de una amistad, pero por el otro, le gustaba pasar tiempo con él y sabía que eso implicaría que el rubio se ilusionara más de lo debido, si es que lo que dijo Marlene era cierto.

—Lo sabrás en un momento —fue la respuesta a la pregunta del chico y mientras guiaba e camino, podía notar el ambiente más silencioso que de costumbre. Sin embargo, Iván apenas lo notaba ya que iba sumergido en sus pensamientos.

Fueron a tomar un taxi para poder llegar a destino y media hora después, los ojos de Lucas se abrieron con sorpresa.

—¿Es un acuario? —dijo con los ojos puestos en el enorme lugar.

Camino a tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora