Capítulo 6

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El sábado

Magnus buscó entre todas sus cosas hasta encontrar la ropa que consideraba perfecta, se trataba de una camisa brillante roja acompañada con un traje negro con acabados plateados. Aquel conjunto podría parecer muy informal en Inglaterra, pero estaba seguro de que resultaría perfecto para aparecer en un show de televisión estadounidense.

Sabía que estaba mal, pero no podía evitar sentirse emocionado, era la primera vez que iba a salir en televisión, y aunque fuera por una mentira, de todos modos lograría ir a un set.

Delineó sus ojos en negro, colgó aretes plateados en su oreja, y peinó su cabello añadiéndole un toque extra de brillos plateados. La buena noticiera era que no era un actor o cantante, por lo que no debía basarse en lo que le gustara al público o no, porque daba igual si lo aceptaban. Podía ser él, expresarse como quisiera y... detuvo esa línea de pensamientos. Ese día solo tenía un propósito, y era arreglar su error de tal modo que Alec saliera lo menos perjudicado posible. Tal vez el ojiazul no fuera de su completo agrado, pero definitivamente el chico no tenía la culpa de lo que había pasado con Woolsey, y toda la semana había lucido preocupado por ese asunto. Magnus creyó que a lo mejor estaría tan enojado que no lo volvería a alimentar, o le prohibiría salir de su habitación de nuevo, pero no fue así. Esa reacción de parte de Alec lo había sorprendido, y al mismo tiempo había despertado el deseo de tratar de ayudarlo.

Finalmente terminó de arreglarse y dudó en si tomar un bastón o no, pero decidió que lo mejor era no hacerlo, porque a lo mejor Woolsey podría preguntarle por el accidente causante de que tuviera que usar bastón, y con las mentiras que tenía que decir ya tenía más que suficiente.

Suspiró hondo y salió de la habitación dispuesto a encontrarse con Alec en el pasillo.

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Alec terminó de ponerse uno de los trajes grises que siempre usaba mientras de vez en cuando le lanzaba miradas al reloj colgando en su habitación. Eran las cinco, y el programa empezaba a grabarse a las siete. No quería llegar tarde, temía que cualquier error que pudiera cometer repercutiría en su contra ¿Y si Woolsey empezaba a inventar historias conspirativas solo porque llegaba unos minutos tarde? Estaba siendo paranoico y lo sabía, pero estaba asustado. Todo había empezado por él, fue él quien se ofreció a casarse en lugar de Jonathan, y debía ser él quien pagara las consecuencias. En lugar de eso, sería Magnus quien llevaría las riendas de la entrevista, y él no podía estar más agradecido.

Finalmente terminó y salió de su habitación. Magnus ya estaba en el corredor, y Alec debía admitir que se veía muy bien.

—¿Nos vamos? — le preguntó. Magnus lo miró de arriba a abajo.

—Si necesitabas ayuda para elegir tu ropa, me lo hubieras pedido— Alec rodó los ojos. Algunas cosas nunca cambiaban.

Ambos chicos bajaron las escaleras y se encontraron con Simón, Maia y Jordan esperándolos abajo.

—¡Esto es tan emocionante! — exclamó Maia.

—¿Qué haces aquí, Shiva?— preguntó Magnus— Es fin de semana.

—No me iba a perder verlos en el show en vivo—respondió con una sonrisa el chico de lentes con cabello y ojos marrones. Después adoptó una expresión seria— Y es Simón.

—Ah— Magnus arrugó la nariz— ¿Quién demonios es Shiva? — preguntó a la nada.

—Un dios de la trinidad hinduista— respondió mecánicamente Alec— ¿Nos vamos? Es muy tarde— todos se movieron hacia la puerta de entrada, y Magnus y Alec salieron para caminar hacia el auto mientras el resto los observaba desde la puerta.

La resistenciaWhere stories live. Discover now