X. Como si fuera un muy mal sueño.

179 36 35
                                    







Estoy vestido, mi ropa me queda grande. Frank ingreso hace unas horas al hospital.

No me dejan verlo.

No soy familiar o esposo...

Venia mal, pude verlo, verlo con mis ojos. Venia cubierto en sangre...

Así que estoy afuera de cuidados intensivos, en una silla de ruedas, con dolor... no solo de cuerpo, sino de alma. Mi alma entera.

Mi corazón.

Roto en muchos millones de pedacitos.

Esto es mi culpa, todo es mi culpa.

De pronto un hombre, con un traje mal arreglado y un ojo morado. Una rubia mujer, en vestido de fiesta y tacones entran haciendo escándalo.

Son sus padres.

La enfermera les dice algo y luego me apunta... pero no me importa. No me importa nada.

El hombre se para frente mí y solo puede llorar. La mujer me abofetea. Me lo merezco. Todo es mi culpa, me lo merezco.

Me abrazan. Ambos.

Y me largo a llorar. Yo no quería, es mi amor y perdí a mi hija, a nuestra pequeña victoria. Todo es mi culpa, lo es.

- Nada es culpa tuya- la mujer rubia me alienta, pero no me suelta.- todo es culpa nuestra. Debimos estar ahí para él, para ambos. Lo siento tanto.

- La bebé...- el hombre mira mi plano vientre y solo puedo llorar con mayor fuerza. Veo por el rabillo del ojo a mi hermano, parado en la mitad del pasillo, dos cafés en sus manos y mirada perdida.



- Ya no está... oh por dios, ya no está más...- y lloro más, entre los brazos de una desconocida que se siente como mi madre.

El doctor sale con su traje azul, cubierto en sangre.

- ¿familiares de Frank Iero?- los padres me miran y es él quien me acerca hasta el doctor en mi silla de ruedas.

- Somos los padres y él es su novio.

- Díganos doctor... ¿Cómo está mi bebé?- la madre lo mira esperanzada y el doctor niega. Le apunta las sillas y se sientan.

- El pronóstico es poco alentador. Tiene fracturada las costillas y el golpe mayor lo recibió su cabeza. Lo siento, pero la verdad es que su hijo está en coma.



En coma.

Coma...

Dormido...

Solo y dormido...

Somos todo llanto y dolor. El pronóstico, como  dijo el doctor, es poco alentador.

- Debemos esperar que despierte para ver que daño sufrió su cerebro, ahora, con las pruebas, pudimos notar lo inflamado que esta su cerebro y eso, debemos esperar que baje solo... lo siento mucho- y dicho esto vuelve a entrar a cuidados intensivos.

El shock es grande, para los tres.

Mikey se acerca con rapidez y me abraza. Me siento morir...

Ojala yo estuviera en su lugar... me merezco estar en su lugar, no él, no mi amor...

¿Qué hago?

No puedo perderlo todo, la vida no puede hacerme esto.

¿Por qué yo? ¿Por qué mi amor? ¿Por qué mi hija?...

Small BumpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora