XVII. Cagandola en grande...

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- Así que... volvió el idiota, pero no te recuerda.- Lindsey está ocupando toda la pantalla de mi celular. Su hermosa cara y su pelo, que ahora es rojo furioso.- Cállate Toro- me entra la risa. Estoy en un parque, salimos temprano del colegio y Bert me trajo a comer helado, estamos haciendo videollamada con mis amigos, a quienes les presente a Bert y como él odia a Frank, lo amaron enseguida. Bobos.

- Es un estúpido, yo ni muerto olvidare a mi hermoso Gee- Bert me abraza por la espalda y ya es tan habitual, que no me molesta. Estoy sentado entre sus piernas.

- ¡¡Te extraño!!- El grito de Ray me hace sonreír, pero Linz no deja que aparezca en pantalla. Ellos también están con uniforme escolar.

- Vengan a verme... ¿sí?- veo a Linz abrir grande los ojos. A la muy idiota no se le había ocurrido.

- Iremos- escucho a Ray replicar algo del dinero- Cállate Toro. Iremos amigo, iremos pronto, tú solo déjamelo a mí y a la billetera abultada de papi y el pronto divorcio que está a la vuelta de la esquina...- y me corta la comunicación, sin siquiera despedirse. Tan típico de Linz.

Bert me abraza más fuerte y vemos a las parejas pasear tranquilas por el parque. Familias con sus pequeños... ¿hubiera sido así con nuestra pequeña Victoria? Los tres caminando por el parque. Frank tomando fuerte mi mano y nuestra pequeña corriendo delante, queriendo comerse el mundo...

Han pasado dos semanas enteras desde que Frank volvió en sí y volvió a la residencia Iero... y tenerlo dando vueltas ha sido una tortura. No es el Frank amoroso y cariñoso que era, es más bien un don juan, que me coquetea cada dos por tres cuando Jamia no se encuentra por el lugar. Y cuando le prestó atención, algo en él hace explosión y se acobarda, retrocede, se retira. Es cosa de que le devuelva el coqueteo, las miradas calientes y su coraza se cae, dando paso a un Frank que no puede más de confusión.

Jamia...

También es una patada en los huevos tenerla constantemente rondando por la casa, con su cara de princesa... es como Úrsula de la "sirenita"... cuando Úrsula se transforma en princesa y está por casarse con el príncipe... y yo vendría siendo ¿la sirenita?...

En fin... Bert ha estado visitándome todos los días después de sus prácticas de Fútbol y resulta, que la familia de Bert y los Iero se conocen desde hace un tiempo y lo adoran. Frank lo odia. Yo... yo no sé qué sentir. Quiero tanto ser amado, que me atiendan, que me acaricien... pero... ¿puede ser cualquiera?... antes me decía a mí mismo que quería todo eso de Frank, pero hoy por hoy... no sé si valga la pena volver a convertirme en virgen esperándolo... después de todo, soy un adolescente que debería estar como conejo en algún lugar... ¿o no?

- Gee...- el susurro de Bert en mi oído me hace respingar. Sus manos me acarician el estómago, bajo la camisa...mmm...- Gee... ¿por qué no me das una oportunidad?- me giro y lo miro resignado. Vaya manera de bajarme la calentura Bertito.... En menos de una semana hemos tenido esta conversación millones de veces. Siempre le digo que no...- mira, yo sé que amas a Frank, pero tú mismo me has dicho que no es el mismo Frank del que te enamoraste... ¿por qué te impides ser feliz?

- Bert... escúchame...

- No, escúchame tú a mí- me interrumpe y cierra los ojos- dame una oportunidad y date tú una oportunidad. Permítete ser feliz, por una vez... déjame hacerte feliz- sus manos acarician mi rostro e inevitablemente siento que me derrito... tan falto de cariño...- yo, sé que lo amas y que tienen su historia, pero cariño... quizás sea momento de avanzar. ¿qué dices?

Small BumpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora