La vida son una sucesión de momentos, momentos que se graban en nuestras memorias. Algunos son dulces, otros amargos... hay de todo, ciertamente no se puede definir una vida solo de momentos felices, mucho menos podemos decir que hay vidas que solo se basan en tristeza...
Tengo un recuerdo grabado a fuego en mi mente, es quizás una estupidez, pero mi cerebro no lo ha olvidado jamás. Siempre pensé que era un recuerdo idiota, pero hoy le encuentro tanto sentido.
Cuando era pequeño, los jueves solían ser el día en que mi madre y sus amigas se juntaban a tomar el té de la tarde y a platicar de todo lo que acontecía en sus vidas, lo difícil que era criar hijos, llevar un hogar o trabajar y hacer todo eso a la vez.
Me gustaba estar cerca de mamá siempre, así que colocaban para mí un sector donde jugar y que ella pudiese verme, supervisar que estaba haciendo... a diferencia de Mikey, quien se iba a jugar con los hijos de las amigas de mama, quienes tenían todos la misma edad que mi hermano, creo que al ser el más pequeño, tenía que estar donde los ojos de mamá alcanzaran a ver.
Uno de esos tantos jueves, mientras mamá cortaba la tartaleta de frutas que había preparado para la ocasión, una de sus amigas hablo de como su vecina se encontraba sumida en una gran depresión, ya que el hombre del cual ella había estado siempre enamorada se había ido. El problema, es que la mujer en cuestión estaba casada con otro hombre, el cual no podía entender porque la mujer que él amaba lloraba por otro.
Recuerdo que la amiga de mamá relato como su vecina lloraba desde que se levantaba hasta que se iba a dormir, que podía realizar las labores domésticas con normalidad, pero de sus ojos nunca dejaban de caer lágrimas.
Cuando llego la noche y mamá fue a mi habitación para arroparme, le consulte si aquello podía ser real, llorar hasta quedar seco... ella me sonrió y con mucha calma me explico que, cuando el corazón no consigue consuelo... las lágrimas jamás dejan de caer.
Obviamente no lo entendí en su momento, pero hoy... hoy muchos años después, entiendo todo.
La luz se cuela entre las cortinas de mi habitación. Mi cama esta desecha, pero solo estoy yo.
Estoy solo...
Abrir los ojos es como un castigo divino y sin siquiera poder evitarlo, las lágrimas comienzan a salir de mis ojos y rodar por mis mejillas.
La bomba de Frank fue eso... una bomba. A nivel nuclear en mi corazón... y destrozo todo... lo poco y nada que quedaba, lo poco que, en algunas horas, había recuperado. Destrozo mi alma, mi corazón, mi mente, mi espíritu y mi cuerpo.
Me ha dejado sin nada.
Después de esa noticia y de que saliera de mi habitación como un alma en pena, me fue imposible bajar a abrir los regalos. Ni siquiera me excuse, no pude emitir palabras, simplemente me encerré en mi habitación y no permití que nadie ingresara. Ni mi hermano, ni mis amigos, ni Linda ni Cheech... nadie.
Las palabras de Frank quedaron grabadas en mi mente...
**Flash- back:
- Voy a ser padre- mi corazón martilla en mis oídos. Siento la sangre detenerse, el aire me abandona y tengo que afirmarme del borde de la tina para no caer. - no lo sabía hasta hace unas horas atrás. Yo... Dios Gee...cuando vi a Jamia hoy, simplemente le grité que saliera de mi vista, porque después de meses yo por fin recordaba todo y me emputecio que ella, sabiendo todo, sabiendo cuanto te amaba, hubiera jugado conmigo de esta retorcida manera. Así que simplemente la mande al diablo, porque... Dios, de verdad que me siento profundamente traicionado. - lo observo sin créemelo, ¿es acaso una mala broma? - entonces, cuando logro decirte todo, recuerdo que hoy, precisamente hoy es tu cumpleaños y no tengo ningún regalo apropiado y corro por las calles buscando algo amor, algo que pueda representar cuan arrepentido estoy de haberte olvidado y de cuanto lo siento. Estaba mirando por una vitrina unas hermosas paletas y pinceles para que pudieras seguir pintando de la hermosa manera que lo haces y me llamo Jamia. – abro los ojos y lo invito a seguir con un gesto de mi mano, cuando su silencio se vuelve prolongado. Mi voz se fue de vacaciones- entonces, decido que necesito explicaciones...- suspira fuerte y se apoya en la pared. - en cuanto llegué a su casa supe que algo no estaba bien. Jamia no hacía más que llorar sentada en el sofá de su casa y su padre me felicito Gee, así que me gire y con la mirada le pedí explicaciones a Jamia... y ella me mostro esto- me lanza una prueba de embarazo. No me cuesta reconocerla, hace un tiempo atrás yo mismo me hice unas cuantas. El positivo en azul. - sentí que me moría si es que puedo ser sincero contigo, es lo que quería, pero no con ella. ¡Me explico que tiene solo unas semanas y maldición! ¿Qué es lo que hago? No pido que lo entiendas, pero ya perdí un bebé y no puedo ahora hacerme el desentendido... Dios no puedo, ¡es mi hijo o hija y no sé qué hacer... rayos! Si tan solo hubieras luchado más fuerte, me hubieras hecho recordar... ¿Por qué demonios no lo intentaste más?

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Small Bump
FanfictionJoven, con un futuro por delante, arruina todo en una noche. Todo giro nos cambia la vida.