V. días felices.

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-    BASTA LINDSAY!!!- mi grito resuena entre los casilleros del vestuario de hombres. Mi toalla quiere escapar de mi cintura, la tomo como puedo.

Lindsay tiene a Steve contra los casilleros y lo ha golpeado cerca de 4 veces.

-    Nada de basta Gee! Este idiota iba a fotografiarte desnudo, maldito pervertido- le patea con fuerza la entrepierna.- ¡eres un cerdo! ¿¡para qué quieres esa foto cerdo de mierda!? Me das asco asqueroso hijo de perra.

Lindsay lo golpea una vez más y luego lo lanza con fuerza hacia la salida.

-    ¡No quiero volver a ver tu asqueroso rostro maldito mal nacido hijo de puta! Lo veo de nuevo y te matare ¿me escuchas? Te matare.

Steve sale corriendo, tropezando y volviendo a correr en cuento se pone de pie.

Me giro y Lindz ha sacado un cigarrillo y lo enciende. Hago una mueca y ella se ríe a carcajada abierta.

-    No entiendo que quería...- piensa en voz alta- perdona burbujita por el cigarro, pero a mi edad me amaras y seré tu única tía favorita.

Me rio feliz y comienzo a vestirme. Lindz me ha visto muchas veces desnudo, pero somos como hermanos, no hay otro tipo de sentimiento.

-    Supongo que se me está notando el embarazo y quería una fotografía para poder joder cuando fuera el momento. De todas formas... ¿Qué haces aquí?

-    Te cuido, Toro no vino y no puedes andar solo por estos pasillos. Lo siento amigo, pero eres el chico del bulling.- suspira resignada y le da una calada profunda al cigarro, lo disfruta tanto que me dan ganas de fumar también.



-    Supongo que gracias. No sé qué haría sin ti.- le digo sincero y le sonrío.

-    Vamos gordis, ahora nos toca matemáticas- mi estómago se retuerce y me imagino haciendo una mueca de asco. Se acerca y me acaricia la barriga.- tranquila princesa, a mí tampoco me gusta.



****





Hay días felices para todo el mundo, pero la felicidad es efímera, es solo un parpadeo. Como llega, se va... hay que saber aprovecharla, hay que reconocerla y atesorarla.

Eso de que después de la tormenta sale el sol, es verdad. Siempre.

Frank lleva tan solo una semana conmigo, no sé qué somos, no sé si dejo a su novia, si rompieron, si ya no habrá matrimonio, no sé nada.

Lo que si sé, es que ahora mismo, mientras caminamos de la mano por el parque, me siento extremadamente feliz.

Las mariposas vuelan, el día nuevamente es cálido, es agradable estar afuera, tengo un helado en mi mano y en la otra mis dedos entrelazados con unos tatuados.

Mi corazón salta, mi burbujita esta feliz, yo estoy feliz...

-    ¿Quieres otro helado amor?- me pregunta tan dulce y tierno.

-    Frankie, aun no termino este...

-    Te consentiré en todo, siempre- y me besa. Es espontaneo y duradero y siento las miradas de las personas en mí, pero no me importa, si esta Frank no importa nada.

-    Por cierto... hoy tenemos control de los cuatro meses... ¿me acompañaras?- le pregunto mientras acaricio su mano y nos sentamos en un banco, bajo un sauce llorón.

Small BumpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora