–Detective –Grité ni bien lo divisé, tomando un café en su escritorio, al pasar por la puerta. Error, ahora toda la comisaría me estaba observando, debería haber aclarado a quién le hablaba –Detective Espinosa – Le dije ahora a menor volumen y, claramente, más tímido.
–Albert –Me saludó este haciéndome señas con la mano para que me acercara.
–De hecho, es Einstein, señor – Y este me miró serio durante un momento, y luego comenzó a reírse, al parecer de mí, junto con su compañero, con quien finalmente chocó los cinco. Patético intento de una broma.
–Lo se muchacho – Me dijo luego de parar de reírse un poco, y yo solo lo seguí mirando serio – ¡Oh, vamos! ¿Acaso no tienes sentido del humor? ¿No? –Intentó, pero seguí con mi postura; estaba arto de ese chiste –Bien, directo al punto. Muy bien. ¿Qué te trae por aquí? – Me interrogó, mientras se enderezaba en su silla.
–Mi jefe desea saber si ha habido avances en el caso – Mi voz salió cortante y profesional. No venía a este sitio a que se burlaran de mí, ni a intentar hacer amigos, solo venía porque en el trabajo me lo habían indicado.
–¿Cuál caso? – ¿Qué cuál caso? ¿Estaba de broma? Creo que notó mis preguntas mentales, puesto que contestó él mismo su pregunta – Oh, sí. Los rostizados – Y empujó su cuerpo contra el respaldo de la silla, haciendo que esta vagara hacia atrás un par de centímetros, y luego giró para ver su escritorio y abrió un cajón, de dónde sacó un gran archivo – La autopsia ya está lista.
–¿Qué ha dicho el forense? – Le pregunté impaciente, al ver que él no pensaba abrir la carpeta para darme los datos.
–El forense, verás, eso... – Hizo una pausa y miró hacia los lados, hasta que divisó al detective con el que me había dejado en la escena del crimen, yo también me encontraba ahora observando en su dirección, era guapo – Con eso va a ayudarte Rodríguez, es que yo y el forense no congeniamos.
–*cof* Embarazó a su hermana – El detective con el que había chocado los cinco hizo un mal intento de fingir toser y agregó el dato; por lo que se llevó una buena palmada, nada suave, en la cien.
Rodé los ojos, agarré la carpeta y me encaminé hacia dónde Rodríguez estaba peinándose frente a un espejo. No pensaba quedarme a escuchar la tonta discusión que esos dos hombres de mediana edad habían comenzado, como si fuesen chiquillos de instituto. ¿Qué le pasaba a todo el mundo en este lugar?
Me aclaré la garganta cuando llegué a su lado tratando de captar su atención y recibí de respuesta que aguardase un minuto.
Luego de un rato de charla trivial y de sentirme observado por el egocéntrico policía Rodríguez, conseguí un par de datos útiles para mi artículo. Al parecer, según la autopsia, el asesino sería una persona surda y de gran fuerza, que había logrado cortes certeros y cuidados.
Alguien con experiencia, habían sido las palabras preocupadas del detective Santiago.
¿Tal vez se tratase de un asesino en serie? Eso sí que sería bueno para mi carrera, un gran artículo me haría ascender.
Salí de la comisaría, más feliz de lo que había estado en mucho tiempo. Llegué a mi auto, agarré el anotador que me había olvidado y empecé a tomar nota de todo lo que me habían dicho para no olvidarlo.
Una vez esto listo, agarré un marcador rosa de la cajuela y subrayé lo más importante de todo. Las palabras:
"Posible huella parcial del asesino"
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Múltiple [Suspendida indefinidamente]
Mystery / ThrillerAmable. Atento. Calculador. Despiadado. Psicópata. Me han catalogado de tantas maneras que ya no se quien soy. Tengo tantos nombres que nadie sabe cuál es el verdadero. Mi expediente policial dice que es Ángel, pero ese es un secreto que nadie puede...