–Voy a decirte como volver a tu sitio – Por fin algo bueno luego de horas de tortura – Pero no te va a resultar nada fácil – Siempre hay un pero, debí saberlo.
–¿Cómo lo hago y cuál es la complicación? – No me importaba el esfuerzo que requiriese la tarea de salir del lugar, porque tenía que hacerlo a como diera lugar. Benny seguía en mi casa, con mi novio, haciendo quien sabe que cosas.
Sacudí la cabeza, tenía que evitar pensar en ello o me volvería loco.
–Tienes que romper el cristal – ¿Romper el cristal? ¿De qué carajas estaba hablando? Y volviendo a escuchar mis pensamientos, contestó la pregunta que jamás hice en voz alta – Si Matias, debes romper el cristal que divide tu realidad física de la mental – Lo volví a mirar confundido, y luego empecé a mirar a todos lados buscando algo de cristal. En una pared divisé un gran espejo ¿Sería eso? – No está acá.
–¿Y dónde encuentro el cristal? – Me sonrió de una manera tan graciosa que fue obvio que no iba a darme la respuesta a mi nueva pregunta. O era que tampoco la sabía.
–Detrás de la puerta, lógicamente.
–"Detrás de la puerta, lógicamente" – Le repetí a modo de burla sus palabras – ¡No estoy para tus acertijos! ¡¡¿No te das cuenta que estoy desesperado!! – Comencé a gritar, había conseguido perturbar mi estado absoluto de calma, estaba furioso, no con él, sino con quién me había metido aquí en un principio, privándome del mundo, pero daba igual, con alguien tenía que desquitarme – ¡¿Dónde están las putas puertas?! – Y me acerqué a él, agarrándolo de las mangas de su maldito vestido. Y comencé a zarandearlo – ¡¿Dónde?!
–Están allí – Me respondió señalando a nuestra derecha. Y al voltear mi vista, desconfiado, puesto que en esa dirección solo había visto un sillón naranja chillón, ahora logré divisar tres puertas.
–¡Bien! – Le dije soltándolo sin mirar, logrando que terminara cayendo de bruces al suelo, no se en que momento lo había levantado de este. La ira me cegaba – ¿Cuál de todas es? – Pude notar como miraba asustado las tres puertas, y luego volvía lentamente la vista hacia mi.
–Yo... – Volvió a repetir su acción anterior, miró las puertas y volvió a mí – Yo... te juro que no se cuál es la correcta – Genial. La situación cada vez era peor. Pero daba igual. Su miedo me demostraba que no mentía.
–Está bien ¿Y qué pasa si tomo la equivocada?
–Vas a ir a la zona de alguien más y tal vez te sea más difícil hallar las siguientes puertas para salir – Se levantó de dónde yo lo había arrojado y comenzó a sacudirse – Deberías apurarte.
Tenía razón, tenía que salir de mi mente lo más rápido que me fuese posible, debía volver a mi hogar. Fruncí los labios y asentí.
Comencé a caminar hacia las puertas y me las quedé mirando. Y ahora ¿Cuál debía escoger? Voltee la vista y observe a quién, ahora que lo pensaba, no me había dicho su nombre y este solo levantó los hombros. No iba a escoger por mí, eso había quedado claro.
Decidí escoger la tercer puerta, es decir, la que estaba a mi derecha. Tres era un buen número.
Puse mi mano en el picaporte, y lo giré, la puerta comenzó a chirriar mientras la abría lentamente.
–Suerte hermano – Quise responderle, pero no tuve oportunidad, puesto que la puerta pareció emitir una especie de aura magnética y comenzó a jalarme hacia su luz.
Hola, si tiene errores, o faltan las fotos, puedo explicarlo. Tuve que dejar la pc en otro lugar, lejos de dónde estoy ahora, y estoy escribiendo desde el celular. Me costó una vida hacer esto. Pero traté de publicar lo más que pude, en el tiempo que me fue posible.
Supongo que el martes ya estaré de nuevo con mi pc, y podré acomodar todos mis errores.
Así que, omitanlos plis.
Gracias <3
(Si lo desean, el miércoles pueden volver a pasarse por este cap. porque lo más seguro es que lo modifique un poco)
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Múltiple [Suspendida indefinidamente]
Misteri / ThrillerAmable. Atento. Calculador. Despiadado. Psicópata. Me han catalogado de tantas maneras que ya no se quien soy. Tengo tantos nombres que nadie sabe cuál es el verdadero. Mi expediente policial dice que es Ángel, pero ese es un secreto que nadie puede...