17 años atrás...
La pequeña niña entró al cuarto de su madre, aprovechando su ausencia. La niñera dormía en el sillón, ella jamás le prestaba atención, solo se dedicada a hablar por teléfono o a mirar televisión.
Se sentó frente a la cómoda que, al lado de su pequeño y delicado cuerpo infantil, parecía gigante. Tuvo que colocar un par de libros en la silla, para poder alcanzar a ver su rostro en el espejo y tomó el cepillo con sus manitos.
Comenzó a cepillarse descuidadamente, enredando sus cabellos entre los dientes más de una vez en el proceso, y finalizó sonriendo. El resultado, aunque ante la vista de alguien mayor era un nido de pájaros, para ella era perfecto y para quién la observaba, desde la lejanía de la ventana, también lo era.
15 años atrás...
–Me gusta tu cabello – Dijo el niño de piel canela.
–A mí me gustan tus ojos – Le respondió la pequeña que estaba recostada en el banco de esa plaza, con su cabeza apoyada en las pequeñas piernas del niño.
Ambos sonrieron y luego salieron corriendo hacía dónde sus demás amigos jugaban a ladrones y policías.
13 años atrás...
–¡¡Ángel!! – La voz sonaba desesperada, pero el niño ya no escuchaba nada. La sangre se extendía bajo su cuerpo formando un charco cada vez mayor.
–¡Vamos, despierta! – Otra voz, pero esta vez masculina, le gritaba a una pequeña niña inconsciente – ¡Despierta Sally!
–¡Oh por dios! ¡No! ¡No! – Esta era la voz que más fuerte se escuchaba, entremezclándose con todas las demás. La habitación cada vez estaba más llena, la gente cada vez era más. Todo era un lío.
Días después...
–Cariño – Acarició su rostro el hombre de traje negro al verla despertar – Sally amor, pensé que no iba a volver a ver tus bellos ojos – Y comenzó a llorar de alegría.
–¿Qué...? – Comenzó la niña al verlo.
–Estás en el hospital, tranquila – Sonrió para reconfortarla, luego de secarse las lágrimas.
–¿Usted es mi doctor? – Preguntó la niña confundida al verlo, por fin, tras lograr enfocar su vista.
–Sally, soy tu padre – Le dijo sintiendo como la desesperación comenzaba a cubrirlo. ¿Por qué no se acordaba de él?
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Múltiple [Suspendida indefinidamente]
Misterio / SuspensoAmable. Atento. Calculador. Despiadado. Psicópata. Me han catalogado de tantas maneras que ya no se quien soy. Tengo tantos nombres que nadie sabe cuál es el verdadero. Mi expediente policial dice que es Ángel, pero ese es un secreto que nadie puede...