–¿Y cómo vas a encontrarlo? – Seguía insistiendo mi hermana mayor.
–Daniella, ya te dije que no se – Me estaba fastidiando cada vez más su presencia, se supone que había venido a ayudarme no a agobiarme – Solo se que no voy a volver hasta encontrarlo.
–No puedo creer que no sepas dónde está su estudio – Siguió con lo que venía diciéndome hace días.
–Ya te dije que me lo dijo una vez, pero no lo recuerdo – Era verdad, él solo me había dicho una vez dónde era su estudio en Chicago, pero yo jamás había ido, ni vuelto a preguntar sobre ello. Nunca me había molestado en conocer los detalles de su trabajo, y ahora me arrepentía. Había sido un novio terrible.
–¿Seguro no quieres que vaya con vos?
–Por millonésima vez, no. Tenes una familia con la que estar, yo puedo encontrar a Matias solo.
–Bien – Me dijo dándome un abrazo para despedirse de mí, tenía que volver a su trabajo – Espero puedas encontrarlo, ese diablillo te debe una buena explicación – Amagó a marcharse y luego volteó nuevamente hacia mí – No te olvides de llevar ropa abrigada, me han dicho que allá el frío es peor – Ella era peor que mi madre.
–Si mamá – Me burlé de ella.
–Vale, vale. Ya entendí. Me marcho. Suerte – Y desapareció por el pasillo. Sentí la puerta abrirse y nuevamente su voz – Te quiero – Le grité un "yo también" en respuesta y seguí armando el bolso, mi vuelo salía en pocas horas.
Habían pasado ya dos semanas desde que Matias había decidido esfumarse de mi vida. Dos semanas en las que solo me la había pasado llorando y llamándolo sin obtener jamás una respuesta. Dos semanas durmiendo en su lado de la cama, abrazando su almohada y usando su remera de Aerosmith como piyama.
Dos semanas de desesperación, de no saber si estaba bien. Había estado sin él muchas veces, y por mucho más tiempo también. Pero eso era diferentes, todas esas veces siempre supe que él iba a volver a mí, que mis brazos iban a volver a acariciar su cuerpo, que mis labios iban a volver a besarle. Pero esta vez, él se había marchado para siempre.
No podía permitirme el perderle. Él era todo lo que mi existencia tenía. Él era todo lo que conocía. Él era mi hogar. Y sabía que yo era el suyo, sabía que no quería dejarme, que lo había hecho por seguir sus ideas idiotas sobre cuidarme. Pero ¿cuidarme de qué?
Su vida no dejaba de crear amenazas imaginarias. Él me necesitaba, tanto como yo a él. Alejarnos jamás sería una solución.
Él lo sabía, él tenía que saberlo. Solo que por algún motivo, lo había olvidado.
Había olvidado que la palabra cuidarse significaba estar juntos y no separados.
Había olvidado que cada uno aplacaba las adicciones del otro.
El día anterior, mientras revolvía las cosas que Matias había dejado atrás, había encontrado una carpeta con papeles. Del apuro, tenía que haberla olvidado, porque no parecía algo que uno dejaría atrás al desaparecer.
No le había dicho de mi hallazgo a Daniella, pero entre los documentos, había encontrado un registro propietario de una fábrica. No quería contarle a mi hermana que Matias me había ocultado cosas, sabía que ella lo adoraba, aún cuando hoy estaba furiosa con él por dejarme. No quería que ella ya no lo quisiera más.
Antes de ayer, no tenía idea de la existencia del lugar, pero era una pista.
Era el sitio al que planeaba ir a preguntar primeramente al llegar a Chicago.
HOLA ♥
Escribo esta micro nota para decirles que próximamente voy a cambiar algunos pequeños detalles de la historia. No se preocupen, luego les diré qué cambié así no tienen que volver a leer. Son solo cosas insignificantes que no afectan en nada a lo que ya leyeron.
Por ejemplo, voy a cambiar los nombres de las ciudades que use a unos que he inventado yo. Más que todo para poder inventar cosas que necesito meter en la trama, y que estas ciudades que ya uso no disponen de ello. xD
Y para quienes llegaron ya a este capítulo...
¿Qué tal va la historia hasta ahora?
Ya se, la mayoría me odia por separar a Pablo y a Mati. Pero igual yo los sigo amando ♥
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Múltiple [Suspendida indefinidamente]
Misteri / ThrillerAmable. Atento. Calculador. Despiadado. Psicópata. Me han catalogado de tantas maneras que ya no se quien soy. Tengo tantos nombres que nadie sabe cuál es el verdadero. Mi expediente policial dice que es Ángel, pero ese es un secreto que nadie puede...