Saga meses del año III: El intercambio de octubre.

XIX: Las cartulinas de colores.

EVAN.

Después de haber hecho yo la comida y de que a Julieta, Miane y Jaden les tocase limpiar la casa, me dirijo a la habitación de Jaden, lugar en el que duermo, y cierro la puerta. Me acerco al escritorio, abro un cajón, saco una carpeta roja, lo cierro y me siento en la silla que hay justo apoyada a este. Abro la carpeta, saco once cartulinas de colores distintos y los pongo en el escritorio.

Hace tiempo decidí apuntar en cartulinas todos los datos que supiese sobre los once guardianes. Miane, Julieta y Jaden no son conscientes de esto.

Por ejemplo, hoy, mientras íbamos caminando con Lucky, hemos encontrado un cartel de busca y captura de Fernand Javios, el guardián de Februs. Hasta esta mañana no sabíamos su nombre, aunque Julieta nos comentó que era un hombre porque Damian se lo dijo a ella y a la guardiana de Septembrus. También sé que Fernand Javios tuvo una conexión con Miane y Julieta aunque no se dejó ver. Apunto que aparenta más edad y que es moreno de ojos marrones.

En la cartulina verde tengo puesto el nombre de Abby Failder. De ella solo sé lo que Jaden contó en su relato del fracaso; que huyó de su residencia francesa y al final fue encontrada, teniendo que hacer por ello una misión de perdón en la antigua Rusia.

En la cartulina azul tengo puesto a Maya Bosey. Nos conocimos por la conexión, no en persona, y fue la que evitó la muerte directa de Miane. Íbamos a quedar con ella el quince de marzus pero no fue posible. Sé, por el relato de Jaden y Miane, que fue capturada pero huyó.

En la rosa tengo información sobre Augustus Ruco, aunque no sé nada sobre él por mí mismo. Lo único que tengo apuntado son datos que Julieta me ha ido comentando a lo largo de los días que hemos pasado juntos; que le encantan los chistes malos y que sabe cosas sobre los libros.

En la grisácea sucede lo mismo que con la rosa. La información que tengo de Sera-Masumi Muz es que estudiaba astrología, que es muy perfeccionista y que sabe cosas sobre los libros.

En la marrón no tengo nada, aunque creo que Miane nos oculta algo, ya que el otro día saqué el tema del guardián de Octumbrus y Julieta y Evan se mostraron curiosos por saber si sería chico o chica, pero Miane se mantuvo distante. De todas maneras, con lo bien que se llevan esas dos me extraña que Julieta, en el caso de que Miane realmente sepa algo sobre este guardián, no sea consciente ni de un dato. Como se le da bien aparentar, quizá lo ocultase.

En la blanca tengo información sobre Nixie Yass, que es, básicamente, que huyó junto a Maya Bosey y que es la enamorada de Jaden. Tanto ella como yo nos conocimos por la conexión y sé que es valiente y sabe manejar armas.

En la negra hablo de Damian Colderini, al que conocí por la conexión cuando me advirtió sobre los traidores que viven en los planetas, además de que le salvó la vida a Julieta, de que será importante porque Julieta lo presintió, y que le cuesta controlar sus palabras. Me pregunto cómo supo que incluso en los planetas hay traidores.

En la cartulina amarilla hablo sobre Miane. Ella aún no lo sabe, pero el causante de que Edif fuese a salvarla fui yo y solamente yo. Le tengo mucho cariño aunque a veces no lo parezca, y si una vez hice lo posible para salvarla ahora tengo claro que lo haría mil veces más.

Lo mismo puedo decir sobre Julieta, aunque en la cartulina morada tengo puesto que es sensible, que tiene un coche que habla llamado Ruedas y que su primo, Argel, es un convicto que quiere matarnos a todos.

Y, por último, en la cartulina dorada tengo los nuevos datos sobre Jaden; le conocí cuando yo no sabía que era un guardián, está enamorado de Nixie Yass y su libro se lo ha llevado alguien desconocido.

Son datos estúpidos que no vienen a cuento, pero a mí me ayudan a saber mejor cómo es cada uno. Más o menos. Porque puedo hablar perfectamente de los que he conocido, pero, ¿y de los que no? Qué será de ellos? Y lo más importante...

¿Cuál de las seis será la convicta más joven de la historia? No les he dicho ni a Miane ni a Julieta que sé que la convicta más joven de la historia es una guardiana, así que podrían ser perfectamente una de ellas dos. El problema de saber que cada día nuestras vidas se reescriben en LRMIDM, lo cual tampoco se lo he dicho a ninguna de las dos, es muy problemático. Y si por encima contienen frases que pueden ayudarnos...

No me extraña que quieran destruirlos.

¿Quién habrá eliminado mi libro? ¿Habrá sido Augustus Ruco? ¿O quizá Sera-Masumi Muz? ¿Puede haber sido un error de Nixie Yass? ¿O puede que Maya Bosey fuese la causante de mi nuevo tatuaje? Pero está claro que uno de ellos cuatro ha sido, porque si han descubierto que quieren que los libros sean destruidos justo cuando huyen...

Quizá Sera-Masumi Muz sabe cosas sobre LRMIDM porque es la convicta más joven de la historia y, en un acto de confianza máxima, se lo ha dicho a Augustus Ruco. Quizá no lo es ella y lo es Abby Failder, chica a la que yo no conozco en absoluto.

Sea lo que sea, siento que estoy aproximándome a la verdad, pero que aún me quedan por resolver varias piezas del puzzle.

Junto las cartulinas y las vuelvo a guardar en la carpeta roja. Me quito las gafas y las limpio malamente con la camiseta para volvérmelas a poner.

Hay tanto que desconocemos de nuestros aliados, que me da hasta miedo pensar lo que pueden llegar a esconder nuestros enemigos.

Llaman a la puerta así que guardo rápidamente la carpeta roja en el cajón de siempre. Miane entra justo cuando estoy fingiendo que me ato los cordones de los zapatos.

—He propuesto que esta noche hagamos una fiesta a lo grande, ¿qué opinas?

—Que eso NO es recomendable —la miro a los ojos y ella se encoge de hombros.

—Te lo preguntaba para quedar bien, así que me da igual lo que digas. Todos excepto tú estamos de acuerdo.

—Lucky está enfermo —recuerdo como pretexto para que no hagan nada.

—Pues es el primero que ha querido —apoya la cabeza en el marco de la puerta y me mira con cara de no haber roto jamás un plato—. Anda, hombre. ¡Quizá mañana me muera!

—No te vas a morir —ruedo los ojos.

—Eso tú no lo puedes saber.

—Sí puedo. No noto ningún peligro para nosotros, en concreto para ti.

Aunque realmente me da cosa que esté fallando. ¿Y si resulta que sí estaremos en peligro? Como mi problema es que no puedo saber cuándo lo estaremos, quizá segundos antes note algo y no sea capaz de remediarlo. Es el problema de saber lo que causará el peligro, pero no la fecha.

De todas formas, no quiero preocuparla ni a ella ni a los otros.

—Evan, no necesito que me protejan pero... Si se diese el caso de que me urgiese, ¿tú me ayudarías?

—No sé a qué viene esa pregunta —me levanto de la silla y la arrimo al escritorio. Voy hacia la ventana y la abro para que entre el aire—. Yo a ti te protegería. Siempre.

—¡Bueno, chico! —Miane se ríe y giro levemente la cabeza para observarla de refilón—. Quizá aún te sientas culpable por habernos tachado de acosadoras a mí y a Julieta, pero de verdad. Te lo he dicho mil veces. Era comprensible que pensaras así de nosotras, no nos debes nada.

—Ofu... Pues si lo que quieres es que te ayude solo una vez en toda nuestra vida, eso haré. ¿Contenta?

—Al menos se te quitará esa tonta idea que tienes en la cabeza de que nos debes algo.

Miane se va de la habitación y suelto un suspiro largo.

Si la salvaría siempre no es porque sienta que le deba algo, que no es así en absoluto pero he tenido que fingir que sí. Si digo que lo haré es por el cariño que le he cogido en este corto periodo de tiempo y porque está en la misma situación de mierda que yo. No se merece morir solo porque haya gente que le tenga asco a los doce planetas. Ninguno de los doce nos merecemos eso.

Nos merecemos vivir hasta la vejez. 

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