XXI: Hacerse felices mutuamente.

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JADEN.

No he podido pegar ojo en toda la noche. Lo que ha sucedido con Lucky me ha afectado para mal, y si a eso le añadimos que tengo miedo de perder toda oportunidad de saber sobre Nixie, el resultado es un Jaden tenso. Muy tenso.

Miane y Julieta salen del cuarto de baño con pelucas y gafas de sol. Incluso se han oscurecido la piel con un maquillaje exclusivo de Marzus que Miane se trajo consigo desde su casa.

-Muy guapas -les digo por decirles algo.

-¡Lo sabemos! -exclama Miane con alegría.

-Bueno... Tú al menos sí, porque yo...

-¡Tú estás incluso más guapa que yo, so tonta! -replica Miane, dándole un beso en la mejilla con cuidado.

-Odio ponerme lentillas...-murmura Evan, que viene del otro cuarto de baño que tenían en su casa.

Miane corre a estirarle los mofletes, silbando. Él entrecierra los ojos a modo de mueca de desagrado, así que ella le da dos tortas flojas en broma.

-Así se te ven mejor los ojos grises. ¡Son muy bonitos!

-Es un color muy poco común -dice él con orgullo.

-Sabéis lo que tenemos que hacer, ¿no? -les pregunto, aunque la idea ha sido de Evan.

-Sí...

Evan carraspea y se dirige hacia la puerta principal. Nos hace un gesto con la mano para que le sigamos.

Ahora todo depende de nuestros dones.

Caminamos por la calle separados, pero no mucho. Queremos dar la sensación de que vamos al mismo sitio pero que somos totalmente desconocidos. Ese es el primer paso, y, para que podamos pasar al segundo, Evan debe ser el primer en entrar en el lugar.

Evan se hará pasar por un convicto enurense que está en Nigeria para advertir a los del edificio sobre el avistamiento de su guardián -es decir, él mismo -en las afueras de la ciudad. Una vez que él, con su ingenio, haya logrado sacar a los veteranos de la gran sala que tienen, Miane irrumpirá en el edificio quemándose viva -ya que a ella no le afecta el calor -y gritará, antes de desmayarse aposta, que hay fuera guardianes que la han atacado.

Julieta y yo, con todo el alboroto, nos colaremos en la sala y bajaremos al lugar donde archivaron mi caso. Como es muy arriesgado llevárnoslo, lo leeré y ella buscará información sobre Augustus Ruco y Sera-Masumi Muz, ya que Evan cree que puede haber algo sin lugar a dudas. Una vez que yo haya recuperado mis memorias, Julieta provocará un apagón y nos encerrará a los cuatro dentro. Julieta usará el mismo método de huida que usó en su intento fallido y estaremos con Evan y Miane, que se habrán encargado de todos y los cuatro huiremos en un robot.

Es decir, casi todo el plan que Evan ha montado depende de Julieta. Estamos aquí por una causa, y ella es la única que puede hacer que la consigamos con una huida magistral. Si todo sale bien pero no logramos huir por Julieta, entonces estaremos acabados.

Confiamos en ella.

Llega un momento en el que estamos tan próximos a la residencia que Miane, Julieta y yo nos tenemos que esconder tras edificios cercarnos. Evan prosigue su camino sin mirar hacia atrás y se queda quieto enfrente de la verja. Pone su dedo y se le concede el paso gracias a que Julieta tuvo la genial idea de introducir nuestras huellas dactilares en el registro.

Tal y como Evan nos recomendó, esperamos diez minutos exactos antes de hacer algo.

-No podemos tardar mucho en armar jaleo, así que mejor vayamos comenzando ya.

Saga meses del año III: El intercambio de octubre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora