XXXV: Opiniones contradictorias.

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FERNAND.

Estamos tensos, pero no porque sea el último día de marzus. Más bien la culpa la tienen Odell el desobediente y Maya la odiosa.

Odell nos ha citado a todos en el salón –que oficialmente es el lugar de reunión – para comentarnos algo relacionado con el cuatro de aprilis. Dice que no lo ha hecho antes porque Maya no le hacía ni caso por alguna extraña razón que él no comprende, y que quería esperar un par de días.

Yo si fuese él ni me molestaría en intentar comprender a esa tipeja.

—¿Qué es lo que pasa? —inquiero, apoyándome en el respaldo del sofá.

—Tuve una conexión en la fiesta, y esa persona me dijo que el cuatro de aprilis planeaban atacar este sitio porque saben el lugar exacto en el que OS encontráis vosotros tres. No deben saber, en cambio, que Maya y yo...

—Ese estúpido de Argel —murmura Maya con desdén—. Desde que le dije que iba a venir al antiguo país francés he estado pensando en sí la cagué...

—Pero este sitio es muy grande.

—La única manera de que sepan con exactitud el lugar en el que estamos es, nada más y nada menos, por la chivata de Bethany —me levanto.

Salgo del salón, me dirijo a la habitación de Bethany, le agarro el brazo con fuerza y la obligo a caminar hacia donde se encuentran los demás. La empujo hacia dentro y cierro la puerta casi de un portazo. Si no lo he dado ha sido por la mirada de advertencia de Abby.

—¿¡Pero qué haces!? —pregunta, asustada.

—Eres una traidora —Maya le responde con frialdad—. Nos has vendido.

—¡Bethany jamás haría eso! —Odell salta en su defensa, inútilmente.

—Sabía que hice bien en negarme a darle cobijo, ¡lo sabía! —digo con aires de grandeza y satisfecho conmigo mismo—. Os advertí de que nos la metería bien doblada por detrás. ¿Y quién me hizo caso? Ah, esperad. ¡Ninguno!

—Yo no he hecho nada... Por favor, tenéis que creerme.

—Tu novio te mandó al antiguo país español para que nadie te viese y tú no sufrieses ningún daño cuando intentasen matar a Abby y secuestrarnos a los demás —aventura Maya, que es, sorprendentemente, lo que estaba pensando yo.

—¡Ella tenía a mi prima, y te recuerdo que se la llevaron! —exclama Odell, aún a su favor.

¿Es que está tan cegado que no se da cuenta de que Bethany es mala persona? Es la única que ha podido decir nuestro paradero EXACTO. Es muy probable que pactasen el secuestro seguro de su prima.

Los mejores amigos de nuestra infancia NO son de fiar. Desde que Piter me traicionó lo sé. Para mi personas como Yolimenta, Bethany, Piter e incluso el chico ese que intentó matar a Maya cuando era más pequeña tendrían que estar muertos. No se merecen un hueco en este mundo por traidores.

—Creo, sinceramente, que no es momento para discutir —dice Abby—. Da igual cómo lo hayan descubierto. Tendremos que huir de aquí sí o sí.

—Todos decís ser nuestros mejores amigos hasta la muerte, pero lo único que hacéis es traicionarnos. ¡Sois escoria! Os manejan a su antojo sin que os deis cuenta, como si fueseis simples animalitos.

—Nunca creí que fuese a darle la razón a ese ser, pero tiene razón —dice Maya, haciéndose crujir los nudillos—. Pobre Julieta... ¿Qué opinaría ella de ti?

—¡De verdad que no he hecho nada! —Bethany rompe a llorar debido a la presión.

Victimismo puro y duro.

Saga meses del año III: El intercambio de octubre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora