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La llemas de los dedos recorrieron mis labios y la imagen de Taylor volvió a mi memoria. Apreté el volante y di un golpe con fuerza en la puerta del auto.
Removí mi cabello con molestia al saber que después de todo se iría.
Mire la inmensa carretera frente a mi. Había actuado de la peor forma y sentí remordimiento. Pero tenerla entre mis brazos había sido lo que había estado esperando.
Resolvió la duda que crecía en mi cabeza. No estaba con ella por que su voz era parecida a la de Elena. Taylor me exitaba y la forma en la que me miro mientras la hacia mía jamas la olvidaría.
Una promesa era una promesa. La chica debía marcharse lejos de mi, podía soportado mientras sabia que había sido mía y que lo había disfrutado.
Sus palabras se atascaban en mi memoria ( Elena intento dañar a Caleb ) Sonreí ante su acusación. Si se había atrevido a tocarle un solo cabello yo mismo la devolvería a donde pertenecía.
Tome el celular y marque su numero. Me extraño que no contestara de inmediato.
Tarde como media hora en volver a casa, al entrar me encontré con un silencio rotundo, me deje caer en el sofá y puse los ojos en el techo.
La respiración de Taylor mientras la hacia mía parecía mas viva en mis recuerdos de lo que deberia. Al abrir los ojos mi respiración era agitada.
Fue en ese momento cuando entendí que debía tenerla en mi cama una vez mas sin inmortar lo que costara.
Junto a mi el celular sonó - Ronald - dije al instante - donde esta todo el mundo.
Un respingón por su parte y supe que sucedía algo grave. - Cassiel juro que intente que no se la llevara. - gimio con dolor - pero estoy herido y no podía defenderla.
- De que mierda hablas - grite de inmediato.
- Elena...
Me puse de pie y apreté los puños - quien la tiene.
- No sabría decirte, pero la niña esta conmigo.
Asenti y colgué la llamada. Camine a la salida y comencé la búsqueda de mi mujer.
Luego de 3 horas de búsqueda no di con ella, esto era estúpido primero se llevaban a Taylor y ahora a Elena.
Al llegar por Ronald lo vi sangrando y con la cara irreconocible. Negó entrando al coche con un arma en las manos. La pequeña estaba dormida. Mis ojos la revisaron lo mas rápido posible y luego enprendi la marcha.
- También tienen a Jasper, donde demonios estabas. - grito mirándome.
Negué recordando a Taylor. - atendiendo unos negocios.
