Capitulo 41 ( Taylor)

958 92 6
                                    




           Al llegar a casa me percate de Caleb recostado junto a Cassiel. En mis recuerdos busque desesperadamente alguna cosa que me hiciera ver que lo que hacia o lo que le haría al padre de mi hijo era incorrecto.

Lo único que había encontrado era llanto, gritos y a mi madre muerta frente a mi.

Respire un poco de aire frío uno que me llevaba a la realidad acabar con Cassiel era lo único real y correcto.

Force una sonrisa y lo mire observé su perfecto rostro y lo vi sonreír con amor al pequeño junto a él,  beso su frente y lo llamo hijo.

Era su hijo,  su sangre y era el monstruo que tocaba a la puerta todas las noches en mis pesadillas.

Me quede de pie observando tal vez lo único que pudiera recordar de el aquella sonrisa que le dio a Caleb. Reconfortante y tranquila. 

Sus ojos me miraron tan profundo como real. 

- Llegas temprano - sonrió en mi dirección,  Cassiel era capaz de sonreír como si fuera su persona favorita sobre la tierra.

Sentí lágrimas en los ojos,  amor, el amor era algo demasiado complicado y más si el estaba involucrado.

- Queria pasar el resto del día contigo.  - asintió sonriendo nuevamente y en el transcurso de aquella sonrisa mordió su labio y levanto una ceja.

- Estas hermosa.  - malditamente perfecto y egoísta.

- Si viene de tus labios lo aceptare sin objetar - alargó su mano derecha invitándome a unirme a ellos junto a la chimenea.

Me llene de valor y me acerqué,  sus manos recogieron mi cintura y sus labios acariciaron mi oído - en dos días Caleb cumple años,  quieres que prepare algo especial. - negué de inmediato tan rápido que me sentí mareada.


- Eso no hará falta - susurré ( no estaremos aquí Cassiel ) ahogue las palabras y un nudo se formo en mi garganta.  Realmente estúpida.


- ¿ Como te fue en el trabajo ? - sus labios recorrieron mi cuello y mi respiración se aceleró nerviosa y asustada.

- Ningún Problema...
Mentirosa realmente jugaría a este juego.

Mis ojos se concentraron en la sortija en su dedo.  La necesitaba si quería vivir en paz lejos de todo.  Tome su mano entre mis dedos y este me observo.

- Esta todo bien preciosa - levante la mirada demasiado cerca.

- Tal vez llegara un momento en el que necesite tu sortija - susurré con terror.

Me observo sin poder evitarlo mi cuerpo tembló. Se llevo mis labios a los suyos y me beso apasionadamente.  Busque aire y lo mire, tomo la sortija y me la dio. 

- Es tuya - la tome entre mis dedos.

- No me preguntaras - negó tomando mi rostro y acercándome a él.

- Se que la necesitaras, estoy claro en algo Taylor - lo mire asustada - se la pondrás a mi hijo y el será el rey cuando crezca. ¿Cierto?

Mire al pequeño junto a nosotros,  como explicarle a Cassiel que aquel niño jamás conocería ni tendría recuerdos de el. Que lo que pedía era algo que no estaba dispuesta a aceptar. Caleb jamás seria como Cassiel.

- Haré lo mejor para el - le asegure asintió introduciendo su rostro en mi cuello.

- Se que lo harás.


CassielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora