Cassiel

Capitulo 38 ( Taylor )

                   Habían pasado horas las miradas se cruzaban y la angustia cada segundo me aterraba mas. Mis manos se acomodaron en mis piernas y apreté los puños. Mi vista se concentro en Elena sus ojos me recorrieron y luego sonrió apreté la mandíbula y camine en su dirección. A lo lejos pude sentir la mirada de Daimon.

- ¿ Que demonios haces aquí ? - Elena me observo.

- Podría preguntarte lo mismo no crees. La razón por lo que no lo hago es porque se que Cassiel te invito.

Di un paso al frente por un motivo desconocido su respuesta me estaba alterando.

- Supongo que te sentirás un poco decepcionada al ver a Cassiel conmigo.

Elena dio un paso al frente - Decepcionada no seria la palabra adecuada niña. Cassiel y yo hemos estado juntos mucho tiempo lo conozco demasiado como para saber que solo esta contigo por que te haces la difícil.

El primer golpe había dejado a todos en silencio. Elena me miro sorprendida - Jamas toques a mi hijo - susurré acercándome a ella - si vuelves a intentar hacerle daño te matare.

Cassiel comenzó a caminar en nuestra dirección y vi a Sara  a lo lejos interponerse en su camino - yo creo que deberías quedarte donde estas - le dijo en voz firme.

- Sabes Taylor  también disfrute teniéndolo en mi cama, pero creo que que disfruto mas con Daimon. Tu hermano me toca de una manera realmente deliciosa.

Mis manos se enredaron en su cabello y la arrastre a la pared golpeando su cabeza contra el cuadro de cristal. Un grito salio de esta, todos a mi alrededor intentaron llegar a nosotras pero en aquel momento no hubo una sola persona dispuesta a intentar salvarla.

Mis manos se mancharon de sangre tome su rostro entre mis dedos y lo apreté esta sangraba y su nariz estaba rota. La mire un largo minuto sentí dolor al pensar que Daimon había estado con ella.

- Solo tienes que preguntarle - susurro esta.

Apreté mi agarre y la lance contra las mesas provocando un completo desastre en el lugar, me lance sobre ella y comense a golpearla con todas mis fuerzas. Lo único que lograba escuchar eran mis propios gritos.

- Taylor basta - las manos de Daimon me sostuvieron y me alejaron.

Me gire hacia el y le pegue en el rostro una cachetada tan fuerte que su labio sangró. Me aleje de un empujón y lo mire rabiosa, molesta.

- No me toques - levanto las manos y asintió.

Mis ojos lo recorrieron era mi hermano, lo único que tenía, yo le había fallado y el a mi quizás por eso dolía tanto.

- Tranquila - susurro asustado por mi comportamiento - soy yo. - mis ojos se llenaron de lagrimas realmente lo había echo.

- Me mentiste - negó - mira lo que hice - mire mis manos llenas de sangre y mi respiración agitada desapareció.

- Hablemos - levante la mirada - yo no te lastimaria jamas.

- No quería matarla - dije sin aliento el cuerpo de Elena descansaba en el suelo inmóvil.

- Lo se preciosa, lo se.

- Taylor - la voz de Cassiel me saco del aturdimiento. - nena ven conmigo - lo mire con miedo ese miedo que recorre tu cuerpo cuando sabes que ya no hay vuelta atrás.

Daimon negó sosteniendo mi brazo - ni lo sueñes - deje de respirar.

- Daimon sueltala  - la voz de Cassiel se torno firme.