Capítulo 43

653 51 3
                                    

Me levanto adormilada por los ruidos que vienen desde el otro cuarto.

Salgo en pijama y me encuentro con Erick. El clava sus ojos en mi inmediatamente y me escanea de arriba hasta abajo, al parecer por llevar pijama.

—Te ves sexy en pijama. —Me dice y no puedo evitar sonrojarme, lo evito y al pasar me toma del brazo.

—No te han dicho que es de mala educación 
No dar las gracias cuando te hacen un cumplido? —Me susurra al oído provocando que se erice mi piel.

—No, no me lo han dicho y mas si a mi no me apetece contestar. —Replico y el me mira con una sonrisa traviesa.

Como puede ser tan sinvergüenza? La última vez que hablamos no terminamos muy bien que digamos.

Cuando estaba a punto de decirme algo más despierto.

Si, era un sueño.

Hago lo habitual de todas mis mañanas y salgo de mi cuarto.

Me encuentro con Chris en el pasillo.

—Mar, hay una chica llamada Alanna que está llamando y dejó dicho que está llegando, no se de donde. —Dice él cruzándose de hombros.

—Es en serio? —Pregunto emocionada.

—Sí. —Dice Chris mirándome con el ceño fruncido.

—Voy.. A hablar con ella, es mi mejor amiga. Permiso. —Me retiro y Chris asiente.

Cuando voy a coger el teléfono encuentro la llamada cortada.

Me pregunto quién lo habrá hecho, porque Chris me dijo que Alanna me estaba esperando y ella no me iba a colgar, además se nota que la colgaron desde acá.

—¡Ay no! No puede ser! ¿Eras tú? ¿Tu estabas hablando por teléfono? —Pregunta Silvia con la cara de que ella no sabe absolutamente nada. Me dan ganas de agarrarla por el pelo y trapear con ella.

—Tú lo colgaste? —Pregunto y ella asiente con detenimiento y su carita de yo no fui.

—Si, pero por favor no te enojes Mar, no fue a propósito, creeme. —

—Descuida, está todo bien. —Pongo los ojos en blaco marchándome de ahí antes de partirle la cara.

Es que me contengo demasiado, si no estuviera en esta casa ya le hubiera dado una paliza, pero no quiero armar un pleito aquí por respeto a Ricky. Y porque tampoco soy el tipo de persona que anda peleándose con nadie, pero si me buscan me encuentran.

Me encuentro a Luisana con Yashua. ¿Yashua?

Se supone que si venía era a buscarme a mi y está con Luisana, serán amigos?

Él y yo tampoco terminamos muy bien que digamos.

Flashback de anoche:

—Mar.. —su cuerpo está rígido y lo veo dudar al decir algo, cierra la boca y decide no decir nada.

—Me voy. —Dice y yo no digo nada. Es lo mejor que puede hacer.

Tomo una bocanada de aire tratando de respirar bien y pensar todo con calma.

Hice mal? Pero es que él se pasó. O sea me besó y el y yo somos amigos.

Pero debo admitir que yo no estaba intentando detenerlo. Y que también cuando el me besó a lo último por un momento me imaginé que era Erick y sus labios que se mueven tan ágiles que estaban sobre los míos. Pero no, era Yashua.

Joder, debe ser duro que estés besando a una persona y esa persona esté besándote pero en realidad deseando a otra.

Por eso decidí no frecuentarme mucho con él, me alejaré y creo que el ha dado el primer paso.

Lo miro y el rostro de él cambia en cuanto me ve. Se ve incómodo.

—Hola Mar, como has estado? —Me pregunta Luisana con una sonrisa.

—Un poco cansada, pero muy bien y tú? —Le digo pasandome las manos por el pelo.

—Pues ya ves, tenía mucho sin verte. —Asiento.

—Voy a la cocina por los helados Yashua, me esperas? —Ella le pregunta y el asiente.

Le habrá contado de nosotros Yashua?

En cuanto ella sale de la sala yo camino hacia el pasillo y Yashua me detiene.

—¿Que haces? Puedes soltarme? —Le susurro para que nadie nos oiga.

—Mar, tu y yo tenemos que hablar. —Emite y frunzo el ceño.

Y ahora qué?

—Yo no tengo nada que hablar contigo, creo que la última vez que hablamos fui bastante clara, además por favor, si tu tuvieras vergüenza ni me hablaras. —Le reprocho queriendo gritarle pero hablo lo mas bajito que puedo.

—Está bien Mar, lo admito, me comporté como un idiota, por favor te pido que me perdones.

Ese idiota.

—Me dijiste que intentaríamos conocernos, yo te dije lo que sentía y sin embargo no te importo y apresuraste las cosas.

—Eso lo sé, Mar. Fui un idiota y te pido que me perdones, pero si algo debo decirte es que no me hagas sentir tan culpable, ya que eso que pasó anoche tú pudiste evitarlo pero sin embargo te dejaste llevar y yo.. Mar te sentí.. —Lo interrumpi.

Es que como se atreve a estar diciendo estas cosas? Y es que en parte tiene razón, yo pude detenerlo pero quise probarlo, quise sentir sus labios sobre los míos..

Pero en fin, uno no siente algo por dos personas, me confundí y me deje llevar y punto.

Ashgg, en verdad me siento muy confundida.

—Bueno ya basta, Yashua! No se de que hablas. —Hablo desviando la mirada.

Cuando estoy a punto de decir algo llega Luisana. Pero no se hace presente, sino que se queda tecleando algo en su teléfono sin prestar atención a nosotros.

—Te quedarías a comer helado, nena? —Me pregunta haciendo puchero.

—Pero es que tu eres tonto o te haces? Que no me digas así, idiota. —Espeto enojada y el imbécil sonríe.

—Ya, Marianella. —Dice levantando las manos en son de paz y canturreando mi nombre. —Lo fulmino y a la vez me sorprendo por haberlo escuchado decir mi nombre.

O sea aquí todos me llaman por mi sobrenombre.

—Que hacen, chicos? —Habla Luisana con los helados en sus manos, son dos.

Y esta de donde saco estos helados? Mierda, no me había dado cuenta que los traía.

Ella me mira y al parecer se percata de que no trajo para mi, pero es que ella seguramente pensó que ya me había ido.

—Bueno chicos, los dejo. —Digo poniéndome de pie.

—Espera Mar, a donde vas? —Me pregunta Yashua.

—Afuera, estoy esperando a alguien. —
Miento.

Salgo y me encuentro con una chica pelirroja de pelo ni muy largo ni muy corto, con un vestido muy ajustado azul marcando sus curvas y a su lado con un chico alto de ojos marrones y cabello castaño, que viene junto a una chica y traen sus manos entrelazadas.

No lo puedo creer !

Dije que esperaba a alguien pero había mentido, no sabía que vendrían ahora.

Gracias por leer y votar.

¿Un Famoso Se Podría Enamorar De Su Fan ? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora