-No crees que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas? -Dijo fingiendo tono juguetón, pero podía notar el temor alineando su voz y en sus ojos.
¿Qué ocultas, Erick?
-Sí lo es, pero no cuando en la conversación te mencionan a ti. -¿Qué es lo que no te perdonaría, Erick? —Insistí mirándolo fijamente.
-Mar.. es bueno que vayas arriba, te aseguro que no querrás saberlo. -Contestó y yo arrugue mis cejas.
-Aunque luego no querré quiero que me lo digas. Así que adelante. -Dije mirándolo impaciente. Él abrió la boca para decir algo pero de inmediato la cerró y se quedó en silencio.
-¡Eres un cobarde! -Dije elevando el tono de mi voz y él me miró fijamente sin ninguna expresión en su rostro.
-Lo dices por lo de ahora o por alguna otra cosa en especial? -Preguntó queriendo perforarme con esos ojos verdes.
Dios mio, como puede ser tan cinico? Si fuera otro le daría vergüenza mencionar eso que hizo, pero no, al parecer a él le enorgullece ser un poco hombre y usar a una mujer.
-Por qué crees tú? -Pregunto levantando las cejas.
-Ay, Marianella.. -Sacude la cabeza con desaprobación y siento la furia apoderarse de mi.
-Sabes que es lo que más me molesta? Que me prometas una cosa ahora y luego hagas otra, eso me enferma, Erick! Puedes por una vez no ser tan idiota? Pero se acabó, ya no estaré aquí cuando quieras, para eso buscate a Silvia, ella si estará disponible, eso te lo aseguro. -Exploto con unas inmensas ganas de llorar, pero no lo hago. No lloraré delante de él.
-Mar.. Calmate. -Dice queriendo tocarme, pero yo lo aparto.
-¡No me toques! -Exclamo abofeteando su mejilla y haciendo que gire por el impacto.
Se queda perplejo mirándome.
Se lo merecía, se merece esa y otras cachetadas más.-¡Marianella! si me escuchas lo entenderás. Pero por favor, tenme un poco de paciencia. -Exclama.
-Erick.. Es en serio? Paciencia? Quieres que te tenga más paciencia de la que te he tenido? -Digo soltando una risa irónica y mirando esos ojos verdes con desprecio.
-Lo siento.. pero lo mejor va a ser que no volvamos a estar juntos, olvidemos esto, Mar. -Dice y yo sacudo la cabeza.
-No te preocupes, de todas maneras no íbamos a volver a estar juntos, eso no está en mis planes, yo no quiero saber nada de ti, para mi no existes. -Respondo y puedo ver en su rostro cierto desconcierto.
¿Por qué quiere que no tengamos nada y sus ojos me dicen lo contrario?
¿Que es lo que quieres en realidad, Erick?
Ya no puedo soportarlo más, a veces la persona que te hace sentir lo más bonito e inexplicable es quién mas te lastima.
-Lo mejor es que no te hubiera conocido. Las cosas serían mas sencillas. -Añado y el clava sus ojos en los míos acercándose a mi. Trago saliva.
Ahora no. No intentes besarme.
-Pues fíjate que yo no me arrepiento, no me arrepiento de haber acelerado ese corazón tan terco y de hacerte sonreír tantas veces. -Dice apuntando a mi corazón con su dedo índice y me estremezco ante sus palabras viendo la rabia en sus hermosos ojos. Al parecer mis palabras hicieron efecto en ese corazón tan confuso.
Siento un dolor en el pecho horrible.
-Sólo dime una cosa.. -Añado. -¿Por qué lo haces? Cuál es la razón por la que no quieres que estemos juntos? -Pregunto.
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¿Un Famoso Se Podría Enamorar De Su Fan ?
FanficMarianella, una chica de 15 Años, normal como cualquiera de su edad, fanática de la banda del momento "CNCO". Ella los conoce y surgen encuentros maravillosos que cualquier fan desearía, su vida realmente da un giro radical y sus sueños empiezan a...