Capítulo 33

823 48 2
                                        

Mire el parque que estaba cerca de aquí y decidí ir hacia allá.

Es hermoso.

Hay una jardinera que contiene solo margaritas, otra de girasoles y la última de orquídeas, solo más estrecha.

Hay unos columpios y un tobogán.

Voy hacia ahí con la intención de sentarme en uno y meserme pero alguien hace que me detenga.

Escucho una voz y reconozco la canción de inmediato. Es un año, de Sebastian Yatra y Reik. Y es Erick quien la esta cantando y tocando la guitarra.

Me dispongo a escucharlo, detrás del árbol ocultándome tratando de que no se percate de mi presencia.

Su voz definitivamente es hermosa. Dios, como la esta entonando es increíble.

Cuando termina la canción mi teléfono me delata avisándome que llego una notificación y él se gira encontrándome.

¡Estupido teléfono haciéndome quedar mal!

Cuando me encuentro con su mirada, observo esa piscina de ojos verdes cristalizados.

Se ve tan vulnerable, sus ojos solo expresan tristeza en este momento.

¿Estás triste, Erick?
¿Qué te tiene así?
De inmediato se estruja sus ojos y coge la guitarra para marcharse pero yo lo detengo.

—Erick, por favor espera..

—¿Que diablos quieres? —Pregunta de mala gana. Pero hago caso omiso a eso. Otra vez de mal humor.

Es obvio que esta triste y no puedo actuar más inmadura que él y rebatir, sino tratar de ver que le ocurre.

—Te puedo ayudar en algo? —Le pregunto en un hilo de voz y el me mira confundido.

—No, Marianella. Estoy perfectamente bien. —Suelta rápidamente con los dientes apretados.

—Erick..

—Aunque si, sabes en qué me puedes ayudar? —asiento escuchándolo.

—En explicarme por qué te fuiste así ese día que salimos. —Responde como si eso no lo dejara dormir.

—Otra vez con eso? —Digo soltando un suspiro y el asiente.

—Está bien, te lo diré. Me fui porque una chica me dijo que tú habías dicho.. —Trato de decir pero me callo.

Y sus ojos me miran indicándome que prosiga.

—Que tú te habías puesto a decir entre tus amigos que yo me había desmayado por haberte visto a ti y que se estaban burlando de eso. —Solté en todo momento mirándolo a los ojos solo para ver su expresión.

Y lo que vi hizo que mi corazón se apretara.

—Mar.. —Trató de decir pero lo interrumpí.

—¿Entonces era cierto? Yo hasta llegue a pensar que esa chica mentía, pero no, ella tenía razón. —Dije apretando mis dientes conteniéndome de decirle muchísimas cosas.

—Esa chica? Lorena, mi ex novia? Fue ella? —Preguntó y yo lo mire con hastío.

—En serio es lo único que te preocupa? —

—Mar.. déjame hablar, por favor quiero explicarte.

—Y que me vas a explicar? Que te estabas burlando de mi con tus amigos porque supuestamente yo me había desmayado por la impresión de ver a mi ídolo, Wao, que gracioso! —El me miraba sin saber qué decir.

—Es algo muy infantil esto, Erick. Y quizás yo esté exagerando un poco, pero pasa que tú a mi me gustabas, me interesabas, joder! Y por eso me duele y me molesta que hayas dicho eso.

—Mar, lo siento. Se que no debí hacer eso, fue una estupidez. En ese momento no te conocía, no me interesabas y estábamos empezando a conocernos. Y también, me imagino que Lorena exagero todo.

—Eso lo se, pero es que no tenias por qué decirle eso a tus amigos, y más siendo mentira. Tú muy bien sabes que me desmaye porque no había comido nada, no por verte a ti, siempre te has creído demasiado, Erick. Ese es el problema.  —Le dije mirándolo como si no lo conociera. Y haciendo caso omiso a lo que dijo de la tal Lorena.

Y tal vez ese siempre ha sido mi problema, que idealizo a las personas. Que creo que son de una manera cuando en realidad terminan siendo de otra.

—Mar escuchame, admito que cometí un error al decir eso, pero vuelvo y te lo repito en ese momento no te conocía bien, ni me gustabas, también entiendo que eso no justifica lo que dije, porque lo hice solo para quedar bien y quedar como el mejor como siempre, pero escúchame.. he cometido errores y he sido un idiota y me estoy haciendo cargo, te pido que me perdones.

Sus palabras me dejaron un poco confundida..

—Yo.. te perdono, Erick. Pero lo mejor sería que pienses antes de hablar y tengas un poquito más de sentido común. —Aconseje  y el asintió.

—Entonces, somos amigos? —Murmuró mirándome directamente a los ojos.

No puedo ser su amiga. Cuando en verdad me muero por besarlo.

—Claro, por mi no hay problema. —Hablo encogiéndome de hombros.

Él sonrió, una sonrisa seductora. Como convenciendome de que hiciéramos todo eso que me moría por hacer con él.

Ay, Erick.

Él no quitaba sus ojos de los míos y por un momento su mirada bajó a mis labios y pensé en besarlo pero no me atrevía a hacerlo.

Juro que si no es porque llega esa chica y saluda a Erick con mucha confianza nos hubiéramos besado.

Es una chica rubia con pelo ni muy largo ni corto, sus ojos son claros y no sabría decir que color es, pero son muy bonitos. En su mirada hay un acecho de suspicacia y superioridad. Y a la vez en su actitud se ve segura de ella misma. Lleva un vestido ceñido a su cuerpo que le hace resaltar su cintura de avispa y sus caderas que no son tan anchas.

Es la chica que vi en la casa.

—¡Erick!

Gracias por leer y votar.

¿Un Famoso Se Podría Enamorar De Su Fan ? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora