En el trayecto a casa nadie habla. El taxista pregunta donde doblar y le señalo con el dedo.
- Por favor, apurate - pienso.
A veces agarro el teléfono y me fijo si tengo un mensaje de Benicio o por lo menos de alguno de los chicos, pero lo único que cambia es la hora. Juliano, sentado detrás mío, pasa el brazo por el hueco entre mi asiento y la puerta. Claudia le saca tema de conversación a Jazmin, como si notara la intención de Juliano.
- Isa - dice en tono bajo, pero no le llega ninguna respuesta - Esta bien.
El teléfono vibra y se me acelera el corazón. Quiero con todo mi cuerpo que el mensaje sea de Benicio pero no lo es. Claudia es una perra.
- Estas bien? - pregunta, pero tampoco le voy a responder.
En este momento mi cabeza solo piensa en la pelea. En Benicio sacado de sus casillas, en su mirada de odio y decepción. Lo que más me duele es que no hice nada.
Los minutos que tardamos en pagar el taxi, subir en el ascensor y entrar a casa fueron incómodos. Juliano quiso seguir hasta su departamento pero Claudia prácticamente lo obligó. Tiene la cara inflamada y todavía el corte de la frente pierde un poco de sangre. Si fuera por mi, dejaría que se vaya a su casa, pero tengo botiquín de primeros auxilios y Claudia sabe mas de esto que cualquiera de los cuatro.
- Busco el botiquín - digo apenas entramos y me voy al baño.
Apoyada en la puerta, me quedo un rato mirando el espejo. La montaña rusa de emociones que pasamos en esta noche me dejó exhausta. Los escucho reír en el living y decido salir.
- Ahora podes cancelar el turno para botox en la boca - dice Jazmín y nos reímos todos.
Claudia empieza a explicar todo lo que tiene que hacerle a Juliano. No puedo concentrarme al cien por ciento, asique me ocupo de buscar agua y vasos.
- Nono, nosotras nos vamos - dice Claudia, no me habia dado cuenta que las chicas ya estan listas para irse y que las instrucciones eran para mí - Acordate, agua oxigenada, venda y listo.
Cuando se cierra la puerta me quedo un segundo mirándola sin saber qué hacer.
- Me puedo ir si queres - comenta con intención de levantarse.
- Ni se te ocurra.
- Ah, podes hablar - dice en tono de broma - Empezaba a preocuparme.
Con el empujón en broma que le di, se terminó de acomodar en el sillón e hice todos los pasos que Claudia me indico. Jabalina se sentó entre mis piernas y le clavó la mirada asesina.
- Creo que a Jaba no le gusta que esté acá - dice y no puedo evitar largar una risa apagada.
- Perdón te lastime? - pregunto cuando agarra el brazo con el que le limpio la herida.
- Mírame - dice y me quedo helada - Isabella mirame.
Tardo unos segundos eternos en lograr alinear nuestros ojos. Siento una tensión que me confunde más de lo que ya estoy. Había olvidado la combinación verde y marrón de sus ojos.
- Esta todo bien, de verdad - dice pero la piel de su cara, blanca como la nieve, marcada por manchas secas de sangre no muestra lo mismo.
El teléfono comienza a sonar y en la pantalla aparece la foto de una chica morena. La novia.
- Ya limpie los cortes, podes ir a tu casa no hay problema - no soporto la tensión latente que sigue en el ambiente y necesito bañarme.
Nos despedimos de la manera mas incomoda que uno puede llegar a imaginarse y corrí a la ducha. Quedarme sola me hizo sentir el vacío de no tenerlo conmigo y la desilusión de no poder disfrutar el final de la noche juntos.
Me saco la ropa enojada y dejo todo tirado. Pongo musica a todo volumen y canto las canciones como si no fuera un domingo a las ocho de la mañana. La ducha de agua hirviendo no me relaja para nada, pero no soy como Benicio, no voy a terminar pegandole a nadie. Empiezo a calmarme porque se que despues de este brote de enojo viene el llanto.
Pongo una pizza en el horno y sigo bailando con la música. Cuando abro la heladera para buscar más agua, encuentro un fernet y me preparo uno. Jabalina se para en la barra y me mira.
- En serio? - le digo mientras tomo - Vas a juzgarme?
Apago el telefono y sigo bailando. No quiero pensar más que en esto. Isabella, un domingo a las ocho de la mañana, recien bañada en pijama tomando fernet y bailando con Jabalina.
Después de un rato caigo en la cuenta que me comi casi la pizza entera y quiero escribirle a Benicio para contarle. Siempre competimos de quién come más. Voy por el tercer vaso y no me importa mucho asique no dudo, vuelvo a prender el telefono y escribo.
- Tres porciones más y termino una pizza, rompi récord. - mando.
Cinco minutos y no recibo respuesta. Diez minutos y ni siquiera me clavo el visto.
Le doy de comer a Jabalina y nos ponemos a jugar. Logré sentirme ligera, liberada.
Veinte minutos y no responde.
- Benicio cagón - le grito a la nada misma.
Abro instagram y veo el video que subimos a la historia. Mike abraza a Claudia mientras le da un beso en la frente, y cuando la cámara toma a Benicio, sonrie mordiéndose el labio inferior y grita "Te quiero cachetes".
Dudo si borrarlo o no. No quiero que la estupida de Fernanda, que aparece como una de las personas que vio el video, crea que la pelea es culpa de ella. Decido subir una foto de Jabalina y un vaso de fernet al lado acompañada con una frase que dice "Ocho de la mañana y nosotras así".
Cuarenta minutos y ahora sí, el visto de Benicio me llega al alma y me largo a llorar.