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Mientras corro desde la casa de Cristian a mi departamento no puedo evitar pensar en Isabella. Lo estoy intentando. La idea era volver en el chevy, pero tengo esta maldita necesidad de descarga física.

- Isabella siempre era la mejor opción - pienso y me quejo en voz baja.

Subo los escalones de a dos en dos y abro la puerta del departamento con toda la fuerza que tengo. Me saco la camisa y el pantalón para ponerme ropa deportiva. Pienso pegarle a la bolsa el resto de la mañana o por lo menos hasta que me canse.

Isabella riendo, piña.

Juliano dejándose pegar, piña.

Mis viejos peleando, piña.

Freno, apoyo la cabeza en la bolsa y agarrándola con las dos manos, grito del dolor. No me duelen las manos ya ensangrentadas. No me duele la rodilla de tanto exigirle. Ni siquiera me duele tenerla lejos.

Duele no lograr entender cómo fue capaz. Como es que esa persona, de la que estas completamente enamorado, pueda abrazar a alguien que no sos vos? Como puede estar con otra persona, darle un beso, aceptar un abrigo?

Juliano con sangre en la boca, piña.

Isabella pidiendo un taxi, piña.

Cómo es que puede borrarte un segundo de su cabeza? piña.

Suena el teléfono y corro a buscarlo. Deje la ropa tirada por todas partes y ahora no se ni donde esta. Tiro la camisa para un costado y no importa cuantas veces palpé el pantalón, está vacío. Miro la campera desparramada en el sillón y por un momento lo pienso.

- Si es Isabella lo más probable es que sea para pelear - pienso y me corro el pelo de la cara - No voy a fijarme.

Vuelvo a la bolsa un rato pero empiezo a cansarme. La bronca no está tan presente y eso significa que se viene la peor parte. Pongo música desde la computadora y empiezo con series de abdominales. La bronca va bajando, pero Spotify en aleatorio es un arma de doble filo. Suena nuestro tema de fondo y ya no hay ejercicio físico que me calme. Vuelve el dolor en el pecho que tanto odio y hace tanto tenía escondido. T.

Inconscientemente, de un momento para el otro, estoy tirado en el sillón con el teléfono en la mano, decidiendo si abrir el mensaje o ignorarlo.

- Tres porciones más y termino una pizza, rompi récord. - leo, no se si reirme o llorar.

Tiro otra vez el teléfono en el sillón y me voy a duchar. Aunque estoy repleto de transpiración, sé diferenciarlo de las lágrimas y me siento un boludo. El agua me relaja y limpia las manos llenas de sangre. Todavía me tiembla el pulso y el vacío en el pecho no quiere desaparecer.

- Es más fuerte que vos no? - pregunta la vocecita.

Agarro el teléfono y marco el número. Me quedo un rato mirando la pantalla. Si la llamo es inevitable que sea sincero, pero no se si realmente es el modo. No quiero dejar mal a nadie, pero necesito escucharla. Apreto llamar y espero. Mientras suena el tono camino por el departamento nervioso.

- Hola? - dicen del otro lado.

- Hola ma? - pregunto.

- Ben, como estas ? - y su pregunta tiene un tono de preocupación de fondo. - Que raro un domingo a esta hora, esta todo bien?

Suficiente para que me cueste hablar y me den unas ganas repentinas de cortar la llamada.

- Hijo, no importa lo que hagas ni lo que dejes de hacer - dice - Podes confiar siempre en mi.

Por unos segundos reina el silencio. Mamá fue una de las primeras en enterarse de Isabella y el nuevo noviazgo. Ni siquiera se inmuto, fue como si la noticia no le pareciera nueva y la ame por eso. A veces llego a creer que la quiere más a Isabella que a mi y no la podria culpar.

- Le pegue a un pibe afuera del boliche, pero yo estoy bien.

- Que chico? uno cualquiera? - pregunta.

- No, un vecino de Isabella que le tiene ganas.

- Si vos estas bien significa que el no, puede ser?

- Si - respondo, del otro lado se hace silencio y entiendo que me toca seguir a mi - Pero no fue como esas peleas.

- Isabella está con vos? - y como respuesta a mi silencio sigue hablando - Perdón que te haga tantas preguntas, solo quiero entenderte mi vida.

- Isabella se quedó con el chico y las amigas - instantáneamente se me cierran solos los puños- A mi me sacaron los chicos y seguridad.

No se si contarle el porqué de la pelea. Contarle que Isabella estuvo con otro. Decirlo en voz alta y encima a mi vieja, es un camino de ida.

- Te tengo que contar - digo.

- Todo lo que quieras.

- Perdi a Isabella en el boliche pero en un momento la vi irse corriendo a la calle. Había mucha gente y me costó llegar a la calle. Cuando salí la vi abrazada a otro, hasta tenía puesta su campera. Ella lloraba y no me pude contener - hago una parada cuando le intento pegar a la pared del baño y me contengo - En un momento se dejaron de abrazar y le pegue.

- Vos estas totalmente seguro que estuvo con este chico? - como no voy a estar seguro?

- Lo abrazo y le dejo que le ponga la campera - digo mas para mi mismo.

- Sisi eso lo entendí, pero Benicio vos te das cuenta que estas alejado de la persona que amas por una suposición? - esta mujer tiene que estar en pedo.

- Mamá vos tomaste alcohol?

- No tonto, vos pareces borracho - dice con tono de risa - Isabella te ama, se nota a la distancia, no puedo creer que lo dudes. No hablaste con ella, no?

- No.

- Hacete cargo de la situación Benicio y anda a hablar como se debe con la persona que amas. Como corresponde.

Pienso en mi vieja. Pienso en el pelotudo de mi viejo. Pienso en lo mucho que desee que se muriera, y lo mal que me sentí cuando realmente falleció. Pienso como aprendí a disfrutar lo que tengo en el momento y a no callarme nada. Pienso en Isabella y lo mucho que la amo. Y es como si me hiciera un click interior. Corto la llamada y me cambio asi nomas. Me subo al primer taxi que encuentro y le pido que vaya lo más rápido posible.

¿Mejor Amigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora