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Vacío el fernet por el lavado e intento secarme las lágrimas. Estoy borracha y cansada, mi mente se harto de pensar que la situación es culpa mia. Ahora solo quiero tirarme en la cama con Jabalina y dormir. La luz del dia entra por cada hueco que existe en este maldito departamento y no se me ocurre con que más taparlos.

- Definitivamente tenes que tirar este espejo - pienso viendo mi reflejo espantoso.

Benicio no me contestó. Ni siquiera cuando volvió a entrar a whatsapp, porque si obvio, estuve como una loca en su chat esperando una respuesta que nunca llegó. Duró un segundo la esperanza de que me responda. Un segundo. Fue hasta que vi desaparecer el maldito "en línea" que caí en la cuenta. Benicio realmente cree que estuve con otro, él realmente cree que estuve con Juliano. Desespera ver como otro pierde la confianza por si solo. Celoso? bueno es algo que se puede esperar, porque es probable que en su lugar hubiera bajado de los pelos a Fernanda.

- No mientas - pienso y pongo los ojos en blanco.

No le arrancaría su pelo podrido solo por miedo a que se me que queme la mano. Imagino la situacion y me tiento, fuerte. Se que es una risa negadora pero la dejo fluir. Me dejo fluir. El alcohol es de gran ayuda y sentana en el piso el reflejo del espejo deja de ser tan horrible. Elimino el chat con Benicio y le mando videos a Claudia. El interés lo pierdo apenas la veo a Jabalina bajar de la cama. Lentamente se acerca a la puerta principal y mientras maúlla apoya sus dos patas y estira todo su cuerpo.

- No, no puede ser , Jabalina veni para aca - digo en voz alta aun sabiendo que no lo va a hacer.

Sentada gira la cabeza y con la mirada fija en mi, sigue maullando. Yo también lo siento pero no puedo pararme. Como siempre me quedo paralizada. Mi cabeza corre a mil por hora pero mi cuerpo se desconecta y no hace caso.

- Isabella? - se escucha del otro lado y mi corazón termina de volcar.

// Benicio //

Apoyado en un brazo la escucho sollozar por todo el departamento. Tararea nuestra canción y dudo de si tocar la puerta o entrar sin avisar. La bronca se fue, ahora solo me queda la maldita culpa de saber que está así culpa mía. Hice que la persona que se merece lo mejor de mi reciba lo peor. Se me escapa una media sonrisa cuando la escucho sonarse los mocos, me la imagino con su pijama de osos y la bata vieja que le regalaron cuando se vino a vivir acá. Isabella tan ella, con su pero revuelto y los ojos hinchados. Escucho como arrastra los pies lejos de mi, vuelvo a dudar.

- Deberías entrar sin preguntar - dice la voz.

Se escucha su risa, fuerte, como si estuviera haciendo fuerza para reirse y decido no entrar.

- Mejor no entres, capaz esta con Juliano - vuelve a hablar la vocecita.

Mi cuerpo empieza a pedirme descarga otra vez pero lo único que puedo hacer son los ejercicios que me dijo el doctor. Estoy como un idiota dando saltos cortos en el lugar, sintiendo la risa de Isabella y el murmullo de una conversación. Tengo que contenerme con todo lo que puedo para no entrar.

Comienza a vibrar el teléfono y en la pantalla aparece el nombre de Mike. Le corto porque no tengo ganas de escuchar a nadie más que ella. La chica que me vuelve loco y ni siquiera sabe que estoy acá. Dejo de escuchar sonido del otro lado y empiezo a pensar que se durmió. Intento tocar la puerta pero freno a medio camino.

- No quiere verte - me repite la voz.

Y tiene razón. Su mensaje no significa que quiere verme y lo tengo que respetar. Simplemente me contó lo de la pizza, tampoco es que me haya dicho que me extrañaba o invitaba a venir.

- No te invito a vos.

Y aunque no quiera que sea asi, lo es. Empiezo a irme cuando escucho a Jabalina maullar. Me quedo quieto, no giro ni hablo.

- No puede ser - dice Isabella - Jabalina vení para acá.

La voz se siente lejana.

- Y borracha?.

En dos pasos grandes estoy parado otra vez frente a la puerta, se vuelve a escuchar un maullido de Jabalina y no me contengo más.

- Isabella? - pregunto, y ni siquiera puedo entender en qué tono lo hago.

Suena a que pido permiso y perdón. Suena a desesperación pura y apoyo la cabeza en la puerta.

- Por favor - pido - Podemos hablar?

No me responde y tampoco la puedo culpar. Hoy me comporte como un idiota, fui impulsivo en todo sentido y la lastime.

- No - dice del otro lado y aunque la voz se escucha más cerca sigue siendo débil.

- Perdoname, soy un idiota - empiezo - No te encontré en el boliche y salí a buscarte, cuando los vi juntos me cege.

Hago una pausa culpa de la imagen que se me viene a la cabeza. Quiero pegarle una piña a la pared pero es hora de controlarme.

- No quiero escucharte - dice y ahora si esta cerca, instintivamente apoyo la mano en la puerta pero la saco enseguida.

- Estaba tan convencido de que...

- De que te habia cagado? - pregunta una Isabella enojada - Ah sí me parecía, sabes que Benicio? andate.

- Sabes lo inseguro que soy - hago un freno intentando elegir bien las palabras - Sabes lo difícil que es para mí confiar, aunque ni siquiera me des razones para no hacerlo. Sí, creí que habías estado con Juliano y simplemente porque te vi abrazarlo, asi de estupido puedo ser pero porque te amo.

La tensión del ambiente debe de sentirse en todo el edificio, no lo dudo. Todavía se mantiene en silencio entonces aprovecho para largar todo lo que le quiero decir.

- Sí, maldita sea, sí - asiento mientras me corro el pelo - Te amo y tenes toda la razon del mundo si me odias.

- No te odio pero estas muy errado si pensas que va a estar todo bien.

No llego a responderle porque me frena el sonido del ascensor. Claudia, Mike, Cristian, Gaston y Jazmín me miran buscando respuesta.

- Me deben todos 50 pesos - dice Cristian y por la cara que le pusieron no era el momento de hacer el chiste - Bueno solo es un recordatorio.

- Que hacen todos acá?

- Está despierta? - pregunta Claudia.

- No me deja entrar - respondo.

- Y con razón - dice Gaston y lo elimino del planeta tierra con la mirada.

- Isa? Puedo entrar? - pregunta Claudia.

Cuando pensábamos que no iba a responder se escucha la llave girar. Tengo la intención de ponerme primero pero la mano de Cristian no lo permite y me faltan ganas de discutir. Claudia, Jazmin y Gastón son los afortunados que pueden entrar.

- Que carajo paso? - pregunto.

- Por eso te estuve llamando - dice Mike - Claudia estaba preocupada por una foto que subió Isabella.

Saco el telefono con la rapidez que me dejan mis manos, y lo prendo. LLegan mil mensajes de la intensa de Claudia pero voy a Instagram. Veo primero el video que subió cuando estábamos en el boliche, no puedo evitar sonreír. Cuando termina el video aparece una foto de Jabalina con un fernet al lado, algo que no parece nada malo hasta que veo el siguiente video. Isabella sentada en el piso de su cuarto frente al espejo, tiene el pijama de ositos con el que me la imagine pero esta todo manchado con fernet. La bata parece un trapo y el pelo un arbusto. No se entiende nada de lo que dice y es culpa de que no para de reirse, esa risa de borracha que tanto amo y ahora me preocupa.

Bloqueo la pantalla y me corro el pelo nervioso.

- A mi no me parece para tanto - dice Cristian.

- No estas ayudando mucho hoy - le regaña Mike.

- Desde cuando es nuestro amigo? - pregunta Cristian en broma señalandolo, a veces dan ganas de matarlo pero logra hacerme reír en momentos como este.

- No pienso moverme de acá - les digo y se sientan a esperar conmigo.

¿Mejor Amigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora