Después de mirar durante varios minutos el mármol donde estaba grabado aquel nombre deshizo el camino andado. No le sonaba de nada ese nombre. Al menos esperaba encontrar alguna pista en aquella sepultura pero sólo había conseguido liarla más de lo que ya estaba.
Topó con un gran árbol de tronco grueso y betas marcadas que se levantaba majestuoso hacia el cielo. Era extraño ver un árbol tan grande en un cementerio. Intimidaba bastante si lo comparabas con los delgados cipreses.
Se disponía a seguir andando cuando un cuerpo tirado en el suelo y con la espalda apoyada en la madera llamó su atención. Su cabeza rubia se movió al notar su presencia y sus ojos azules se clavaron en ella.
Gabby sintió el enfado crecer en su estómago y llenar sus venas. Por un momento olvidó a la figura encapuchada y se centró en la que ahora se presentaba delante de ella. Había estado preocupada por ese chico todo el día y él parecía muy cómodo y sereno sentado sobre el mullido césped.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Gabby acercándose un poco más a Joan que había dejado de mirarla-. ¿Por qué no has estado en el funeral?
-Eso no es lo que él hubiese querido- señaló Joan con la voz ronca. Sus ojos vagaban por todas las lápidas que se levantaban delante suyo recordando a las personas que un día abandonaron el mundo de los vivos-. Sólo quería un funeral íntimo y la mayoría de las personas que estaban ahí no le conocían.
-Eran amigos suyos de la agencia- justificó Gabby. Apenas habían asistido a la ceremonia veinte personas. La agencia prohibía que en dichos acontecimientos los cementerios se llenasen de tantos nantes, procuraba únicamente que sus más allegados asistieran a la ceremonia.
-Nunca quiso que se montara un gran alboroto, solía decir que su muerte no podía atraer a más personas que la victoria de nuestro equipo de fútbol en el campeonato, decía que él no era tan importante-, Joan rió amargamente, moviendo ligeramente los hombros hacia arriba pero pronto los volvió a dejar caer-. Únicamente quería tener cerca a su familia, a nosotros cuatro. Todos esos no pintaban nada.
Golpeó el suelo con enfado y luego abrió la mano unas cuantas veces para comprobar que esta no había sufrido ningún daño.
-Eso no justifica que no hayas asistido- negó Gabby enfadada-. ¿Cómo has podido perderte el funeral de Neal?
Parecía no darse cuenta de lo que eso suponía, no todos los días moría una persona a la que estabas tan apegada y sin embargo el hecho de no haberse presentado no parecía alterar la conciencia del muchacho.
-No lo he hecho- aclaró Joan moviendo la cabeza-, he escuchado toda la ceremonia desde aquí, incluido tu bonito discurso.
-Yo no tendría que haber estado allí arriba, tenías que ser tú- recordó Gabby acelerando la respiración-. Joan, es el funeral de tu mejor amigo.
-¡Por eso mismo!- gritó cansado Joan rascando con las yemas de los dedos su cuero cabelludo.
Gabby cogió el pliegue de su falda oscura y la apretó para contenerse de no gritar.
-Te crees que eres el único al que le duele esto, el único que siente la muerte de Neal- espetó Gabby furiosa-. A nosotros también nos ayudó con todo, también nos han arrebatado una parte de nuestras vidas y nos sentimos incompletos, pero nada, escúchame bien, nada justifica que no hayas acudido.
Joan cerró los ojos y respiró por la nariz.
-No lo entiendes- se limitó a decir encogiendo las piernas.
-Tienes razón, no lo entiendo- aceptó Gabby mirando el suelo decepcionada-. Yo nunca me hubiese planteado apartarme así.
Giró sobre sus talones y se dio la vuelta alejándose de él. Cuando sólo llevaba un par de pasos su voz la detuvo.
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Impossible (Nante #1) ©
Научная фантастикаSinopsis Siempre han existido sucesos extraños a nuestro alrededor, sucesos a los que nunca hemos prestado mucha atención. Apagones, inundaciones, lluvias torrenciales imprevistas en pleno verano, comportamientos extraños... Muchos sucesos a los que...