-¿Qué es eso?- preguntó señalando la nota que ella aún sostenía en la palma de su mano.
Gabby volvió la mirada a Joan y luego la bajó a la nota. Estaba algo arrugada pero entre los pliegues se llegaba a diferenciar unos trazos con tinta negra.
-Alguien me lo ha dejado en la mano- respondió ella tirando el helado en una papelera cercana y desplegando el papel para poder ver lo que era.
-¿Queréis saber más sobre los cristales? Calle Abasto N º 16, a las 22:00. Traed el cristal y no os retraséis, no me gusta esperar- leyó Joan frunciendo el ceño y cogiendo la nota entre sus dedos.
Pareció memorizar la calle y se guardó el trozo de papel en el bolsillo. Se acercó también a la papelera donde Gabby había tirado su helado y lo dejó caer en el interior del cubo. Volvió con la muchacha y cogiéndola de la mano la llevó de nuevo a la agencia.
-No me gusta, Joan- negó pasando por la puerta que él le abría-. Tengo una mala sensación sobre esa nota.
-Es una trampa, eso es algo seguro- afirmó Joan llamando al ascensor y empezando a golpear su pierna de forma constante, estaba nervioso o puede que impaciente-. Si nos dan información antes de que intenten algo habremos sacado provecho de la trampa.
El ascensor emitió un sonido parecido al de una campana y las puertas se abrieron dejando el acceso libre al interior.
-Es muy peligroso, no nos contarán nada, simplemente nos quitarán el cristal- razonó Gabby negando con la cabeza.
-Tenemos que intentarlo- aseguró Joan a la vez que las puertas se cerraban y el elevador empezaba a moverse hacia arriba.
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-Calle Abasto- señaló Roxy mirando a los lados de la oscura calle.
Al llegar a la agencia habían comentado lo ocurrido y a todo su equipo le había parecido bien intervenir. Meza, que podría haber sido la que pusiese mayor problema, accedió movida por la curiosidad que le causaba aquel objeto tan extraño.
Así que cuando sólo faltaban diez minutos para la hora marcada ya se encontraban en la calle señalada a falta de buscar el número de la casa.
-Y ahora, ¿qué?- quiso saber Joan sin apartar la vista del edificio.
-Deberíamos esperar a la hora señalada- propuso Gabby tomando asiento en la acera de en frente y doblando las rodillas en una postura más cómoda.
-¿Por qué no entramos ya?- quiso saber Roxy, que a pesar de la pregunta se sentó junto a Gabby indicándole a Joan con la mano que lo hiciese a su lado.
Este anduvo hacia ellas y se colocó en frente de ambas quedando todos en un triángulo.
-Fue muy claro en que entrásemos a las diez, además así podemos aprovechar para observar si planean una emboscada- pensó Gabby que recorría con la mirada todo el lugar.
Roxy suspiró a su lado y se sujetó la cabeza con la mano aburrida, mirando también los alrededores. Sus ojos se tornaron ambarinos permitiéndola ver con mayor facilidad en la oscuridad de la noche.
Gabby, en cambio, levantó la mirada hacia el cielo y apoyó la cabeza en el muro de ladrillo. Observó el tejado del edificio y se imaginó al arquero apostado allí, observándolos desde la lejanía, esperando cualquier movimiento por su parte para actuar. A pesar del estado de intranquilidad que eso causaría a cualquiera, ella cerró los ojos y vació sus pulmones mentalizándose en lo que dentro de unos segundos pasaría.
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Impossible (Nante #1) ©
Science FictionSinopsis Siempre han existido sucesos extraños a nuestro alrededor, sucesos a los que nunca hemos prestado mucha atención. Apagones, inundaciones, lluvias torrenciales imprevistas en pleno verano, comportamientos extraños... Muchos sucesos a los que...