Capítulo 19

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Llegó a la agencia con la mirada perdida. Sus pies andaban de forma instintiva sin que su cabeza, distraída en otros pensamientos, les ordenase seguir el camino hacia su habitación.

Ni siquiera se sobresaltó cuando encontró a Joan sentado en su cama con los brazos cruzados y una expresión de enfado.

La debilidad hizo que su cuerpo venciera y estuviera a punto de caer, pero él fue más rápido y la agarró sustituyendo su gesto molesto por uno de preocupación.

-¿Qué te ocurre, Gabby?- preguntó Joan abrazándola con fuerza a la vez que la apegaba más a él.

-Él… él los mató- balbuceó aún temblando-. Y fue mi culpa.

Ella había perdido la mirada y unas silenciosas lágrimas resbalaron por sus mejillas brotadas de sus ojos vacíos.

-¿De qué hablas? ¿Quién ha matado a quién?- se alteró Joan buscando su rostro pero ella se negaba a dejarle ver como lloraba-. Gabby, por favor, dime algo.

Notó como la espalda de la muchacha empezaba a subir y bajar demasiado rápido y sintió su respiración acelerada aumentar aún más.

-Tranquilízate o te marearas- pidió Joan sentándose con ella en la cama y recostándose en el cabecero de esta. Ella intentó hablar pero él la frenó negando con la cabeza-. Primero recobra el aliento y ahora me lo cuentas.

Acariciaba su espalda con un simple roce y hacía subir su cuerpo bajo el suyo tranquilamente meciéndola. Su respiración y sus pulsaciones eran tan pausadas que su cuerpo empezó a relajarse. Toda la tensión y la adrenalina se escaparon de sus músculos y se acomodó un poco más en su pecho.

Se concentró en las formas que parecía dibujar en su espalda y cerró los ojos. Había intentado deshacerse de esas horribles imágenes que se adherían a sus párpados pero no lo había conseguido. Cada vez que los cerraba volvía a contemplar la muerte de aquellas personas, veía a Nathan disparándolos sin ningún rastro de remordimiento.

Volvió a abrirlos incapaz de eliminar esos recuerdos de su cabeza y Joan aún seguía dibujando en su espalda. Notó como apoyaba su barbilla sobre su cabello acercándola más a su cuerpo. Entonces aflojó el agarre de su camiseta, la cual no se había fijado que agarraba con fuerza. Extendió la mano por su pecho y la apoyó en él.

Al verse liberada su camiseta, Joan bajó la mirada. Por fin se había relajado del todo, aunque todavía tenía la mirada perdida.

-He estado con Nathan- contó Gabby apretando el labio para evitar que este le temblase al hablar-, me prometió respuestas y fui. Sólo conseguí que matara a dos personas.

-No debiste ir. Sé que no quieres aceptarlo pero él ya no es el Nathan que tú dejaste- negó parando en seco el roce de sus dedos-. Han pasado dos años y se ha convertido en lo que es ahora, un asesino. Ya no puedes confiar en él, te podría haber pasado cualquier cosa.

Gabby se separó un poco de él para poder mirarle directamente y aunque él se resistió un poco a dejarla marchar de entre sus brazos, al final se lo permitió.

-Pudo hacerme daño y no lo hizo- señaló aferrándose a la esperanza de que Joan estuviera equivocado.

-No porque le importes sino porque busca el cristal- aseguró mirándola afligido.

Aquellas palabras se clavaron en su interior más hondo de lo que lo podría haber hecho un puñal. Sintió una punzada en su pecho y dejó caer los ojos. No le dolía la insensibilidad de su amigo al decir aquellas palabras sino la verdad que se escondía tras ellas.

-Lo siento, pero sabes que es verdad- se disculpó Joan pellizcando con cariño su barbilla para despertarla de sus pensamientos y obligarla a mirarle-. Prométeme que no volverás a hacer algo así.

Impossible (Nante #1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora