Capítulo 22

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Gabby se ajustó las gafas falsas que le habían proporcionado para completar su disfraz, alisó el pliegue de su falda negra y colocó mejor su blusa blanca sobre esta, dándose un toque más formal. Comprobó que su pelo estaba bien sujeto con las pequeñas pinzas que amaraban algunos mechones y aferró con más fuerza la carpeta mirando a Joan que lucía también bastante extraño.

Vestía con unos pantalones oscuros y un jersey bajo el que asomaba una camisa lisa. Lo cierto es que aunque no acostumbraba a verle así lucía bastante atractivo.

-Esto pica- se agobió rascándose frenéticamente el cuello y dejando una marca roja allí donde sus uñas habían herido su piel.

Gabby rió y empezó a andar hacia el inmenso edificio de grandes puertas por el que un grupo de estudiantes salían cargados de libros. La entrada estaba custodiada por unas largas columnas que ascendían hasta un pequeño balcón donde otras columnas similares a sus hermanas se levantaban hasta el frontón que decoraba la puerta del edificio.

El resto de la estructura poco tenía que ver con la arquitectura clásica de la entrada, ya que a parte de ser gigantesco y de portar numerosas ventanas no destacaba por nada más.

Cruzaron el pequeño parque que precedía la gran biblioteca en silencio mirando ambos a los lados. Habían venido montados en una moto que Joan se había encargado de aparcar en una calle cercana a su destino.

De repente una chica de pelo azabache recogido en una coleta y rasgos latinos, pasó haciendo deporte a su lado y escuchando música de unos auriculares. Roxy pasó como si no los conociera y únicamente fuera una más de aquellas innumerables personas que se ejercitaba a través de los preciosos paseos que formaba el parque de la entrada.

Cuando atravesó por delante suyo los miró de soslayo asegurando que ella estaba preparada para empezar con todo aquello.

Siguieron caminando aparentemente sin prestar atención a aquella chica que se había cruzado con ellos por una supuesta casualidad. Pero antes de entrar Joan se observó para comprobar que nada en su aspecto desentonara, aunque quien le conocía sabía que en ese momento todo en él desentonaba.

Miró a Gabby y la vio terminando de alisar unas pequeñas arrugas de su blusa. Algo brilló en su cuello y le hizo pararse a observarlo con mayor detenimiento.

-¿Qué es esto?- preguntó acariciando el metal del collar mientras ella sonreía-. Nunca te lo había visto puesto, ¿es nuevo?

-Sí, me lo regalaron ayer- contó ella asintiendo.

-Esta era la duda que tenías de clase y para lo que necesitabas hablar con Caleb- supuso Joan de forma irónica-. Y, ¿te lo regaló él o alguien se lo encargó?

-Yo se lo pedí y se negó a que se lo pagara- explicó bajando la mirada hacia la piedra que colgaba de su cuello.

-No sabía que quisieses una cosa así- reconoció su amigo encogiéndose de hombros.

Ella dejó escapar una pequeña risa y acarició la cadena del colgante aún divertida.

-No lo reconoces, ¿verdad?- se burló Gabby haciendo que el chico se acercase observando con mayor detenimiento la pieza.

Entornó los ojos y vislumbró la figura que colgaba dentro. Parecía una simple pieza de cuarzo encerrado en un remolino de metal, no veía aquello que Gabby quería.

Giró la piedra y al ver uno de los lados redondeados la imagen de aquel fragmento perteneciente a una bola de adivinación le vino a la mente.

-Es el cristal- señaló al fin mirando a la chica sin comprender por qué se anudaba al cuello aquello que sus enemigos más anhelaban. Era la forma de exponerse a más peligro.

Impossible (Nante #1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora