Capítulo 21 ~She Wolf~

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(N/A: Este capítulo se puede leer con la canción "She Wolf" de Sia)

Pov Sonic

Tn calló al suelo estrepitosamente quedando en cuatro patas en la nieve y temblando por el disparo casi certero. Se apretó el costado derecho con una mano. La bala la había rozado dejando carne viva en el lugar de contacto.

- ¡Tn! -grité.

Ella levantó la cabeza, sus ojos no reflejaban pupilas en sus cuencas. Ahogué un grito. ¿Qué rayos le pasaba?
Gruñó y noté que sus colmillos estaban afilados.

Arañó la nieve y se levantó en posición depredadora. Miró a Eggman y a los robots. Dio tres pasos hacia atrás y una tormenta de nieve la envolvió, haciendo que la perdiera de vista.

- ¡Tn! ¿Estás bien? -grité dando la espalda a Eggman, tan confundido como yo.

Corrí (o intenté correr) en la tormenta. No veía nada, hasta que escuché otro gruñido más fuerte que el anterior y la nieve se aquietó, soplando hacia otra parte.
Entonces la vi.
Tn clavaba sus uñas afiladas y las puntas de sus botas (ahora cristalizadas y con estalactitas) en el helado manto blanco.
Tenía puesto su abrigo polar, pero ahora estaba cubierto de escarcha y hielo.
Las púas se habían erizado y tenía partes blancas y grises. El adorable corte de flequillo había sido reemplazado por un pelaje espeso y blanco al igual que las orejas.
Antes de que pudiera procesar lo que sucedía, sus ojos amarillos sin pupilas relampaguearon y se lanzó hacia adelante impulsándose con manos y pies.
Destrozó los robots con una ferocidad increíble. Todo lo que tocaba se congelaba. Saltaba y arrancaba pedazos de metal arrojándolos a la nieve. Gruñó de nuevo arrancando el visor de uno con los dientes.
Un robot le atestó un golpe en la quijada, pero luego me di cuenta de que ella había dejado que la golpeara para agarrar sus extremidades metálicas. Lo sujetó y lo lanzó contra otro robot.
Sus orejas se sacudieron cuando otro androide se acercó sigilosamente a sus espaldas y se dio vuelta justo a tiempo para esquivar el golpe y contraatacar con una patada. Pero el robot no estaba decidido a dejar pelea, e intentó golpearla otra vez. Ella le encajó un puñetazo en el centro del rostro metálico, y el androide retrocedió antes de volver a lanzarse. La eriza giró, lo tiró de una patada boca abajo y se acuclilló sobre su espalda analizando el cableado.
Tn terminó de destruirlo quitando la tapa de su panel y arrancando el procesador central. Sostuvo esta pieza unos segundos, como si fuera el trofeo, un corazón de tigre, antes de arrojarlo a la nieve.

- Qué fiera... -murmuré entre impresionado y aterrado.

Tn se había parado frente a Eggman mostrando unos afilados colmillos. Como...
Como un lobo listo para lanzarse sobre su presa.
Como si fuera a destrozarlo con sus nuevos colmillos.
Mi corazón dio un vuelco. Estaba apunto de presenciar una masacre.
La eriza arañó los restos de un robot lentamente, como una advertencia.
Ella se acercó un paso, Eggman retrocedió algo aturdido y se subió a su nave alejándose.
Ella se paró esbelta y me miró con sus ojos vacíos.

- Tn... -me acerqué con las manos extendidas. No sabía si estaba consciente de lo que hacía.
- Lo siento si te asusté. Debió ser perturbador... -apretó los ojos y contrajo el rostro, apretándose la herida en el costado.

Cuando los abrió sus ojos estaban como antes. O casi: sus pupilas eran amarillas. Sin embargo seguía teniendo ese salvaje aspecto.
Se desplomó sobre sus rodillas y se encogió con un gemido que bien pudo salir del hocico de un perro herido.
Temblaba.

- S-sonic... -su aliento se cristalizó y sus labios temblaron por el frío.

El ambiente era helado, pero no tanto. Ella intentó estirar un brazo hacia mí, pero en ese momento se quedó quieta. Dejó de temblar. Me abalancé sobre ella desesperadamente buscando un indicio de vida.

- ¡No no no! -puse mi oído contra su pecho y sentí un leve vaivén.

Respiraba.
Solo estaba desmayada.
Solté un suspiro de alivio y me di cuenta de que estaba mareado por el terror de perderla. Me desplomé unos segundos junto a ella encogido en posición fetal para recuperar el aliento. Una risa borboteó en mi garganta por el nerviosismo pero logré sepultarla. Me acuclillé y la observé más detenidamente.
Nunca la había visto tan frágil. Toqué su frente. Estaba helada. La tomé en brazos y vi que su sangre había pintado de rojo la nieve que había estado en contacto con la herida. Su pulso era débil, pero supuse que así sería un desmayo.
Corrí hasta la casa de Tails, la más cercana.

- ¡Tails! -golpeé la puerta repetidas veces más fuerte de lo que deseaba.
- ¿Qué pasa? -dijo mirando a Tn con el ceño fruncido- ¿Ella... Es...?
- Sí. Está desmayada... Herida y congelada. Hay que... Hacer algo.
- No se mucho de medicina -dijo con una mueca.
- ¿Tienes un vendaje?
- Sí, y unas mantas, eso debería ayudar. Creo...

Miró la herida de reojo.

- Eso no se ve bien. ¿Hace cuanto sucedió?
- Unos minutos... Una bala de Eggman.
- Éntrala.

Tails me indicó la cama del cuarto de huéspedes y trajo un botiquín de primeros auxilios.

- Al menos se vendar una herida -dijo.

Le quitó el abrigo y levantó su remera dejando el vientre descubierto para vendar su costado.
Contuve la respiración y tensé la mandíbula.

- Perdió mucha sangre -Tails negó con la cabeza-. Pero parece que se hubiera desgarrado después de que la bala la rozó -señaló zonas en carne viva junto al roce.
- Hizo algo... Y quedó así. Luego te explico

Él siguió asegurando el vendaje. Cuando terminó le volvió a poner su abrigo y le tiró unas mantas encima.
Volví a tocarle la frente. Aún estaba fría, pero empezaba a recuperar el pulso normal. Exhaló hielo otra vez.

- Está dormida, probablemente por el frío -apuntó Tails-. Despertará cuando entre en calor. No todos los erizos resisten la hibernación... Fue una suerte que llevara su abrigo, o habría caído en letargo... Si esto sucediera tal vez moriría. Hay que mantenerla a temperatura templada.
- No entiendo que pasó -dije frustrado cuando mis razonamientos llegaron a un punto sin retorno.
- Ni yo tampoco, pero ella nos lo explicará. Se pondrá bien... O eso creo. No soy experto, pero al menos no sigue sangrando.
- Ella misma se lastimó...

La miré. Sus labios estaban apenas abiertos, vi que sus colmillos se retraían... Poco, a poco... Su pelaje volvía a su azul eléctrico... Poco a poco...

- Esto parece... Una White Wolf...
- ¿Eh? -dije frunciendo la nariz.
- Hay algunas personas, que cambian de forma a su antojo. Los White Wolves, son los que, bajo condicionamiento climático, cambian a ser lobos blancos, de montaña.
- ¿De dónde sacaste eso?
- Lo escuché -se encogió de hombros.

Negué con la cabeza.

- Ella no pareció cambiar por su voluntad -remarqué las últimas palabras-. Más pareció que estaba poseída.
- ¿Actuaba como lobo?
- Sí... -contesté, pero después lo pensé mejor.

"Lo siento si te asusté" había dicho ella. Parecía dominarse en ese momento.

- Tal vez solo tenía más instinto... Pero no estoy seguro de que perdiera la cabeza.
- A eso me refiero. Cuando cambiaste a Werehog, Eggman te lo impuso forzosamente, como acción secundaria de las esmeraldas. Algunos lo hacen sin alterar la genética... Siempre que las condiciones se cumplan. Hoy probablemente será luna llena.
- Sonic... -gimió una voz débil detrás mío.
- ¿Tn? -volteé y me acerqué a ella, pero seguía dormida.

Casi volvía a ser la de antes. Su flequillo volvió a ser el anterior y ya no estaba tan fría, había dejado de temblar.
Me arrodillé a su lado. La idea de besarla me atraía tanto como me aterraba. Era romper su espacio personal cuando estaba inconsciente, sin mencionar que Tails estaba allí.
En sueños, la eriza lanzó una risita.

- Es tierna -dijo mi amigo ladeando la cabeza. Parecía como si estuviera puntualizando una cualidad científica en vez de diciendo un cumplido-. Algo que no se nota mucho mientras está pateando robots.
- ¿Qué? -lo miré extrañado, tal vez algo celoso. Él pareció notarlo.
- Tranquilo, no pienso sacarte a tu novia.

Gruñí.
Finalmente Tn empezó a parpadear ligeramente. Entreabrió los ojos cegada por la repentina luz y dirigió sus ojos ahora verde amarronados primero a su alrededor, antes de clavarlos en mí.

- Sonic... ¿Sonic?
- Hola -sonreí burlonamente pero muy aliviado-. ¿Dormiste bien?
- ¿Me desmayé? Fue como si me quedase dormida de un golpe -arrastraba las palabras, como si le conllevase un gran esfuerzo hablar.
- Sí -respondí sin poder contener una risa. Era una risa nerviosa de alivio por ver que estaba bien-. Oh Tn, no vuelvas a asustarme así.
- Recuerdo la pelea, dolor punzante y frío... Mucho frío -quiso sentarse pero lanzó un jadeo de dolor presionándose el costado herido-. ¿Qué me pasó exactamente?
- Esperábamos que nos lo dijeras -dijo Tails-. ¿Eres una White Wolf? ¿Por qué no lo dijiste?
- ¿Una qué? -dijo ella con una mueca.
- Una White Wolf. Cambiaste a lobo blanco.
- ¡Ah! Eso... -Tn se mordió el labio-. No se bien qué hice. Solo me invadió una sensación de... Anestesia a mi dolor supongo... Y pensé que me gustaría tener unas garras que pudiera usar contra esos robots.
- Indirectamente llamaste a tu transformación -el zorro bajó la cabeza meditando.
- Mmm... Yo recuerdo que la nieve me envolvió y la sensación de que era más fuerte. Solo lo aproveché, pero creo que mis impulsos llegaron demasiado lejos. Luego la "anestesia" se fue, y mi herida volvió a dolerme mucho más que antes... También recuerdo que me estaba helando y... -se detuvo mirándome como si no supiera si lo que seguía era un sueño o no.
- ¿Nunca te había pasado? -dijo Tails mirándola de nuevo.
- No que yo sepa...
- Tal vez deberías entrenar... Quizá al no conocer tu poder no sabías como comportarte. Es raro, por lo general los White Wolves saben controlarse desde que nacen.

Por el rostro de Tn pasó una luz de entendimiento, pero volvió a ocultarlo tras confusión.

- Bien... Gracias por el vendaje -dijo ella-. Tal vez necesite puntos. ¿Alguno conoce a un médico?
- Shadow practicó para entrar al servicio secreto -me encogí de hombros.
- ¿Sabe hacer una costura quirúrgica?
- Solo hay una forma de averiguarlo -sonreí.
- No te cansas de decir eso -rió Tn.

Le extendí una mano para ayudarla a pararse, pero me detuvo.

- Oh no, una pequeña herida no debe incapacitarme.
- ¿"Pequeña herida"? Es una herida de bala Tn.
- Solo me rozó.
- No deja de ser un disparo.
- Vamos Sonic, no puedo abandonar pelea por tan poco.

Con una mueca de dolor se incorporó cojeando ligeramente.

- Okey... Vamos a ver a Shadow.
- ¿Segura? No prefieres que te lleve... -no me dejo terminar la propuesta.
- ¿...alzada como princesa débil? No gracias. Se soportar este dolor. Y en cualquier caso, puedo ir sola. Mi paso en este estado es muy lento para ti.
- De ningún modo. Iré contigo aunque nos pasen las tortugas.
- Gracias, pero no quiero ser una carga. Ya eres bastante amable conmigo.
- El día que seas una carga voy a recortar mis pies. Voy contigo.

Ella sonrió. Me acerqué para que pudiera apoyarse sobre mi hombro.

- Se lo que es ir lento para ti -me abrazó y tuve que esforzarme mucho para no hacer el ridículo-. Gracias Sonic.

Tails prudentemente fingía no escuchar mientras ordenaba una caja de herramientas.
Al salir, cuando Tn no estaba mirando, me guiñó un ojo.
No se si había pasado un minuto cuando empecé a preguntarme por qué había propuesto caminar. Ibamos a una lentitud alarmante; me prometí insistir más en cargarla y correr la próxima vez.
Debía mantenerme. Por esta vez.
Solo por esta vez.
Por Tn, solo un poco más.
Ella pareció advertir mi desesperación y ansia de movimiento.

- Puedes correr si quieres, si ir tan lento es molesto para mí, no imagino lo que es para ti... -dijo mirándome de reojo-. Puedo caminar sola, aunque admito que me gusta que me acompañes.

Si por un momento me había sentido tentado por su propuesta de dejarla ahí y salir corriendo, esa última afirmación terminó por desechar la idea.

- De ninguna manera. Claro que no.
- Pero... -intentó protestar.
- Nada, lo tomo como un reto personal.
- Es por lo último que quiero que tomes esto.
- ¿Y cómo lo tomaría? ¿Como un paseo amistoso? -pregunté con una sonrisa y levanté una ceja.

Ella titubeó.

- Pues... Como nada... -apretó la mandíbula.
- Es un desafío -dije volviendo al tema-. Tengo que demostrarme que soy capaz de ir lento. Ya se que voy más rápido que cualquiera...
- Sonic...
- ...así que debo probar que puedo soportarlo por un amigo... Aunque me palpiten las piernas.
- ¡Sonic!
- ¿Qué?
- Cárgame.

La miré asombrado.

- ¿Qué dijiste?
- Cárgame. No quiero que sigas caminando.
- No... Si prefieres...
- Prefiero no traumatizarte.
- No Tn, haré lo que prefieras. Dijiste que querías caminar. Entonces caminaré.
- Bueno, ahora quiero que me cargues y me lleves corriendo -acentuó esta palabra-. Hasta la casa de Shadow.
- Tn...
- Sonic...

Nuestras miradas se encontraron, pero no de forma cariñosa como otras veces, sino como desafío.

- Puedo seguir caminando.
- Señor Sonic, me duelen las piernas, ¿podría usted cargarme por favor? -dijo acentuando el tratamiento de usted.

Solté un bufido.

- Tn, sabes que...
- Se que quiero que corras. Adelante.
- ¿Siempre fuiste tan terca?
- ¿Y tú tan cabeza dura?
- Ahhhgg... Muy bien...

Ella me lanzó una sonrisa triunfante cuando la alcé y empecé a correr.

- Tn 1 ; Sonic 0 -dijo la muy pícara.
- No cantes victoria -dije yo entre dientes-. E intenta no desmayarte.
- ¿En tus brazos? -parpadeó casi con coquetería. No pude decir si lo había imaginado o no-. No se me ocurriría...

Esa afirmación hizo que se me erizara la piel, pero fingí no escucharla, o no entender lo que significaba.  

Amor rápido [Sonic y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora