Amor rápido [Sonic y Tu]

27 ~Cuenta regresiva...~

Pov Tn

Se escucharon unas cuantas explosiones y la puerta se abrió. Una horda de robots entró en manada y empecé a destruirlos.
Una figura azul saltó por encima de unos cuantos y aterrizó junto a mí.

- Llegaste -dije golpeando un robot.
- Sí, supongo que siento cierta atracción por rescatar damiselas en apuros.
- Que pena, te falló la intuición -hice el Spin Dash que él me había enseñado y destruí otro robot. Sonic levantó las cejas-. Esta damisela no está en apuros.
- Muy graciosa, ¿Ahora me vas a decir para qué diablos te dejaste raptar adrede?
- Logré ingresar a su base de datos.
- ¿Qué? -dijo sorprendido mientras destruía los nuevos robots que entraban.
- Este pendrive -señalé mi collar- aún tiene espacio de almacenamiento.
- ¿Tienes sus planos?
- Claro, pero están codificados, esperaba que Tails pudiera hacer algo... O encontrar una computadora con el mismo formato para descodificarlos.
- Es un comienzo.

Pateó un ultimo robot que cayó sobre un botón.
"La autodestrucción del campo de investigaciones se realizará en *3* minutos", dijo una voz melosa desde los parlantes.

- ¿Qué idiota pone ese botón en su tablero de control? -pregunté frunciendo el ceño.
- Eggman al parecer -dijo Sonic y puso los ojos en blanco.

Las puertas de la sala de control se cerraron estrepitosamente.

- ¡No! -Sonic golpeó las puertas-. Están revestidas de titanio... Nunca... saldremos... -completó las últimas dos palabras con sendos golpes con los puños a la puerta.
- Sonic... -él me miró con ojos vidriosos por las luces rojas que saltaban en nuestra visión-. Es la última vez... ¿Cierto? -él asintió levemente-. Entonces... tengo algo que decirte.

Me acerqué lo suficiente para poder retener la imagen de su cara para siempre en mi cabeza.

- Te quiero -susurré y apoyé mi cabeza en su pecho mientras las lágrimas resbalaban por mi rostro-. Te quiero Sonic.
- Tn... -levanté la mirada- ¿Hablas... Enserio? -empezó a tartamudear y supuse que no por la muerte inminente- ¿C-como... Amigos?

Mi respuesta fue interrumpida "Quedan *2* minutos para la autodestrucción".

- Tn -susurró y avanzó hasta ponerme contra una de las puertas cerradas de la sala-. Debí decirte esto hace tiempo yo también.... Estoy loco por ti. Déjame... Déjame al menos hacer esto antes de morir.

Él se acercó más y más, y antes de que pudiera reaccionar puso sus labios contra los míos. Primero fueron tiernos y suaves, como pidiéndome permiso. Aunque con más intención que la vez del muérdago.
Cuando le devolví el beso y puse mis manos alrededor de su cuello, en respuesta él me besó con una pasión y un anhelo que no sabía que el erizo podía tener. Soltó un jadeo que interpreté de deseo.

- Esperé esto desde esa tarde, cuando me contaste que me apreciabas incluso antes de verme, simplemente por mi personalidad. -murmuró separándose solo un milímetro-. Ahí me empezaste a gustar.
- Yo esperé esto desde que corrimos por ese acantilado y me dijiste que temías arruinarlo todo cuando dudabas, esa muestra de humildad, ahí me empezaste a gustar. -le respondí de igual modo y lo volví a besar.
El miedo de la muerte inminente se mezclaba con el fervor de sus labios sedientos, que se habían cansado de esperar. Prácticamente mis rodillas no me sostenían, pero él me sostuvo firme.
No presté atención a todas las alarmas de mi cabeza. Cada parte de mi ser racional me decía que buscara una salida y me fuera corriendo, pero no podía hacer eso. No mientras estuviera atrapada en el beso.
Por suerte Sonic reaccionó más rápido.

- No voy a dejar que volemos en pedazos -dijo aún contra mi boca-. No después de esto.

"Queda *1* minuto para la autodestrucción". Él se separó y empezó a buscar con la mirada hasta que dio con un ducto de ventilación.

- Si no lleva afuera es un suicidio... -me dijo y agarró una vara metálica- Pero si lo hace...

Quitó los clavos a golpes y me indicó que entrara.
"Quedan *30* segundos"
Pude meterme dentro. Empezamos a gatear lo más rápido que podíamos mientras mi cerebro hacía la cuenta regresiva.
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Doblamos en una esquina.
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Veo la luz del sol delante. Casi me descompongo del alivio.
Había esperanza...
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Sonic rompe la rejilla con la vara
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Salimos y él me toma en brazos.
5
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Empieza a correr más rápido de lo que lo hizo jamás.
3
2
1
Siento un leve tambaleo, y dejo de escuchar el viento.
Vemos la explosión un kilómetro atrás. No la oímos, lo que indica que Sonic está corriendo más rápido que las ondas sonoras.
Sonic había roto la barrera del sonido. Cualquiera que lo viera solo notaría un leve destello azulado.
Siguió corriendo, y aunque me sostuvo lo suficientemente fuerte para que no me cayera, lo hizo con una delicadeza imposible.
En sus brazos me sentí frágil. Casi deseando estar indefensa para que él me refugie en su abrazo protector.
Como una delicada muñeca que se podría romper al más leve movimiento.