Amor rápido [Sonic y Tu]

Capítulo 22 ~Cuando encuentre lo que busco~

 Pov Tn

Llegamos a la casa de Shadow. Sonic tocó la puerta y cuando el erizo negro abrió nos miró de arriba a abajo.

- Payasos... -gruñó bajo al verme en brazos de Sonic-. ¿Que quieren?
- Necesito una costura quirúrgica. Tails dijo que como tú habías entrenado pues... Tal vez sabrías cómo hacerlo -los ojos de Shadow se abrían conforme yo hablaba, y dirigió su mirada a mi costado sangrante.
- ¿Que necesitas...? ¿Qué te pasó?
- Eggman -refunfuñó Sonic.
- Bueno... Supongo que puedo hacerlo, pero no quedará estético.
- No es necesario. Después de todo... ¿Quién la vería?
- No lo se... -murmuró mirando a Sonic-. Pasa.

Me incorporé y renqueé hasta la puerta.

- Tn. Tal vez quieras... -movió la cabeza hacia el erizo azul que me seguía.

Me sonrojé ligeramente. Claro que tendría que quitarme la camiseta.

- Oh. Sonic... ¿Puedes quedarte afuera?
- Ehh bien... -sonrió de costado algo forzadamente-. Supongo que puedo quedarme aquí a cambio de no entrar a la casa del Faker.
- Gracias.

Entré.

Pov Sonic

Apenas la puerta se cerró mi sonrisa desapareció y unos pensamientos inapropiados acecharon mi mente.
Traté de descartarlos. ¿Qué motivos tenía para estar celoso de Shadow...? Un erizo... Probablemente más atractivo... Negué con la cabeza.
Tn no era alguien que mirara el aspecto.
Me culpé por sentir celos. Ella estaba haciéndose una costura porque había recibido un balazo, y yo hacía caprichos porque me había pedido que me quedase fuera. Además, no quería ver la carne viva de nuevo.
Mientras tenía esta lucha mental contra mis instintos, sentí unos brazos que rodeaban mi abdomen.

- Hey... ¿Te hice esperar mucho?
- Mmm... No si estás bien.
- Pues sí. Gracias a Shadow.

Me volteé y noté que el bulto del tosco vendaje de Tails había desaparecido.

- Ya no sangras.
- No.
- Intenta no hacer movimientos bruscos. Podré sacarlo dentro de unas semanas... Aunque teniendo en cuenta tu rápido metabolismo con 2 días bastaría -dijo Shadow apareciendo serio en el umbral-. Incluso ha empezado a cicatrizar las áreas circundantes.
- ¿Nunca sonríes? -preguntó Tn.
- No hasta que encuentre lo que busco -respondió frío y cerró la puerta.

Pensé en el ánimo habitual del erizo, y en la tal "María". ¿Que cómo sabía yo el nombre? Shadow repetía murmurando siempre ese nombre cuando miraba el cielo.
Pensé en Tn.
Ella era lo que yo estaba buscando, inconscientemente.
Me dolió la sensación. Lo único que siempre había buscado Shadow le había sido arrebatado y yo desperdiciaba mi hermosa oportunidad.
Tn estaba delante mío meditando también. Podía simplemente besarla, decirle cuanto la amaba y que ella decidiera qué sucedería a continuación. Esa posibilidad tan realista. Tan fresca frente a mis ojos.
Sin embargo no lo hice.
¿Qué pasaría si quería estar conmigo?
Mi reputación de soltero indomable poco importaba a estas alturas. Mi verdadera preocupación era Eggman.
Le había disparado, y la próxima vez, ella podría no tener la misma suerte.
Suspiré y me pasé mis manos por el rostro ordenando las ideas.

- Sonic, te ves agotado.
- Ah, estoy bien... Lo siento.
- Yo también lo estoy. No todos los días le disparan a uno ¿sabes?
- Hasta en estas condiciones mantienes tu humor -sonreí tiernamente y luego me alejé de su intento de abrazo con expresión sombría-. ¿No te asusta un disparo certero?
- Vamos, qué puede pasarme estando junto a Sonic the Hedgehog.
- No pude protegerte.
- Supongo que estabas... Distraído ¿uh? Distraído... Claro... ¿Por qué?

Pasó sus manos por mi rostro.

- Tn...
- Sonic... -sonrió y delineó mi boca con su pulgar.
- ¿Qué... Qué haces?
- Tú dime. ¿Qué hago? Me gustaría cenar.
- Pues qué esperamos.
- Sí... Pero estoy algo cansada -hizo una especie de puchero forzado.
- Podemos ir a mi casa -curvé las cejas adivinando sus intenciones.
- Me agrada esa idea.
- ¿Quieres que te cargue?
- Oh por favor, no se si podré caminar. Shadow dijo que no hiciera mucha actividad física -puso los ojos en blanco-. Supongo que será mejor que lo hagas.
- Será un placer mademoiselle.

Se colgó de mi cuello y corrí hasta mi casa con un placentero vértigo por su perfume.