La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?

32-¿Quién soy, sino una simple humana?

Camine a la puerta, tenia un poco de frio, la abrí y me adentre en la casa, cuando voltee a ver si había alguien en la sala me congele…

-Alec…- sus ojos que eran rojos ya no lo eran, ahora eran de un negro feroz.  Temblé en mi lugar, ¿Qué hacía o que decía?

-Veo que te diviertes- su sonrisa era… descarada, pero sabia que estaba enojado… muy enojado.

-Yo… Alec, te puedo explicar- ¿Qué le iba a explicar?

-Claro que me explicaras, pero no aquí- se acercó a mí y tomo de mi brazo, me saco a fuera de nuevo.

Se puso debajo de un escalón y yo arriba, me tomo no con mucha delicadeza y me subió a él, corrió por el bosque, no sabia a donde iba, el frio ya empezaba a calar en mi, si me hubiera dejado traerme algo mas.

No tardamos mucho en llegar a… donde sea que estemos, me bajo y me tambalee, me había mareado un poco y jadeaba por el frio.

-Ahora explícame todo- me hablo bruscamente.

-Yo… en primer lugar te quiero decir que no hice nada malo, en segundo lugar te digo que tengo mucho frio, y en tercer lugar… tú me dejaste sola una semana- se quito su chaqueta y me la tendió, sus ojos brillaban de un color negro intenso, me daban miedo.

-¿Crees que no es nada malo irse con un perro a no se donde?-

-Solo me llevo a conocer a los demás, sabes que yo quería conocerlos, lo sabes- lo mire con suplica en los ojos.

-Eso... pero ¿Qué no entiendes que pueden perder el control? Te pudieron lastimar- su cara ahora mostraba los sentimientos.

-Pero no fue así, aquí estoy sana y salva- me señale con mis manos.

-Eres una estúpida, por jugar con tu vida-

Nunca me había hablado así, rezongue la nariz y sentí como una punzada llegaba a mi corazón. Sabía que estaba enojado pero… ¿Hablarme así? Di un paso hacia atrás, una estúpida lágrima salió de mi ojo derecho, sentía un nudo en mi garganta.

-Si tantos problemas te doy… déjame, déjame y vete- mi voz salió temblorosa por las ganas de llorar.

Su cara se descompuso con mis palabras, ¿Por qué se ponía así? ¿Quién era yo, sino una simple humana? Una humana que solo le da problemas.

Se movió hasta ponerse enfrente de mí, sentí el frio aire en mi cara cuando se movió. Tomo mis mejillas con sus manos, su frio tacto me provoco escalofríos.

-Quiero que entiendas una cosa bien, tu no eres ni una carga para mi, eres mi vida, entiéndelo bien, y si me enoje es porque me preocupe por ti, y estaba tremendamente celoso-

-No tenías… porque estar… celoso- dije sollozando.

-No quiero que llores y menos por mi culpa- me acerco a él y me abrazo.

Sentí tan bien, una semana que no había sentido sus brazos alrededor de mí, tampoco había escuchado su voz. Lo abrace como pude ya que él me tenia pegada a él.

-Alec… bésame, bésame por favor- casi le suplique, bueno si le suplique, quería sentirlo de nuevo, sentir que todo estaba bien.

El no tardo en responderme, me atrajo a él y con sus manos tomo mi barbilla, la levanto hasta que mis labios rosaron con los suyos. El beso fue… con mucha necesidad, yo lo necesitaba en este momento y siempre lo necesitaría, y él... me demostraba que también me necesitaba. Sus labios suaves y fríos tocaban los míos con desesperación, sentía como si todo estuviera perfecto, como si solo fuéramos él y yo, una especie de banda sonora empecé a escucharla, era… un beso de reconciliación perfecto.

Nos separamos porque a mi me faltaba el aire, yo tenia los ojos aun cerrados, quería sentir el cosquilleo que dejaban sus labios en los míos.

-Será mejor que regresemos, hace mucho frio, soy un estúpido por traerte aquí-

-Estoy… bien- mis dientes castañeaban.

Me cargo esta vez en sus brazos acunándome en su pecho, antes de que el corriera le bese suavemente, solo fue una suave caricia.

Quería que todo llegara a estar bien, quería que todos fuéramos felices sin problemas algunos, quería muchas cosas pero no todo se conseguía. Por ahora solo quería estar con Alec y no separarme jamás de él, ni un día y menos una semana.