14-Una humana en medio de una desena de vampiros.

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Bueno, estar acostada aguantando un dolor intenso y ser observada por un vampiro… no tiene precio.

- ¿Por qué no te retiras?- dije como pude, el dolor no ayudaba mucho.

-No creo que sea conveniente que te deje sola así como estas-

-He estado peor-

-Por lo que se querida, Alec te estuvo cuidando en la no realidad-

-Creo que ya le pusiste nombre ¿No?-

-Suena a lo más lógico, tu mundo para nosotros no existe y nuestro mundo para ustedes es ficción, suena lógico que le diga la no realidad-

-Viéndolo en ese punto-

 
Me quede tirada en la cama, bueno he estado así yo creo más de una hora, y Carlos no se separaba de mi cuarto o más bien de mí. Según el, por qué no es debido que me deje sola.

La puerta se abrió y sin tocar entro Demetri y Félix.

-Claro, adelante- dije con sarcasmo.

-Veo que aun con dolor eres irritante-

-Veo que a pesar de los años sigues siendo un niño- Félix se quedó callado pero serio y después… sonrió. Ceo que este vampiro era bipolar.

-Niña, me acabas de agradar, veo que no eres como las de más, te sabes defender-

-Claro, claro, ¿Traían los medicamentos? Esto duele horrores-

-Claro, ten- me entregaron dos cajitas y una botella de agua, saque una pastilla de cada cajita y me la tome, solo esperaba que me hiciera efecto.

-Bueno… si quieren se pueden ir, no necesito niñeras-

-Claro, como su majestad ordene- dijo Carlos haciendo una reverencia, no pude evitar soltar una risita.

Los chicos se fueron de mi 'Habitación', no sabía si me quedaría aquí, pero conociendo a Aro que sabe de mi supuesto don, no me dejara ir tan fácil.

El medicamento no tardó en hacer efecto, esto era lo que yo quería, un descanso de este horrible dolor.

A la mañana siguiente…

Me desperté algo… rara, creo que eran las pastillas.

Me levante de la cama y ya no me dolían tanto las piernas como ayer, creo que solo necesito descansar un poco más y estaré mejor. Mi ropa estaba sucia ya, y necesitaba un baño con urgencia, camine hacia el closet que estaba en ese cuarto, lo abrí y vi ropas negras, todo era negro solo unas cosas eran grises o azul rey pura ropa obscuras, creo que como estábamos en otoño esto sería la moda.

Me puse a husmear un poco el closet para ver que había, necesitaba ropa limpia y un buen baño con agua caliente.

Encontré un pans gris y una blusa verde militar de mangas largas, ropa interior había aquí también, creo que este cuarto era de alguien, o estaba equipado para una chica. Más o menos diría yo, me metí a bañar, el baño era precioso y la tina que había me ayudaba mucho. El agua era tan calientita que me destenso los músculos, no sé cuánto dure en la tina pero ya era hora de salir.

Me seque con una toalla y me empecé a vestir, cuando iba a poner la blusa me di cuenta que en mis costillas tenía unos moretones, eran marcas de dedos, fue Damián cuando me abraso para que no escapara de nuevo. Creo que no me había dado cuenta por la adrenalina que corría dentro de mí.

Termine de ponerme la blusa y me calce mi tenis, mire por toda la habitación hasta encontrarme con un precioso tocador, tenía un peine, varios perfumes, algunos collares y cosas así. Tome el peine y me peine suavemente. Tome uno de los perfumes y los empecé a oler, todos olían deliciosos, pero uno me llamo la atención, el que olía a melón, era rico ese olor. Me hice una coleta alta con flequillo y deje todo tal cual estaba. Me volví a sentar en la cama y observe hacia la puerta, a un lado de ella habían unas muletas ¡Genial! Ya tenía como moverme sin lastimarme.

Las tome con una gran sonrisa, estas no eran mis muletas, más bien parecía como si las hubieran mandado a hacer, ya que tenía un color precioso los tubos tenían ese color gris pero los mangos de las muletas eran doradas, como si fuera oro. Estaban cómodas, además tenía el escudo de los Vulturis en uno de los tubos.

Salí del cuarto para estrenar las nuevas muletas, camine por pasillos y no encontraba el fin a estos pasillos, pobre Bella cuando vino a este lugar en Luna Nueva.

Llegue a una puerta que era la que Félix me había traído antes creo que aquí estaba la sala de los 'amos'. Intente empujarla pero era… muy pesada.

Lo que hice fue vergonzoso, toque la puerta hasta que me abrieron.

 
- ¿No la pudiste empujar?-

-Ha si claro, perdón, pero quiero recordarte que soy humana tonto-

-Debilucha-

-Pie grande-

-Enana-

-Fenómeno gigante-

-Al menos soy más fuerte que tú -

-Al menos tengo cerebro y lo uso más que tú -

Esta discusión con Félix no serviría.

-Chicos, parecen dos niños peleando- era la voz de Aro, bueno, creo que todos escucharon nuestra 'charla'.

-Perdón, pero el empezó-

-Pasa querida, veo que te has bañado y te ves mucho mejor-

-Ah sí, perdón por la ropa pero no encontré más-

-No te preocupes querida, la ropa esa es tuya-

-Ya veo… ¿Te puedo hacer una pregunta Aro?-

-Claro querida, adelante-

-Creo que conozco la respuesta pero quiero saber si… ¿Me quedare a vivir aquí?-

-Sí, es lo mejor y es por tu bien-

-Claro, claro, una humana en medio de vampiros, que bonito-

-La mayoría de aquí se controla querida, no abra problemas-

-Bueno, como viviré aquí puedo estar como en mi casa ¿Cierto?-

-Claro-

- ¿Y mi comida?-

-Te la traerán a tus horas-

-Bueno era todo, me retiro que quiero conocer el castillo, debe ser interesante, por cierto… esto va para Félix, Demetri y Carlos, cuando entren a mi habitación ya que ahora es oficial, les pido que toquen-

-¿Te crees la dueña?- me pregunto Félix retándome.

-No, solo te digo como advertencia, aunque este lastimada y sea humana te puedo hacer la vida de cuadritos- y le sonreí tierna mente.

-Definitivamente, me encanta esta chica- todos rieron con el comentario de Félix, yo solo rodee los ojos y salí de ahí.

Quería conocer el castillo, a lo mejor por pura casualidad lo encontraba por uno de estos rincones.

La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora