La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?

55-Luna de miel... preocupación de una madre.

La fiesta de mi boda transcurrió complacientemente, bailando y conviviendo con todos. Yo solo una copa de vino tome ya que tenia que estar al pendiente de mis bebés, Alec platicaba con algunos de las cabezas de los clanes que nos acompañaban en nuestra boda.

Después de que la fiesta se acabó nosotros fuimos a cambiarnos, hoy saldríamos de viaje a Roma, no era muy lejos pero era por decisión mía, ya que no quería separarme de mis bebés.

Remplace el vestido de novia por unos pantalones de mezclilla azul y una blusa blanca de mangas largas, una chamarra de piel color café y unos converse de botines de color negro.  Salí de mi habitación con un bolso, ya que mis maletas las habían llevado ya al auto que nos llevaría al aeropuerto con destino a Roma.

-Jane, cuida bien de mis bebés ¿si?-

-Te lo prometo, además las Cullen estarán aquí por unos días, así que no te preocupes- rodo los ojos al escuchar por quinta vez mi petición.

-Vamos amor, confía un poco en mi hermana, cuidara bien de sus sobrinos y nadie de aquí dejara que toque a nuestros bebés -

-Vayan tranquilos, cuidaremos de sus hijos- hablo Demetri, quien le dio una mirada tierna a Clarise… algo tenia Demetri con mi bebé.

-Confió en ti amigo, y cuando regrese de mi luna de miel quisiera hablar contigo- hablo Alec serio… ¿Qué pasaba?

-Anden, que se les hace tarde… no se preocupen, díganle adiós a papi y mami- les dijo a mis niños quienes reían felices en brazos de su tía Jane.

Nosotros salimos del castillo rumbo al auto, Alec condujo hasta el aeropuerto donde subimos al avión privado de los vulturis, nos dirigimos a Roma, la verdad el camino no fue muy largo, apenas y casi una hora.

Al llegar bajamos el avión, tomando nuestras cosas y caminando a un auto de lujo que nos esperaba estacionado fuera del aeropuerto…  luna de miel aquí vamos.

(Salto espacio-temporal)

-Insisto Alec… tenemos que regresar ahora mismo al castillo, algo anda mal, lo presiento-

-Tranquila mi amor, solo son preocupaciones de una madre-

-¿Acaso tú no te preocupas por ellos? También eres su padre-

-Mi cielo… me preocupo, pero sé que están perfectamente bien protegidos, nada les pasará -

-Quisiera tener la misma tranquilidad que tu… es, me preocupan mis hijos, siento un presentimiento Alec-

-Te aseguro que todo esta bien, si algo hubiera pasado ya nos hubiesen marcado, ¿no crees?- y como si Alec tuviera voz de profeta sonó su celular.

Al instante contesto:

-Hermana, gusto saludarte ¿Qué pasa?... tranquila Jane, respira y… ¡¿CÒMO  QUE NO LOS ENCUENTRAN?!... vamos para allá- y colgó de un golpe el celular.

Me le quede mirando, esperando una respuesta pero, una respuesta que jamás llego… me estaba impacientando, ¿Qué pasaba? A que se refería con "como que no los encuentran".

-¿Y bien?... ¿que pasa?- jugaba con mis manos y me encontraba de pie caminando impaciente.

-Elizabeth, amor… no quiero que te exaltes, promételo-

-¿Qué pasa?... Alec, habla de una vez que me estas preocupando-

-Elizabeth… nuestros hijos están desaparecidos…-

Caí al suelo… mis hijos… mis niños, no. Tenia que estar bromeando, tenia que ser una broma de mal gusto, no es verdad, no. Mis niños… mis bebés.