Luna de color rojizo en el cielo negro, niebla abrazando mi ser, sintiendo mi cuerpo temblar, el viento rosar mi rostro y mis cabellos enmarañados, suave seda rosando mi piel, miro hacia abajo y noto mis pies descalzos, un vestido de suave tela de color negro moviéndose hacia el lado derecho de mi cuerpo al compas del viento, levanto mi cara y miro hacia enfrente, más adelante un pueblo, que notablemente a lo lejos, se nota que estaba ardiendo en llamas, entre cierro mis ojos y miro mejor, mi vista vampírica no me dejaba ver mucho, escuchaba gritos de dolor, llantos desgarrados y el tronar del fuego, yo, arriba de una pequeña colina no muy cerca y tampoco muy lejos.
Miro horrorizada al comprender algunas cosas, un pequeño pueblo estaba ardiendo en llamas y yo estaba presenciándolo, la gente estaba muriendo dentro del fuego, gritaban del dolor y al saber que morirían quemados, mis oídos lastimaban al sentir el grito y el llanto de la gente, sentía dolor en mi pecho.
—Estar aquí fue un error— alguien hablo detrás de mí, gire mi rostro un poco, no sentí miedo.
—Quería ver que se cumpliera la orden, ellos van a pagar lo que hicieron— era yo la que hablaba, pero algo había en mi voz, era frialdad, no había ningún sentimiento.
—Mi señora, usted no puede estar aquí, tiene que estar en un lugar seguro—
—No te preocupes, solo quiero que cumplan la orden, yo…— caye, escuche como se acercaban unos pasos rápidos.
Los vampiros venían en mi dirección y yo mire indiferentemente.
—Señora, este es el líder del clan— mire al hombre que estaba sujeto por los vampiros que ahora estaban enfrente de mí, el hombre levanto el rostro y me miro a mi, odio y rencor fue lo que había en mi ser.
—Camila— gruño el hombre y yo sonreí divertida, sentía que lo conocía pero no sabía de dónde, estaba dentro de un cuerpo que no podía controlarlo.
—Lycaón, te dije que regresaría—
—Y yo te dije que me vengaría si hacías algo, te dije que lo pagarías con creces —
—Te advertí que si le tocabas un dedo a mi hijo las pagarías, mataste a mi hijo— hablaba bajo, pero en mi voz producía un efecto de frialdad.
—Él entro en nuestros territorios y enamoro a mi hija, ahora lo pagaras yo haciendo lo mismo con tu hija—
—A mi Elizabeth la dejas en paz, jamás le tocaras ni un solo pelo— gruñí.
—Lo veremos—
Sin más el hombre se zafo de las vampiros matándolos, mato a los vampiros que estaban ahí, lo mire quieta y con los ojos abierto de par en par, mire como se acercaba poco a poco a mí, sus facciones se fueron haciendo salvajes, pelo saliéndole del cuerpo y su cara deformándose, cuando estuvo enfrente de mi levanto una mano, unas garras enormes saliéndole de los dedos, fue ahí donde me ataco matándome de un solo zarpazo.
Exaltada me desperté, mi respiración estaba al tope, mire donde estaba, era mi habitación donde dormía con Alec, me mire y aun tenía mi ropa con la que había estado ayer, suspire en mi interior pero aun así… los recuerdos del sueño que había tenido aun estaban en mi mente, el sueño había incluido a mi madre, pero también decía mi nombre… no entendía nada, pero había visto los cambios del hombre, "Lycaón" seguía en mi mente, fui al escritorio donde estaba mi laptop y la abrí, la encendí abriendo el navegador donde teclee hijos de la luna, salía muchas cosas, algunas imágenes, entre más buscaba más cosas descubría.
<<Lycaón era un rey culto y religioso, muy querido por su pueblo, al que ayudó a abandonar la vida salvaje que habían llevado hasta entonces. Fundó la ciudad de Licosura, una de las más antiguas de Grecia, y en ella erigió un altar a Zeus Licio. Pero su apasionada religiosidad le llevó a realizar sacrificios humanos, lo que degeneró su posterior metamorfosis. Ovidio afirma que llegó al punto de sacrificar a todos los extranjeros que llegaban a su casa, violando así la sagrada ley de la bendita hospitalidad.
Habiéndose enterado de tal aberración, Zeus se hizo pasar por un peregrino y se hospedó en el palacio de Lycaón. Esté se preparó para matar al peregrino, pero, alertado por algunas señales divinas, quiso asegurarse antes de que no era un dios, como afirmaban los temerosos súbditos. Para ello hizo cocinar la carne de una de sus víctimas o de un esclavo, y se lo sirvió a Zeus. Éste montó en cólera y transformó a Lycaón en lobo, e incendió después el palacio que había sido testigo de tanta crueldad.
Lycaón fue padre de muchos hijos (algunos autores afirman que llegaban a cincuenta), tenidos de distintas mujeres. Los hijos de Lycaón eran famosos por su insolencia y su impiedad, y sus crímenes llegaron a oídos de Zeus, que se disfrazó de viejo mendigo y acudió al palacio de los licaónidas para comprobar si los rumores eran ciertos. Los jóvenes príncipes tuvieron la osadía de asesinar a su propio hermano Níctimo y servir sus entrañas al huésped, mezcladas con las de animales. Zeus descubrió el engaño y enfurecido convirtió a todos en lobos, los fulminó con su rayo o tuvieron que exiliarse para siempre, según las versiones. Después devolvió la vida a Níctimo, que sucedió a su padre en el reino de Arcadia.
Según Apolodoro fue en el reinado de éste último cuando se produjo el diluvio de Deucalión, provocado precisamente por ira que generó a Zeus la impiedad de los hijos de Lycaón.
Suidas ofrece otra versión de la historia, según la cual Lycaón había extendido, con el fin de que su pueblo se volviese más piadoso, el rumor de que Zeus iba a visitarle a menudo de incógnito. Para comprobarlo sus hijos fueron los que mataron a un niño y mezclaron su carne con la de los bueyes preparados para el sacrificio al dios, que fulminó con un rayo a los asesinos. Fue entonces cuando Lycaón, inocente, instituyó las lupercales.>>
Todo eso me había dejado con la boca abierta, con eso fui atando cabos, por eso en cada carta que me mandaba, una carta o nota o lo que sea el muy bastardo escribía que la luna estaba de su lado, era porque la luna en si estaba de su parte, ya que al ser lo que era se convertía en un fenómeno hombre lobo, pero de esos que te daban miedo, mi corazón latía mas fuerte de lo normal, entonces el sueño que tuve… fue el pasado de eso… pero, ¿Mi madre que tenía que ver en eso?
Al menos había sacado algo de esto, ya sabía a que nos enfrentaríamos, sabia como era su cara, sabía lo que quería de mi, ahora esa cosa ya no tenía el factor sorpresa.
Tenía que ir a avisar a los demás, teníamos que planear las cosas, tenía que salir a buscar más pistas, tenía que hacer algo porque empezaba a volverme loca.
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La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?
FanfictionOk, esta historia es para las aún fanáticas de Crepúsculo. Yo en lo personal, aún me gusta. Ya lo había subido en algún lugar 😬 pero quiero sibirlo aquí, historia escrita cuando tenía 17 años. Veamos como lo hacia...