La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?

21-Yo te cuidare.

-Vete Damián, vete de una vez-

Él se lo pensó por unos instantes y después me sonrió.

-Claro preciosa, me iré… por ahora, solo ten en cuenta que no te dejare sola mi amor-

-¡Vete, ahora!-

Sin más, desapareció. Ahora tenía mucho más miedo que nunca. Jamás me dejaría sola, nunca estaría en paz. ¿Por qué ni en mis mejores sueños me dejaba sola?

- ¿Estás bien?-

-Si, solo… ¿podríamos entrar al castillo?-

-Claro-

Me tomo en brazos y tomo también las muletas y se adentro al castillo. Me sostuve a el como si temiera a que me dejara caer, aunque sabia que no me dejaría caer nunca. Me aferre tanto a el que si fuera humano el ya estaría asfixiado.

Llegamos rápido a mi cuarto, el abrió mi puerta y entramos, me recostó suavemente en la cama. Después me miro temiendo lo peor.

-Alec, no aré nada estúpido, solo… quiero descansar-

-Está bien, te dejare para que descanses mañana…-

_-¡No!, perdón… no te vallas, quédate aquí conmigo, por favor, yo… tengo miedo-

-Pequeña_-y me sonrió tiernamente.

Se dirigió a la puerta y la cerró con seguro, después se giro hacia a mí.

-Es para que estés mas segura, aunque seria fácil para cualquiera entrar-

-Pero estarás aquí-

-Claro, yo te cuidare pequeña-

-Ven, acuéstate conmigo ¿Si?-

-Claro-

 Hice  un lugar a mi lado, él se recostó junto a mi, más bien estaba medio sentado, aunque yo con eso me conforme.

-Ahora duerme mi pequeña-

Le hice caso y me acomode junto a él, lo abrase por el estomago y deje que el sueño me llegara. Pero antes quise decirle unas cosas.

-Oye Alec-

-¿Qué pasa?-me miro a los ojos con el ceño fruncido, no estaba enojado ni nada, era solo de seriedad.

-Gracias-

-¿Gracias porque?-

-Por defenderme, por cuidarme, gracias por eso-

-No tienes que agradecerme nada, lo hago por que quiero-

-Aun así, gracias de nuevo-

-Mira, yo lo hago por diferentes razones, pero te cuido porque no me perdonaría que te pasara algo-

-¿Porque? Si no valgo nada, solo soy una humana más - mi voz era tan baja, era un susurro.

-Creo que necesitas dormir-

-Respóndeme Alec, ¿Por qué no te lo perdonarías?-

-Porque eres importante y ya, deja de preguntar cosas y duerme, o sino pensare que mi presencia no te deja dormir y me iré-

-Oh bien, ya me duermo-

Que tramposo era, pero él tenía razón, necesitaba dormir, estaba exhausta. Además sé que él me cuidaría, él me lo prometió, me cuidaría. Aunque la verdad me sigo preguntando porque dijo que jamás se lo perdonaría. ¿Acaso no se lo perdonaría porque Aro le daría un castigo? No lo sé, pero… después lo averiguare.