50- Un casi asesinato.

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Hoy era un día espectacular, al menos para un vampiro, estaba nublado pero se sentía el cálido viento, así que seria perfecto salir con mis niños a pasear.

Aliste a mis niños, cambiándolos les puse ropitas adecuadas para salir, a Clarise le puse un vestidito color rosa con un moño blanco y a Michael un pequeño short y una camiseta con balones de figuras, los niños aparentan ser mas grandes, de meses incluso y apenas tenían días de nacidos.

Yo traía un short de mezclilla corto y una blusa de tirantes blanca, una mascada color café y unos botines cafés también. Tome a los niños en mis brazos.

-¿Quieren salir pequeños?- no me respondieron hablando, pero sus risas preciosas me dijeron que si.

Les sonreí y les di unos besos en las frentes a cada uno y salimos de la habitación, caminando por los pasillos, saldríamos al jardín, también traía una manta para tumbarnos en el césped y que pudieran mis niños estar tumbados y disfrutando del aire libre.

Alec, el padre de mis hijos estaba en una junta en la sala, yo no había ido porque no soy una guardia, además de que él tenia que hablar con los lideres para que nos dejaran ir a una casa aparte del castillo, tenia que dar las razones y esas cosas.

-¿Verdad que esta bonito mi cielos?- mis pequeños empezaron a reír de nuevo, eran preciosos y aun no podía creer que tenia a dos preciosos hijos.

-No creo que sea tan bonito con tanta comida por ahí suelta- me sobresalte al escuchar una voz que jamás había escuchado.

Lo voltee a ver, era un chico que jamás había visto, ni en los libros ni películas, ni en el castillo. Me puse a la defensiva, alejándolo unos pasos de mis niños.

-¿Quién eres, y que haces aquí?- pregunte amenazante, se me ponían los bellos de punta de solo sentir su presencia.

-Hum, ¿Quién soy? No importa, pero se quien eres tu y quienes son esos… niños, ¿Sabes? La seguridad de este castillo apesta-

-No deberías meterte aquí, así que largo-

-No querida, tengo hambre y tus… hijos, por así decirlo, me atraen ya que  huelen bien- sonrió mostrando sus colmillos afilados, yo di un paso hacia adelante alejándolo otro poco de mis hijos.

-No te atrevas a tocarlos, por que te juro que yo misma te matare-

-Eres una neófita, hum, puede que me ganes en fuerza por ser nueva en esto, pero soy más viejo que tú y soy más experimentado querida, ¡Demonios! Alec, el gemelo brujo si que tiene suerte, tiene a una mujer tan sexi- me sobresalte al escuchar eso ¿Qué le pasa a este tipo pervertido?

<<Alec, por favor, si me escuchas ven ayúdame estoy en el jardín>>  trate de comunicarme con Alec mentalmente, era algo que se me había ocurrido y esperaba que funcionara.

-Ser una neófita me da ventaja en vencerte, y más si tengo dones- le amenace.

-Querida, soy inmune a los dones- se acercó a mi aventándome a un árbol, tomándome de las caderas y acercándome a él, mis hijos empezaron a llorar, los mire preocupada.

-Aun así puedo matarte- no me rendiría. Lo avente lejos de una patada. Cubrí a mis hijos con un escudo físico, así no podría acercarse a ellos.

Me distraje y eso me valió un gran golpe contra el árbol de nuevo, pero esta ves si lo tumbe y esta vez me… ¿Dolió?

-Como te dije tengo hambre… pero ahora no es de sangre, te vez tan… apetecible, tu cuerpo y tú, sigo sin entender ¿Por qué te quedas con Alec? bah, eres tan sexi, si no disfruto un poco de tu cuerpo seria un pecado- se tiró encima  de mí, me tomo de las muñecas y las apretó en el suelo, jadee al sentir dolor en mis muñecas, ¿Por qué me dolía esto? Se supone que era una vampira y no me debería doler nada.

Me empezó a besar y tocar mi cuerpo, ¡Qué asco!, intente empujarlo pero el hizo más presión. El llanto de mis bebes me preocupaban mucho más .

-Jamás pensé que una vampira oliera así como tú … pero hueles exquisito- acercó sus dientes a mi cuello ¿Qué pensaba hacer?

La respuesta llego a mi rápidamente, encajo sus dientes a mi cuello, haciéndome gritar y haciendo que mis hijos lloraran más, cerré los ojos gritando por sentir los colmillos en mi cuello.

De repente alguien aventó al vampiro que estaba encima de mí.

-Demetri, toma a los niños y llévatelos dentro- ordeno Alec. Quien estaba enfrente del vampiro, me quede tirada en el suelo.

Demetri hizo caso, tomo a mis hijos en sus brazos, el escudo ya no estaba porque me había debilitado, Demetri corrió dentro del castillo con mis hijos.

-Pero mira quien está aquí, Alec Vulturi-

-Qué quieres Brian, ¿No te bastó con lo que te paso?- la mirada del tal Brian era furibunda hacia a Alec.

-Sabes que mataron a mi novia injustamente- venganza, eso quería él.

-Rompió las reglas-

-Y tú también, al enredarte con una humana, ¿Pero sabes? No te culpo, tú mujer es tan sexi, creo que es tan ardiente en la cama ¿No?-

-¡Maldito imbécil!- Alec se aventó al vampiro, peleando con él.

Yo trate de pararme, pero solo pude ponerme de rodillas, sentía mi cuerpo débil y pesado.

Observe como peleaban, como Alec lo tomaba del cuello y lo aventaba al suelo, con mucho odio y rencor lo golpeaba, también deseaba que lo matara, ¿Meterse con mis hijos? Eso no le permito a nadie, pero tenia que preocuparme ahora de otra cosa.

Levante la  mano y la pase por mi cuello, puse mi mano enfrente de mis ojos y lo que vi me sorprendió: sangre. ¿Cómo podía ser eso posible?

Un fuerte golpe me hizo mirar adonde se encontraba todo, intente pararme pero no pude. Lo que veía me sorprendió y me aterro, Alec estaba aun lado del cuerpo del vampiro que me había atacado.

Alec se volteo y me miro, en segundos estuvo a mi lado, me tomo en brazos con delicadeza. Otro vampiro llego, pero ese se encargo del cuerpo del vampiro, quemándolo.

-¿Qué te hizo ese imbécil? Te llevare dentro para que te revisen- yo no dije nada solo me recosté en su pecho. Me sentía tan débil.

La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora