La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?

38 - Secuestro.

Camine por las callecitas hasta toparme con uno que no estaba lejos del auto, camine hacía el pero antes de llegar siquiera alguien se me apareció.

—   Hola mi amor-  en su cara estaba esa sonrisa que me daba escalofríos.

—   Da… ¿Damián? -

—   Quien sino mi amor-

Dios mío, ¿Ahora qué hago?

—   ¿Qué haces aquí?-  retrocedí unos pasos, pero sabía que esto no serviría.

—   Hum, buena pregunta… pues bien, la visita que te hice en Vulterra no funciono así que pues… aquí me tienes, vengo por ti mi amor como lo prometí- él se acercó a mi y yo retrocedí más - No deberías huir de mi, yo te cuidare preciosa-

—   ¿Qué...?- no pude decir más porqué me tapo la boca y me tomo en brazos.

Corrió rápidamente por entre las casitas y negocios del pueblo, mi libro que lo llevaba en mi mano se me había caído.

No sabía a donde me llevaba, además no podía tener mis ojos abiertos ya que el aire me quemaba los ojos. Jamás me había llevado Alec así, bueno solo una vez pero lo hizo con mucha delicadeza, no como esta vez.

Sentía como el aire golpeaba mi rostro violentamente, nada era igual a como cuando viajaba con Alec, él era mucho más delicado y dulce, disfrutaba estar con el, pero en esta ocasión era una pesadilla, me estaban secuestrando y para acabar el don de Damián dificultaba las cosas.

De repente el aire cesó, nos habíamos detenido.

—   Bienvenida a nuestro nuevo hogar mi princesa- era una cabaña algo… vieja.

—   ¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde estamos? Me quiero ir ahora mismo de aquí- intente caminar, alejarme un poco pero el me lo impidió.

—   No, no, no, no querida, no te puedo dejar ir, ¿No lo entiendes? Tu eres mía, me perteneces-

—   No, no  te pertenezco, y en cuanto Alec se entere que no llego me buscara y te encontrara, el te matara-

—   Lo dudo, no deje olor querida, ni tuyo ni mío-

—   ¡Quiero irme! ¡Me quiero ir ya!- empecé a llorar por la desesperación,  me quería ir, quería estar con Alec, ojala les hubiera echo caso de no salir.

Así empezó mi tormento, yo encerrada en esta cabaña ya vieja, donde el frio entraba y no había mucho para taparse. Quiero a mi Alec, quiero que venga y me saque de aquí, no quiero estar aquí.

(***)

—   ¿No ha llamado? Ya se esta tardando demasiado ¿No crees?-

—   Si, ahora que dices eso pienso lo mismo, y… deje de verla en mis visiones- Alice, que estaba en la sala al igual que todos hablo.

—   Pero si hubiera pasado algo malo, tal vez hablaría-

—   No se,  yo creo que…-

De repente todos se le quedaron viendo a Alice, estaba teniendo una visión ya que esta, estaba petrificada en su lugar y en su cara se notaba la angustia.

—   ¿Alice que viste?- le pregunto mi hermana.

—   Es Elizabeth, un chico… ese la tiene secuestrada en una cabaña-

—   Es el mismo que tienes en mente Alec, él la tiene secuestrada y si no llegamos pronto ella puede enfermar gravemente, tiene frio-

—   ¡¿Qué?!- Salí disparado de ahí, tenia que encontrarla cuésteme lo que me cueste, pero en el camino me tope con el maldito perro.

—   ¿Qué quieres? No estoy de humor, tengo prisa-

—   ¿Qué le paso a Elizabeth?-

—   No te interesa perro-

—   Me interesa al igual que a ti- no tenia tiempo de discutir, tenia que salir a buscarla pronto.

—   Secuestraron a Elizabeth, es un vampiro que a estado tras de ella-

—   ¡¿Qué?!- la cara del perro se le descompuso.

—   Necesito irme, solo pierdo tiempo y ella corre peligro-

Empecé a correr por entre los arboles, intente olfatear el lugar y algo me ayudo, el olor de mi auto dejaba señales.

—   Y una mierda yo iré contigo, ella también es importante para mi-

No dije nada, solo empecé a correr más rápido guiándome por el olor de mi auto y su aroma. El… perro, aulló fuertemente, y unos segundos después le respondieron más aullidos.

Más lobos lo siguieron en la carrera, ahora mi prioridad era encontrar a mi Ángel.

(***)

Estar aquí encerrada era un tormento, esto era un castigo. Yo no quería estar aquí, quería estar con mi Alec y con Jake, quería estar con los Cullen y los Vulturis, quería estar con mis papás, quería que todo esto parara, quería que Damián me dejara en paz ya.

"Alec, por favor ven por mi"