Trascurrida una semana y media desde el inicio de las clases, todos los alumnos del colegio Hogwarts ya sabían que, por orden del Ministerio de Londres, les habían censurado la prensa escrita y no podían saber lo que pasara fuera si no venía escrito en una carta de un familiar. Pero también, estos familiares, habían sido advertido de los peligros que supondrían preocupar a las próximas generaciones de magos sin necesidad y poco detalle de la situación que se vivía fuera del colegio se filtraba.
Aunque durante los primeros días causó un gran alboroto entre los residentes en el castillo, el malestar solo duró dos o tres jornadas, hasta que todo el mundo se adaptó a tener que vivir sin noticias y el curso prosiguió.
Era miércoles y por los horarios semanales hizo que aquella mañana fuera un poco diferente al resto. Había muchísima expectación con respecto a aquel día, debido en parte de que aquella noche iban a tener su primera clase de Astronomía y las ganas de pasarse la noche contemplando las estrellas eran muchas, por parte casi total del alumnado del primer año. Pero la verdadera y mayor razón por la que había tanta expectación, era que aquel día tenían su primera toma de contacto con la escoba de vuelo.
Albus Potter, desde el lunes de aquella semana sentía toda la presión de la casa de Gryffindor. Todos esperaban con muchas ganas ver su primer vuelo. La historia ya conocida de su padre, unida a la de su hermano mayor; que ambos volaron con la suficiente eficacia para ser nombrado buscador del equipo aun siendo de noveles en la escuela, le marcaba unas expectativas que tal vez no estaba preparado para soportar.
En el cuarto de los de primer año, antes de que llegara la hora general de ponerse en pie y aun con las primeras luces del importante día que se les venía encima, Albus estaba acostado en su cama durmiendo. Hacía días que varias pesadillas le estaban azotando, la tensión de aquel día estaba siendo excesiva. Durante las últimas tres noches, soñaba que al elevar el vuelo se caía de la escoba y todo el colegio se reía de él.
Scorpius Malfoy, como de costumbre, fue el primero en madrugar y salir del cuarto. Hacía una semana que se comportaba extraño, se marchaba de la casa antes de que nadie se despertara. Estaba la mayor parte del tiempo diurno lejos de la torre de Gryffindor y por la noche solía volver hablando con el prefecto de la casa.
Nadie sabía de la presión psicológica que James Potter y su grupo estaban tratando de influir al jovencito. Pero Scorpius, por alguna razón, había estado evitando encontrarse con esos compañeros asolas y siempre estaba acompañado evitando que lo volvieran a intimidar. El grupo no se atrevía a decirle nada si no tenían la oportunidad de pillarlo solo.
Aquella mañana, al salir de la torre, siempre inspeccionaba por si le estuvieran esperando, pero a ninguno de los de tercer año le apetecía levantarse temprano para interceptar a un compañero que estaba empeñado en quedarse en la casa de Gryffindor. Aunque fueran los únicos que querían que se fuera, pues el heredero de los Malfoy era uno de los alumnos más aplicados de la casa. Siempre se mantenía a la par con Rose Weasley a la hora de ser los que más puntos conseguían durante la jornada didáctica.
La pelirroja también se levantaba temprano. Estaba en un sin vivir por su obsesión por superar a su compañero. Desconocía el verdadero motivo por el que, el rubio, cada vez se estuviera levantando tan temprano. Pero su obsesión por no quedase atrás la forzaba a madrugar tanto como él. Tampoco entendía porque se pasaba tanto tiempo en la biblioteca, pero el pensar que lo hacía para mantenerse a la cabeza de la clase, la ponía enferma.
Con los pelos alborotados y aun medio atolondrada por el sueño, la jovencita se ponía en pie e iba directa a los baños para su curso, a asearse. Allí comprobó como su cara reflejaba cansancio pues, para estar en el primer año, todo lo que estaba pasando a su alrededor la estaba agobiando mucho. No había recibido cartas de sus padres durante días, solo de sus tíos y abuelos que le informaban que estaban en una misión del Ministerio y que no podrían ponerse en contacto con ella. Eso unido a lo que iban descubriendo en su investigación con Hagrid, envidiaba a sus compañeros al ser ignorantes de lo que pasara fuera.
ESTÁS LEYENDO
Las Cinco Varitas.
Mystery / ThrillerSoplan viento de cambio en el mundo mágico. 19 años han pasado desde que la historia terminó y una nueva aventura está cerca de comenzar. Las cinco varitas han sido creadas. Cinco portadores, cinco historias, cinco leyendas y un misterioso jugador m...