Capítulo 38.

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Cuarto Acto: Miedo-Odio-Ira.

Durante aquella mañana, la del martes 4 de Abril, cuando los alumnos en el colegio se pusieron en pie, los de la casa del león, al tratar de salir de su torre se encontraron con las puertas abiertas. Poco tiempo tardaron en enterarse de que el retrato de La Dama Gorda había perdido toda su esencia mágica y el jefe de la casa, Neville Longbottom, estaba tratando de encontrar otra manera de sellar el acceso al área privada de Gryffindor.

Aquella casa era la única afectada pues para acceder a las otras no requería de un cuadro que preguntara por una contraseña. Era por eso que fue la primera en enterarse durante la mañana, al hacerlo, la noticia corrió veloz despertando a los rezagados y todos iban a enterarse de lo que pasaba.

Los más incrédulos salían y se dirigían hacia la zona donde más cuadros guardaban, las escaleras cambiantes que conectaban todas las plantas, y en poco tiempo toda esa zona se vio atestada de alumnos asombrados por lo acontecido durante la noche.

Hubo llantos pues algunos cuadros eran muy conocidos y admirados entre el alumnado. Los estudiantes iban en busca de los que más afinidad tenían, anhelando que se hubieran salvado de aquella maldición, pero toda esperanza era en vano pues el efecto era general para todos.

Rose, Albus, Scorpius, James y Vega coincidieron en una de las plantas del interconector, justo en la zona media de aquel lugar, que más cuadros tenía en la pared y los admiraban con tristeza. Al igual que el resto de compañeros habían cogido mucho cariño a diferentes personajes que habitaban allí dentro y todos estaban lánguidos.

Albus, sin que nadie entendiera que era lo que hacía, acariciaba la superficie de uno de aquellos cuadros por ver si podía hacer algo, para remediar aquel descalabro, más fue inútil pues nada pasó. Triste, acarició otro pero a la vez sentía que alguien le estaba observando en una parte más alta de aquel conector entre plantas, solo que no le prestó ninguna atención y seguía atento al suceso.

— ¿Qué diantres ha pasado? —Vega estaba triste e indignada a la vez, pues había forjado gran afinidad con los retratos durante aquellos meses y que desaparecieran así de repente fue como si los hubieran matado—. Estos cuadros eran de lo mejor que tenía el colegio. ¿Quién querría hacerles esto?

—No lo sé —Rose le respondía, debido a que los otros estaban muy callados—. Pero el suceso al parecer fue general, no solo ha afectado al colegio sino a todo el mundo.

—Pero: ¿Por qué? —Llorando, observó como Albus acariciaba la superficie de un tercer cuadro, pero después se puso seria pareciendo pensar una posibilidad—. Son ojos y oídos —pronunció de repente dejando a los otros intrigados.

— ¿Qué quieres decir?

—Pensadlo un poco: La desaparición de los fantasmas, estos no necesitaban dormir y podían estar donde quisieran. Los cuadros duermen pero están repartidos por todo el mundo mágico y sirven de espías y de puente de comunicación. Quien ha hecho esto espera moverse más sin ojos vigilando y para que no lo localicemos hace del efecto algo a nivel global.

—Pero, en el caso de los fantasmas, primero fueron los del continente Europeo y en Diciembre afectó al resto del globo.

— ¿Qué quiere decir eso? —pregunta con bastante retórica que la jovencita no tuvo tiempo de auto-responderse pues Rose se le adelantó.

—Que quien está detrás de esto se encuentra en este continente y no en otro.

—Pero de septiembre a marzo ha podido moverse a cualquier parte del mundo. Si hubiera optado por permanecer en este continente, Europa es muy grande, podría estar en cualquier parte —Albus seguía sintiendo que alguien le observaba desde las plantas más altas pero, estando en mitad de aquella conversación, no le prestó mucha atención—. No podemos hacer nada al respecto.

Las Cinco Varitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora