Capítulo 25.

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En el Aeropuerto Intercontinental Leonardo da Vinci, a las ocho de la mañana del día 18 de Diciembre, en los paneles informativos repartidos por toda la instalación solo ponían dos palabras: Retrasado o Cancelado. El mal tiempo estaba causando estragos en las salidas y llegadas, no había un vuelo que llegara a su hora. El colapso y la indignación en la terminal estaba en aumento.

El matrimonio Weasley, que había pasado la noche esperando la salida de su vuelo de regreso a Londres, era conscientes del mal tiempo y comprendían que las cancelaciones y los retrasos era por causa mayor e inevitable. Pero en una época en el que todo el mundo se creía por encima de los demás y que sus prioridades superaban con creces a las del resto, la pareja se acabó apartando a una zona del aeropuerto más tranquila, a un lugar donde los viajeros no montaran un numerito en una de las múltiples puertas de embarque.

Siguiendo muy atentos a los paneles de información, repartidos hasta el último rincón de toda la instalación, daban un paseo y trataban de conseguir un ejemplar del periódico de aquella mañana. Para conseguir uno tuvieron que dirigirse hacia una zona concreta del recinto pues, siguiendo las normas mágicas internacionales, todo aeropuerto debía contar con una instalación oculta a los ojos muggles donde se podría atender las necesidades de las personas de origen mágico.

Atravesando una barrera invisible, que mantenía oculta aquella mini terminal internacional, su estética era muy diferente al resto del edificio en el que se encontraba. En el exterior era muy moderno pero allí era como retroceder muchas décadas hacia el pasado, tantas que podría no haberse reformado desde que se inauguró el aeropuerto por el año 1961. Asientos incómodos y mostradores de madera que, a pesar del paso del tiempo, estaba todo bien cuidado y todo seguía la estética del mundo mágico europeo.

Aun estando en un lugar para personas con dones especiales, también allí y con el paso de las horas se había ido colapsando de pasajeros que esperaban su vuelo, algunos llevaban aguardando más de veinticuatro horas. Los que tenían muchísima prisa para viajar, y al estar prohibidas las apariciones y traslaciones fuera del país de origen, trataban de conseguir una de las escobas de emergencia que habían guardadas allí, para casos excepcionales, para salir hacia su destino a vuelo.

Dos empleados estaban tras el mostrador tratando de calmar los ánimos entre los pasajeros, les habían prohibido entregar una sola escoba. El riesgo de morir congelado durante el trayecto era muy elevado y por eso habían recibido órdenes de no dar ninguna escoba.

En un alto revistero, donde solían poner los periódicos a la venta, no había ni uno internacional y no ponía mucho de lo que pasara en el Reino Unido. La incertidumbre había envuelto a cada nación en su propia crisis interna y eso unido a la falta de información proveniente de Gran Bretaña, aunque la pareja tratara de leer algo que afectara a su país, no había nada concreto más que especulaciones y repetir lo mismo que se había dicho el día anterior.

Aunque el lugar estuviera atestado de gente, ninguno reconocía a Ronald y a Hermione, ambos sin poción de trasformación y con su aspecto real. Cada individuo, en aquel lugar, estaba tan ofuscado y concentrado en lo suyo que no se daba cuenta de quién podría estar a su lado. El pelirrojo, metiendo tripa, se metía entre la marabunta de personas que estaban frente al mostrador y con mucho disimulo llegó hasta el tablero donde ya solo tuvo que esperar su turno.

Uno de los recepcionistas, cuando tuvo tiempo de fijarse en el hombre que esperaba a ser atendido, logró reconocerlo y curioso de que estaría haciendo un personaje mítico del mundo mágico en aquel lugar, se aproximó a atenderle a toda prisa hablándole en inglés.

Tras preguntarle si tenían el periódico El Profeta la respuesta fue negativa pues, con el tiempo como estaba, el trasporte en lechuza internacional era demasiado peligroso para las aves y se había suspendido al menos por el momento.

Las Cinco Varitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora