—Buenos días —Corriendo por los pasillos, cada algunos metros tenía que volver a repetir aquella frase—. Buenos días —El simple hecho de repetir la misma rutina a la misma hora de la mañana, hacía que las imágenes de los retratos ya la estuvieran esperando para saludarla—. Buenos días.
— ¿Cómo van las clases? —Uno de los integrantes de un cuadro, le preguntaba al verla pasar.
— ¡Muy bien! —Avanzando por el largo pasillo le respondía sin detenerse.
— ¿Y las asignaturas muggles?
—Controladas —Giraba en un desvío y continuaba su camino volviendo a saludar a más y más cuadros—. Tengo a la profesora de estudios Muggles atosigada con mis preguntas —comentaba muy graciosa—. Como siga tan encima de ella me acabará invitando a su casa por navidad.
— ¿Te presentaste para las pruebas del equipo de Ravenclaw?
—Va ser que no. No tengo tiempo para perderlo con ese deporte. Mi objetivo son las asignaturas de mi mundo y creo que, con un poco de suerte, a final de curso pasaré las pruebas de ingreso en la universidad. Cuando termine mi martirio en este colegio y vuelva a la civilización
Vega se estaba quedando sin saliva de ir saludando a cada retrato con el que se iba cruzando. Algunos le preguntaban más cosas aun sabiendo que no tendría tiempo para pararse a hablar con ellos. La muchachita seguía su rutina sin pararse aunque luego, a media tarde, no le importaba estudiar un poco paseando por aquellos mismos pasillos y hablar con toda aquella cantidad de personajes que estaban dentro de los cuadros. Se pasaba la mayor parte del tiempo alejada del resto de los alumnos pero ni le importaba, como tampoco se sentía sola, pues tenía con quien hablar.
Mientras corría por uno de los largos pasillos, en el que no había cuadros, tan solo era una ele que desviaba hacia otra zona del castillo. Hacía días que notaba algo extraño cada vez que pasaba por ahí. Pues lo que era una puerta a un simple cuarto trastero lleno de fregonas, en ocasiones notaba aquella puerta como más grande, pero como iba tan concentrada en lo suyo no le prestaba mucha atención y la pasaba de largo. Más al darse cuenta de que ya no estaba como antes, retrocedía sobre sus pasos y se volvía a cerciorar de que era aquella pequeña puerta que daba al escueto cuartito.
Una de las veces que la pasó de largo y al volver se encontró en la misma situación, se preguntó a sí misma: "¿Me estaré volviendo loca?". Eso se cuestionaba ella misma mientras echaba un vistazo en el interior. "Al final mi madre va a tener razón y esto de dormir seis horas al día no es sano." Cerrando la puerta seguía en su rutina sin ninguna intención de cambiarla.
Aquella nueva mañana venía preparada, en aquella ele no había nadie ni cuadros que le pudieran avisar de que se estaba perdiendo algo, así que justo al pasar al lado se paró y se quedó perpleja, pues esa no era la puerta que solía haber por allí. Era enorme y tenía dos hojas, en cada uno de sus lados tenían un pomo que indicaba que se podrían abrir muy fáciles. Mirando hacia ambos lados del pasillo se quedó pensativa si entrar o no allí dentro, más al final sí que se animó a entrar y sujetando los pomos a la vez, llena de curiosidad, primero tiró de aquel tirador pero no se abría, tuvo que empujar y si lo hizo hacia dentro.
En principio muy cauta, cuando se asomó a ver lo que había por allí por un momento se quedó sin habla. En aquella sala había mucha luz y su asombro iba en aumento impidiendo que pudiera pronunciar palabra, pero se había quedado con la boca abierta. Dando una mirada panorámica para cerciorarse de que estaba sola, cuando se aseguró que no había nadie más allí solo podía pronunciar sílabas: "¡Jo!" Con los ojos brillantes trataba de decir algo más pero solo le salía ese mismo "¡¡Jo!!" en una entonación más alta. Al final solo pudo pronunciar una palabra nada propia de una señorita: "¡Joder! ¡Se acabó el correr por los pasillos!"
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Las Cinco Varitas.
Mystery / ThrillerSoplan viento de cambio en el mundo mágico. 19 años han pasado desde que la historia terminó y una nueva aventura está cerca de comenzar. Las cinco varitas han sido creadas. Cinco portadores, cinco historias, cinco leyendas y un misterioso jugador m...