Cap 9

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Lucas y Ben me llevaron a mi oficina y me sentaron al frente de una computadora para dejarme solo y pudiera escuchar la conversación que tenían Lili y Angelina.

-¿Qué tienes por decirme?-escuché la voz de Angelina en la grabación.

-Tengo muchas opciones. Muchas armas que no son legales pero sé que tu jefe las venderá muy bien.

-¿Por qué pediste que te viera una mujer?

-Tengo solo contactos de las mujeres de muchos hombres narcotraficantes... mi grupo son solo chicas.

-¿Por qué?

-Estuve en un matrimonio violento y en el pasado me rompieron mucho el corazón. Me di cuenta que los hombres no valían la pena y prefiero no estar cerca de ellos

-Lo lamento mucho. También creo que los hombres son unos idiotas. Yo estoy en esta pandilla porque el jefe de la banda me secuestró prácticamente.

-Lo lamento mucho...

Seguí escuchando la conversación de las dos chicas. Parecían dos amigas normales, Angelina le tomó mucha confianza a esa chica y ella también a Angelina.

Escucharlas me ayudó un poco. Entendí un poco como se sentía Angelina, eso me hizo sentir mal conmigo mismo.

-Me alegra que nos llevemos bien.

-Eres buena amiga, ¿Entonces me darás las armas?

-¿Mañana?

-Si.

- Entonces la transacción se hará mañana, espero.

-¡Hey!

Cuando escuché mi voz, paré la grabación. Había sido un completo idiota. Me hubiese ganado un buen dinero, y Angelina tenía razón, tenía todo bajo control, no estaba en peligro, pero estaba tan temeroso... debí confiar en ella.

Salí de mi oficina y choqué con los chicos quienes me miraban con el ceño fruncido. No quería oír sermones así que me dirigí a la habitación de Angelina; allí vi a Kevin.

Intenté entrar a la habitación pero Kevin no me dejó.

-¿Qué haces?

-No puedes entrar... Angelina no quiere verte.

-¡Tarado, yo sí puedo verla!

-Ella no quiere saber nada de ti-me estaba enojando ¿¡Cómo que no me dejaba ver a Angelina!? Saqué  la pistola de mi pantalón y la puse en la cabeza de Kevin, no me temblaba en pulso en dispararle a alguien, y Kevin no sería la excepción.

Iba a halar del gatillo pero de repente Angelina salió de la habitación y al ver que tenía mi mano en el gatillo y la pistola en la cabeza de Kevin, ella me dio una patada en las bolas ¡Qué dolor tan horrible! Me retorcí en el suelo agarrando mi masculinidad y maldiciendo por lo bajo. Angelina agarró mi pistola y agarró a Kevin de la mano para dirigirse a no sé dónde.

-¿¡A donde mierda van!?-mi voz sonó al principio un poco aguda por el dolor. Pero luego me levanté y recuperé la compostura como siempre.

-¡Eso no te incumbe, Dagge!-me gritó sacándome el dedo de en medio ¡Estaba muy enojada! Kevin se volteo a verme y me hizo una seña para que la dejara en paz. No me gustaba ver a esos dos agarrados de las manos, pero no tenia de otra, debía salir y relajarme un poco. Así ella también se calmaba.

Diablo de ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora