Los ojos son la ventana del alma, dicen por allí. Pero son unos ojos en específico, los cuales cambiaron mi vida para siempre. Esos ojos tan engañosos y hermosos esconden tantos secretos que ni yo misma sé descifrarlos, aún...
-Angelina-rodé los ojos al escuchar la irritante voz de Mia.
-¿Qué es lo que quieres, Wells?-giré para verla y esta frunció el ceño, pero luego soltó una risotada.
-Pero qué gruñona-pasó por mi lado moviendo su cabello dorado de un lado para otro. Sus ojos grises me miraron con curiosidad, ¿Ahora qué? La miré incrédula y ella sonrió con malicia-¿Vas a ir conmigo a la fiesta de la ciudad?
-¡No!–solté de golpe. Estaba loca si creía que asistiría a esa fiesta. No soy chica de fiestas y de acción. Prefiero quedarme en mi departamento leyendo un buen libro. Además esas fiestas siempre eran descomunales y no eran de mi tipo.
-Por favor-¿Por qué quería que fuera? ¿Qué era lo que tramaba? Mia es mi amiga desde siempre. Compartimos el mismo departamento en la enorme ciudad de Mánchester, Inglaterra. Pero éramos tan diferentes. Ella se la pasaba en fiestas y llevaba casi todos los días un hombre diferente a pasar la noche con ella... Y yo... Pues, solo me la pasaba entre libros para poder aprobar mi carrera de contaduría.
-¿Por qué quieres que vaya?-su cara de cordero degollado me estaba molestando, odiaba que me hiciera ojitos de gato.
-Mi hermano....-esperen... ¿Qué dijo? ¿Su hermano? ¿Qué tiene que ver Evan en esto?
-¿Qué pasa con tu hermano?-estaba confundida. Hace mucho no sabía de ese chico, bueno, desde hace unas semanas para ser exactos. Él era de otra ciudad pero venía muy seguido a nuestra ciudad para visitar a Mia.
-Tú... Le gustas-esperen... ¡¿Qué?! ¿Yo gustarle a él? ¡Por Dios! Si, debo admitir que no es feo. De hecho es muy guapo. Cabello rojo, ojos azules ¡Pero él no es de mi tipo! Conozco a Mia y a Evan desde hace muchos años y los considero como si fueran mis hermanos.
-¡Vamos! Mi hermano no es feo–fruncí mi ceño mirándola y ella se rascó la nuca. Sabía que había algo más detrás de la historia-Por favor, ve a la fiesta con él... Me dijo que si iba contigo me daría el auto-así que eso era todo... Mia y yo éramos estudiantes de 21 años de edad. Su hermano ya tenía 26 años y ya tenía casa, también se la pasaba de fiesta en fiesta; era un mujeriego y tenía ya como dos o tres autos, regalo de sus padres claro.
-No me acostaré con él-Solté inmediatamente.
-Ese no era el trato. Solo ve a la fiesta con él y listo... Te prometo que te lo voy a compensar- dijo uniendo sus palmas en forma de súplica.
-Me vas a tener que prestar el auto todas la veces que quiera-sonreí y Mia abrió los ojos con asombro.
-¡¿Si irás?!-me encogí de hombros sonriendo y Mia me abrazó con mucha fuerza y alegría-¡Gracias! Eres la mejor amiga de todas-salió corriendo hacia su habitación. Supongo que para arreglarse para la fiesta, ella era una chica que duraba horas para poder verse bien.
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Diablo de ojos verdes
ActionEl Diablo en realidad no es como lo pintan. No es ningún hombre rojo con cuernos y cola. En realidad es sexi, de cabello negro y ojos verdes. No vive en el infierno, sino en una mansión. Es un narcotraficante, peligroso y astuto; logra todo lo que...