Zack me miró con enojo, y yo lo miré con pánico, pero estaba dispuesta a utilizar mi arma si era necesario. De repente me lanzó algo pequeño que atrapé por instinto, era el mismo anillo que había visto en la joyería. Me lo coloqué y me quedaba perfectamente, sonreí pero miré a Zack quien no dejaba de caminar de un lado a otro de la habitación.
-Ese anillo, para mi significa mucho... iba a decirte todo lo que siento por ti con eso-dijo alterado pasando sus manos por su cabello ¿Qué acababa de decir? ¿Siente algo por mí?-Angelina, no soy bueno para hablar y esas cosas, pero... tu eres diferente a las demás. Desde que te conocí supe que eras la indicada, por eso no quería que te separaras de mi-sus palabras se estaban procesado en mi mente ¿Se estaba confesando?-Sé que no te merezco, pero no dejo de pensarte, odio cuando algún chico se te acerca, solo te quiero para mí y para nadie más-se acercó hacia a mí y me agarró por los brazos, yo aún estaba sin palabras asimilando todo lo que me estaba diciendo-Te quiero.
Mi corazón dio un vuelco ¿Me quería? ¡Me quiere! Estaba tan feliz. Zack era de todo, de hecho, en un pasado jamás me habría fijado en un chico como él, pero conocerlo, saber que no es lo que aparenta, que no es ese narcotraficante, asesino y sin corazón que todos creen que es, me reconfortaba, ya que yo había conocido al verdadero Zack; un chico tierno, cariñoso, atento, protector, bueno, generoso-algunas veces-Zack había abarcado todos mis pensamientos aunque en un principio yo negaba querer algo con él, caí, caí ante sus encantos y no me pude resistir a quererlo con locura.
Hubo una sonrisa que comenzó a abarcar toda mi cara, noté como Zack soltó un suspiro de alivio cuando comencé a sonreír. No tenía palabras así que me abalancé sobre él y lo besé.
Zack se sorprendió pero me correspondió con gusto. Me agarró por el trasero y yo solté un leve suspiro entre sus labios. Zack hizo que me montara sobre él enrollando mis piernas en sus caderas. Creo que íbamos a dirigirnos a la cama, pero mi emoción era tanta, que lo necesitaba ahora mismo. Comencé a pasar mis manos por toda su cara y me separé de él por falta de aire. Comencé a besar su rostro por todos lados. Era tanta mi desesperación que hice que Zack chocara contra una pared dejándome entre ella y él.
Bajé mis piernas al suelo y Zack comenzó a besar mi cuello dejando un chupetón en él. Solté un leve gemido y Zack agarró una de mis piernas levantándola y comenzando acariciarla. En estos momentos, el vestido que traía me estaba estorbando.
Zack comenzó a bajar los besos de mi cuello a mi hombro. Yo no me quedé atrás y también comencé a besarlo, el placer que sentía con solo besos, es increíble.
Con un ágil movimiento Zack quitó rápidamente mi vestido dejándome en ropa interior. Me miró momentáneamente y se acercó a mi oído.
-Hace tiempo que quería verte así-me susurró con voz ronca y de manera provocativa en mi oreja antes de morderla.
-Yo también he querido verte completo-comencé a ayudarlo a desvestirse y pude ver su perfecto cuerpo tonificado. Sonreí mordiéndome el labio y luego me dirigí nuevamente hacia sus labios dándole un leve mordisco.
-¿Segura de esto?-preguntó nervioso.
-Muy segura, pero tranquilo, estoy tomando la pastilla-sonreí.
Quizá fue muy apresurado, quizá teníamos unas inmesas ganas de estar juntos y volvernos uno solo, pero lo hicimos, él fue mío y yo fui suya. El nivel de química entre los dos es algo que no podría describir con palabras, y si bien no diría que fue mágico, sino, muy candente, pero lo valió, valió toda la espera.
Caímos tendidos en la cama respirando agitadamente luego de haber estado finalmente muy unidos. Me sentía feliz, pero al mismo tiempo, muy cansada.
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Diablo de ojos verdes
ActionEl Diablo en realidad no es como lo pintan. No es ningún hombre rojo con cuernos y cola. En realidad es sexi, de cabello negro y ojos verdes. No vive en el infierno, sino en una mansión. Es un narcotraficante, peligroso y astuto; logra todo lo que...