El Diablo en realidad no es como lo pintan. No es ningún hombre rojo con cuernos y cola. En realidad es sexi, de cabello negro y ojos verdes.
No vive en el infierno, sino en una mansión. Es un narcotraficante, peligroso y astuto; logra todo lo que...
Me sentía como la total mierda mientras viajaba en ese avión de regreso a Inglaterra, había dejado atrás a Angelina, la chica que es el amor de mi vida, pero me sentía relajado porque sabía que estaba fuera de peligro y podría vivir bien si algo me llegara a pasar... aunque no quería pensar en eso, solo quería llegar a Londres para encontrar a quién me delató con la policía y encargarme de esa persona personalmente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando llegué a Inglaterra, antes de poder si quiera ponerme a buscar al gilipollas que me delató, debía hacer una llamada... un tanto difícil.
-¿Hola?
-Miguel... debo decirte algo importante-mordí mi labio. No sabía cómo Miguel tomaría la noticia de que dejé a su prima sola en París/Francia.
-¿¡Que hiciste qué!?-se notaba que Miguel estaba muy alterado. Para mí tampoco fue fácil dejar a mi Ángel, sola.
-Tuve que hacerlo...-susurré y escuché como Miguel suspiró cansado desde el otro lado de la línea. Podría jurar que estaba pasando su mano por su rostro repetidas veces.
-Mira... quiero asesinarte en este mismo instante-solté una sonrisa ante el comentario de Miguel, sabía que no era capaz de hacerlo-Mira, ven ¡con cuidado! A mi refugio, aquí hablaremos mejor-y colgó.
Fruncí el ceño molesto ¡Odiaba que me dieran ordenes! Pero en este momento me convenía hacer lo que Miguel dijera.
Caminé por la ciudad y por suerte traía una sudadera y la capucha evitaba que las personas vieran mi rostro.
Vi a un grupo de policías que estaban interrogando a unas personas, tenían fotos en sus manos. Entre esas fotos estaba la mía ¿Por dónde pasaría sin ser visto? Me quedé mirando ese lugar planeando por dónde ir, ese era el único lugar para llegar al lugar donde Miguel se escondía.
De repente sentí una mano en mi boca y me halaron hacia atrás ¡Mierda! ¿¡Quién cojones seria!? Quité rápidamente la mano de quien sea que me tapó la boca y me voltee apuntándolo con mi pistola. Este sonrió alzando sus manos en forma de rendición. Me alegró tanto ver esos ojos azules, era el idiota de Jeff.
-¡Crazy! Me alegra mucho verte-dije aliviado, creí que lo había capturado la policía.
-Yo digo lo mismo, Diablo, en la policía nos estaban acosando para saber dónde estabas ¿Dónde estabas?-preguntó Jeff confundido.
-En París sacando a Angelina para que estuviera a salvo, pero regresé para resolver mis asuntos pendientes ¿Cómo no estas atrapado por los malditos policías?
-Ben, Lucas y yo escapamos gracias a un plan detallado que hizo Ben. Nos estábamos escondiendo, ahora que estas aquí, podremos ayudarte-sonrió Jeff y yo fruncí el ceño.
-¿Y los demás?
-La policía los mandó a asesinar cuando no colaboraron... y Liu se suicidó-la voz de Jeff sonó dolida. Él era muy amigo de Liu y que se haya suicidado le había afectado.