Untitled Part 15

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Regina se lleva las manos a la cara, los ojos llorosos por la emoción del momento, pero no consigue aguantar y comienza a llorar y a reír al mismo tiempo, una mezcla de emociones que no sentía hacía mucho, solo un placentero torbellino. Emma abre la cajita, revelando los collares, su mirada vuelve hacia Regina que lloraba en medio de las risas.

-¡Emma!- tenía la voz embargada y al ver los collares, su sonrisa se abre

-¿Aceptas salir conmigo?- pregunta Emma una vez más, colocándose mejor pues su rodilla ya le estaba doliendo,

Regina tira de Emma hacia arriba, abraza a la rubia y la besa con pasión y deseo, parando solo cuando se hace necesario el aire. Sus miradas se encuentran, haciendo que las dos abran la sonrisa más linda para la otra.

-¡Sí, sí, sí y sí!- responde Regina sonriendo, con los ojos húmedos –Acepto mil veces si fuera necesario.

Emma sonríe, deja la cajita sobre la mesa y coge el collar que tenía el medallón del cisne.

-No sabía qué escoger, pero cuando vi estos collares, sencillamente me enamoré de ellos, pues ambos hacen referencia a nuestros nombres y tiene un simbolismo mitológico- comienza a explicar agarrando el collar

Regina analiza la pieza pasando el dedo índice por ella, sintiendo cada detalle. Emma se coloca detrás de la morena y abre el cierre de la cadena, Regina se coloca el cabello a un lado y Emma le coloca el collar, tocando su piel con ligereza y besando su cuello en cuanto termina de abrochárselo. Regina toca los colgantes sonriendo y llena a Emma de piquitos. Después Emma coge el otro collar y empieza a explicar la elección de aquel collar.

-Este, cuando lo vi junto al que tienes tú, un pequeño recuerdo me vino a la cabeza.

-¿Cuál?- pregunta Regina curiosa

-El significado de tu nombre- Emma sonríe y toca la pequeña corona –Regina significa reina- Emma mira a Regina –Y también recordé la historia de tu manzano al ver el colgante del árbol, ya que es un manzano lo que se ve aquí

Regina coge el collar, pasa el dedo por la pieza, sintiendo cada detalle de este también.

-Ahora me acuerdo de las historias artúricas que mi padre me contaba cuando era pequeña antes de ir a dormir, sobre Avalon, la Isla de las Manzanas, siempre me imaginé como Morgana- confiesa Regina.

Emma sonríe y le da un piquito. La morena abre el cierre, Emma se levanta el moño, Regina le pone el collar a la rubia y ambas sonríen. Emma abraza a su novia por la cintura, la mira a los ojos, una sonrisa tímida en los labios de las dos. Emma toca el rostro de Regina con la punta de los dedos, coloca un mechón suelto tras su oreja. Regina sonríe y besa la palma de la mano de Emma. Las dos sonríen y comienzan un beso apasionado, tranquilo, pero intenso y profundo, Emma pasa la mano por la nuca de Regina, enredando los dedos en sus madejas mientras la otra mano paseaba por su pierna. Regina abraza a Emma por la cintura en el intento de disminuir la más mínima separación entre ambas. Encierran el beso con la respiración jadeante, acelerada. Regina sonríe y Emma la coge en brazos, retomando el beso de nuevo.

Regina le quita la camiseta a Emma mientras la rubia la llevaba al cuarto, se quita también la de ella y siente los labios de la rubia en su cuello, llenándola de besos, cierra los ojos aprovechando cada segundo de aquel momento, cada segundo de aquel pequeño placer que Emma le proporcionaba en un instante tan íntimo entre ellas. Siente que Emma la acuesta en la cama y captura sus labios en un beso caluroso, Regina retira el sujetador de Emma, intentando buscar el máximo contacto de su piel con la de Emma. Se gira, cambiando de posición con Emma, y comienza a besarle el cuello y el busto, Regina se detiene un momento y mira a Emma, admirando el definido cuerpo de la rubia.

Lo imprevisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora