Parte sin título 32

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Los dos meses en casa estaban siendo lo mejor, incluso sin poder salir mucho debido a que Louise aún tenía su sistema inmunológico débil y aún se recuperaba del trasplante. Así que ellas aprovechaban el máximo de tiempo con los niños.

Henry, aunque a disgusto, era obligado a ir a la escuela mientras Louise estudiaba en cada con Emma y Regina casi todo el rato para que ella alcanzara el mismo nivel que el hermano. Ya planeaban matricularla en la escuela en cuanto los meses que debía estar de reposo tras el trasplante acabaran, deseando que la hija conviviera con otros niños.

Todos los días era una juerga diferente entre ellos, pero también aprovechaban para arreglar cosas, dar alguna pequeña recepción o una cena para familiares y amigos, preparar la celebración de su boda dentro de unos meses, ya que no habían hecho nada por haberse casado sin avisar a nadie, solo a Cora y Ruby porque tenían que ser las testigos. Henry y Louise ya habían conversado sobre todas las ideas que tenían para la ceremonia y sería como ellos decían. Las dos ríen y acaban cediendo.

Aún recuperándose de las heridas y con el brazo inmovilizado, Emma ayudaba en lo que podía en casa para no sobrecargar a Regina. Henry también ayudaba mucho, pero la rubia sabía que había cosas que solo podían hacer ella y la morena. Louise intentaba ayudar, pero tanto sus madres como su hermano no le permitían hacer mucho, pues las probabilidades de caer enferma por el contacto con algún producto, polvo y cosas de esas eran aún altas, así que la pequeña acababa pasando la mayor parte del tiempo distraída con sus muñecas y con Henry.

Los dos meses pasan volando y Emma ya estaba incorporándose al trabajo. Gold le había disminuido la carga horaria y aún no le permitía hacer cirugías ni demasiados esfuerzos, solo sencillos casos y como guía a otros médicos cuando había casos graves, pero sin dejarle que ejerciera su función debido al brazo que aún lo llevaba inmovilizado.

A Louise, tras tres meses y medio en casa, finalmente Tinker le permite estar sin la mascarilla de protección y retomar el contacto con las personas, cosa que deja feliz a la niña, ya que al fin podría ir a la escuela con el hermano. Emma y Regina la acompañarían el primer día, querían asegurarse de que todo estaría bien con la niña.


El primer día de clase había llegado muy rápido y Louise estaba ansiosa sobre cómo sería. Ya eran las seis de la mañana y todos estaban en pie, preparándose para salir. La niña comprobaba por millonésima vez su mochila cuando Emma entra en el cuarto y sonríe

-Calma, hija, todo va a salir bien- dice abrazando lateralmente a la hija

-Lo sé, ma, pero es que hace tanto tiempo que no voy a la escuela...- Louise comienza a hablar –Espero integrarme rápido

-Estoy segura de lo que harás, mi amor. Tu hermano te ayudará, estoy segura- Swan sonríe a la hija, ayudándola a calmarse

Cogen sus cosas y van al apartamento de Cora, donde desayunarían. En el apartamento de la matriarca Mills, Zelena, Ruby, Regina, Henry, Emma y Louise esperaban a que August saliera del baño. Cora y el ex soldado estaban saliendo de nuevo, prácticamente viviendo juntos. Por supuesto que a Regina no le había hecho mucha gracia aquello, mientras que Emma y Zelena se divertían metiéndose con la morena ante la situación, y Cora y August también la picaban. Ruby intentaba mantenerse imparcial, pero a veces tenía que hacer algún comentario sobre su "suegro", provocando aún más a la cuñada. Desayunan en mitad del jaleo y muchas risas.

Todos le desean un óptimo primer día a Louise. Los Swan Mills se despiden de todos y se dirigen al garaje, entran en el coche de la morena y esta conduce hasta la escuela de los hijos.


Los niños corrían por todos lados y Louise mira a sus madres, las dos sonríen y Henry agarra su mano, tranquilizándola. Regina y Emma la acompañarían hasta la dirección del colegio, donde la directora iba a enseñarle la escuela y después hablaría con las dos doctoras. Henry ya se había ido a su aula, ya que él no podría acompañarlas hasta la dirección.

Ashley Bood, la directora del colegio, ya estaba lista cuando la secretaria le anuncia la llegada de las tres. Ella las recibe en su despacho y les comenta un poco sobre el examen que la pequeña había hecho para saber en qué clase entraría, y por haber estudiado mucho con sus madres, sobre todo con Emma, Louise entraría en el mismo curso que Henry y en su misma aula. Ashley le explica las reglas del colegio, los horarios y le habla a la niña un poco sobre la profesora Blanchard. Cuando termina, las cuatro se levantan y van hasta el aula. Louise mira nerviosa el aula y después a sus madres.

-Todo va a estar bien, mi princesa- Regina sonríe y besa la cabeza de la hija

-¿Estás segura mamá?- pregunta algo nerviosa

-Absolutamente- responde Emma –Estoy segura de que tu hermano te protegería y te ayudará en todo.

Louise sonríe y abraza a las dos. Ellas le desean buena suerte y la niña entra en el aula acompañada de la directora, quien la presenta a la clase y es recibida por sus compañeritos. La profesora pide que ella se siente con Henry y la directora Boyd sale del aula, para dirigirse otra vez a su despacho a hablar con Regina y Emma.

Las dos le explican el caso de Louise y piden que cualquier cosa que suceda con la pequeña, las llame inmediatamente. La preocupación con la niña era enorme y Ashely lo comprendía, durante todos los años que llevaba al frente de la dirección del colegio, algunos casos parecidos ya habían pasado por ella y sabía que era natural que los padres estuvieran así.

Después de pasarle todos sus contactos y algunas recomendaciones, como todos los padres, Emma y Regina se despiden de la directora y continúan hacia el hospital.


Era el último fin de semana libre de Emma, Regina y Zelena, entonces todos los de familia irían a Storybrooke para arreglar los detalles de la ceremonia. Henry y Louise ya habían planeado casi todo, pero ahora habría que colocarlo en práctica con la ayuda de toda la familia.

Primero pasan por la hacienda donde se realizaría la fiesta para saber el espacio que tendrían, cómo sería decorado y dónde estaría situada cada mesa, cada silla y cada mínimo detalle. Henry y Louise ya debatían sobre dónde iría cada mesa, sobre dónde se sentaría cada invitado y sobre dónde estaría situado el altar. Se quedan un tiempo allí, observando el terreno y la casa que usarían.

Al terminar de comprobar la hacienda, van hasta la floristería del Sr. French, para decidir qué flores serían compradas para la decoración. A Emma y a Regina prácticamente se les había prohibido opinar. Cora, Zelena y Ruby daban algunas sugerencias y los dos pequeños discutían como adultos si acatarían o no las ideas propuestas.

Las horas habían volado y cuando se dan cuenta, ya era tarde, así que deciden ir a comer algo a la cafetería de Granny. Entran en el local haciendo algo de jaleo y llamando la atención de la anciana.

La abuela de Ruby sonríe al ver al grupo y avanza hacia ellos, recibiéndolos con un abrazo y sonríe al ver a Emma finalmente bien. Al ver a Louise, Granny sonríe de oreja a oreja

-¿Quién es esta pequeña princesa?- pregunta ella sonriendo y la pequeña le sonríe tímidamente

-Louise, nuestra hija- responde Emma sonriendo –Es la hermana gemela de Henry

-¡Pero qué maravilla!- Granny sonríe –Se bienvenida a esta familia de locos

-Gracias- responde Louise tímida

La abuela de Ruby sonríe y los ayuda a organizarse en una mesa, anota los pedidos y pocos minutos después se los lleva. Los gemelos explican algunos detalles de la ceremonia, pero se guardan otros que solo serían revelados el mismo día.

Habían decidido dejar la visita para ver los vestidos y los trajes para el día siguiente, ya que les llevaría buena parte del día. Cora aún tenía que ir a ver las cosas del buffet y de la tarta.

Todo estaba saliendo como estaba previsto y en pocas semanas, Regina y Emma finalmente harían las cosas correctamente esta vez. A ojos de algunas personas, estaban actuando precipitadamente, pero estaban seguras de lo que querían y seguirían adelante con sus sueños. 

Lo imprevisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora