Parte sin título 12

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La semana pasa volando y era el final de la guardia del viernes, Emma y Regina finalmente estarían libres el fin de semana en el que ya estaba todo planeado. Llega el sábado y las dos estaban ansiosas. Emma había salido por la tarde para ir a la floristería y comprarle a Regina un ramo de lirios blancos.

Regina pasó la semana entera molestando a Zelena para que la ayudara a escoger una ropa para salir, ya que sería su primera cita con alguien en años y por primera vez con una mujer. Como no sabía a dónde iban a ir, Regina optó por un vestido entallado de color negro, bastante ceñido a su cuerpo, pero que dejaba en alza sus curvas, unos zapatos negros, altos. El cabello suelto, cayendo naturalmente sobre los hombros y un maquillaje sencillo, pero sin renunciar a su labial rojo.

Emma se había pasado la semana poniendo patas arriba su armario buscando algo que no la hiciera demasiado masculina, ya que había desterrado los vestidos de su vida desde que cumpliera los 12 años, al final acabó optando por un conjunto pantalón chaqueta femenino que le sentaba muy bien, unos mocasines blancos y negros charolados. Sería su primera cita con alguien en años, ya que la última persona con la que había salido había sido Belle. El cabello de Emma estaba recogido en una cola de caballo sencilla, el maquillaje era mínimo, ya que no era muy fan de esas cosas.

La hora combinada finalmente llega, Emma respira hondo, coge las cosas y el ramo. August sonríe al ver a Emma

-Buena suerte, hermanita

-Gracias, Guz.

Emma sonríe y sale del apartamento, cierra la puerta y toca al timbre del apartamento de Regina, siendo recibida por Henry.

-Entra Emma, mamá ya sale

Henry sonríe y Emma entra en el apartamento, se sienta en el sofá mientras espera un poco nerviosa. Henry coloca una mano en la espalda de Emma en señal de apoyo. Emma sonríe y enseguida escuchan las voces de Regina, Zelena y Cora que se acercan a la sala.

Regina es la última en entrar en el salón, ansiosa, parece una adolescente de nuevo, pero al ver a Emma allí, abre una enorme sonrisa. Emma alza la cabeza y al ver a Regina tan deslumbrante se queda sin aire, siente que su corazón yerra un latido, que la mano le suda frío y al intentar decir algo, ningún sonido sale de su boca. Se levanta intentando no dejar ver la ansiedad, saluda a Cora y Zelena. Cuando Regina mira a Emma, allí en la sala, siente que su corazón se salta un latido al verla tan elegante y agarrando un ramo de lirios blancos, su flor favorita. Emma sonríe, le da un beso en la mejilla y le entrega el ramo.

-Son hermosas- Regina sonríe

Emma solo sonríe, medio avergonzada. Cora avanza hasta ellas, apoyando sus manos en sus espaldas.

-Hija, deja, que yo las pongo en agua- dice Cora cogiendo el ramo de las manos de Regina-Divertíos, chicas

-Gracias, mamá

-Gracias Cora

Regina le da las últimas recomendaciones a Henry y le da un beso en la cabeza, para después coger su bolso. Emma se despide de Zelena, escuchando las últimas gracias de la pelirroja. Al despedirse de Henry, el muchacho la abraza.

-Cuida bien de mi madre o estarás en un lío

-Déjalo de mi cuenta, chico- Emma sonríe y la da un beso en la cabeza

Emma le ofrece el brazo a Regina, abre la puerta y la deja pasar primero. Bajan al garaje y cogen el coche de Emma. La rubia abre la puerta del pasajero para Regina y la morena sube al coche. Emma da media vuelta, y entra en el lado del conductor, mira a Regina y sonríe

Lo imprevisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora