BE THE ONE » duamila

I was wrong (3/3)

Charli me empujó a la piscina, pero logré sostenerme de su ropa y ambas caímos al agua en un segundo, salí a la superficie limpiando mi rostro y buscando a mi amiga, Dua estaba en el flotador de flamingo rosa, riendo.

-Charli, deja de molestar a mi chica-.

Ashlee estaba llegando y al escuchar lo que Dua había dicho casi deja caer la botella con agua que sostenía.

-¿Qué?-.

-¿Tú igual escuchaste eso Ash?- Charli nadó hacia el borde de la piscina para salir. Troye estaba sonriendo desde la cama de bronceado y nos saludó.

-Hasta Júpiter se escuchó, bien hecho-.

Todo pasó tan rápido que no sabía qué hacer, o cómo reaccionar, sólo miré a Dua y ella retiró sus gafas de sol para mirarme, y luego hacia los demás chicos.

-Charli ven a aquí- comencé a nadar para llegar a las escaleras de la piscina.

Mi amiga comenzó a reír y Paul desde el lugar donde cocinaba el asado con otros dos chicos, me gritó.

-Corre que tu chica te va a ganar- miré hacia el flotador, y ya estaba vacío, Dua estaba corriendo detrás de Charli mientras ella gritaba hacia el interior de la casa que Dua y yo estábamos saliendo a escondidas.

[...]

La lluvia estaba comenzando y las primeras gotas golpearon el océano azul, profundo y frío. Las nubes grises cubrían el cielo por encima de nosotras, ella a mi lado adentro del agua.

La marea había aumentado y la corriente se sentía más fuerte.

-Creo que debemos regresar a casa-

Asentí y busqué su mano para sostenerla, ella me sonrió y retiró un poco de mi cabello mojado fuera del rostro. Iba a avanzar pero la detuve, sentía las gotas frías recorrer mi cabello hasta bajar por mis hombros y combinarse con el mar. La imagen de Dua bajo la lluvia parecía irreal, pero la presión de su agarre me regresaba a la realidad.

La lluvia ligera se unía con el viento fresco, estaba experimentando una sensación inesperada, apoyé una mano en el hombro de Dua y con la otra acaricié su rostro, ella tenía los ojos cerrados, pero me dejaba ver esa sonrisa que tanto me encantaba.

Sus manos estaban en mi cintura, sujetándome cerca de ella.

-Un beso es como la tormenta que choca contra el mar, donde las gotas de lluvia se funden con el océano-recordé ese pequeño fragmento que había escrito alguna vez durante clases, cuando estaba distraída observando a la chica de la mirada linda.

Al instante, Dua abrió los ojos y llevó mi mano a su pecho, sintiendo los latidos de su corazón retumbar.

Dua tiene la misma fuerza de una tormenta.

Camila tiene en su mirada la profundidad de un océano.